Diego hizo rápidamente la maleta y buscó alguna página web donde comprar un billete de avión. Tras varios minutos imprimió uno y fue hacia el aeropuerto, ya que el billete era para dentro de unas horas. Cogió un taxi y le ordenó al conductor que fuera rápido. Cuando llegó, para colmo pudo ver una situación que no le favorecía nada: huelga. Todos los vuelos de todo el aeropuerto se cancelaron. Tras ver la situación, Diego se rindió. Nunca conseguiría llegar hasta Francesca. Entre el bullicio de la gente que se quejaba, se escuchó una pregunta: ¿cuando podremos viajar? El responsable de la compañía de vuelo que Diego usaba dijo que mañana se volverían a realizar vuelos.
Volvió a casa con el miedo a que al día siguiente volviese a haber otro problema con su vuelo. Cogió su celular y comprobó si tenía algún mensaje. Violetta, le había enviado la conversación que tuvo con Francesca. Diego la escucho con atención, hasta que a mitad del audio comenzó a llorar. No podía evitarlo. Cada vez que ella hablaba la necesidad de tenerla a su lado aumentaba. Una vez que escuchó la conversación le escribió a violetta:
-dile que lo siento. He sido un cobarde.
-¿y ya está?
-no.
-¿qué más le digo?
-dile...Que me espere. Antes del concierto, en el escenario, cuando vaya a comenzar.
-espera, ¿qué quieres decir con todo eso?
-que dentro de unos días volveré a estar con ella. Dentro de poco volveré a sentir su calor. Dile...Que volveré a besarla.
-Diego...
-¿si?
-¿porqué esperar?
-por un problema con el aeropuerto. Dile lo que te he dicho, por favor.
No lo dudes, y, aunque Francesca es la que más ganas tiene de verte, yo también quiero verte de nuevo.
-sólo me tienes que dar unos días. Y volveré con todos.
-te esperaremos.
Diego dejó su celular y se acostó en la cama. Hasta volver a dormirse. No tenía nada que hacer. Los nervios aumentaban cada minuto que pasaba. Quería ir en cuanto antes con Fran.
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Francesca no había mejorado nada. El mal de amor que sufría por Diego estaba poniendo en peligro su Salud y la gira entera. Tras servirse una bebida caliente, se sentó en el sofá a ver la tele. Para colmo, lo primero que vio es una escena de una telenovela e la que el chico se va a otro país.
-es como si el mundo estuviera contra mi-pensó.
Violenta llamó minutos después a la puerta. Le abrió y sin esperar un segundo violetta le dijo:
-Tengo que decirte algo de parte de Diego.
Los ojos de Fran se abrieron rápidamente cogió a violetta y la metió en el Salón.
-¿qué te ha dicho?
-me ha dicho que va a venir.
-¿en serio?-dijo Fran mientras comenzaba a llorar.
-si, pero vendrá antes del concierto.
-antes del concierto...
-si. ¿te sientes mejor?
-¡claro!-Fran abrazó a Vilu con fuerza
-vale. Fran no puedo respirar.
-perdón. Supongo que tengo que ensayar para ir con él de gira.
-Claro. Vamos.
Y ambas se fueron hacia el escenario. Francesca se lo contó a todos. Estaban deseando volver a ver a Diego.
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Al día siguiente Diego volvió a coger su maleta y fue hacia el aeropuerto. Pudo llegar a tiempo para facturar el equipaje y esperar. Vio como el avión llegaba, repostaba y se preparaba para volver a salir. Entregó el billete para poder subir al avión y esperó aque despegará. El vuelo pasó rápido para Diego. Poco a poco iba notando cómo toda Italia aparecía a cientos de kilómetros bajo sus pies. Un mensaje del piloto sonó por los altavoces, pero al decirlo en italiano, Diego no lo entendió, así que le preguntó a un italiano que estaba sentado a su lado.
-perdone, ¿qué ha dicho?
-que debido a una tormenta tendremos que aterrizar en Milán.
-vale gracias...
Diego no pensó al instante lo que ese cambio significaba. Tras unos segundos, por fin lo entendió. Milán una ciudad situada al norte de Italia, desde la cual tardas medio día en llegar desde Roma y otro medio día en volver, aproximadamente.
Diego se levantó de su asiento y fue a hablar con las azafatas. Le explicaron la situación, pero no pudieron evitar que Diego se pusiera nervioso. Cuando llegó a Milán llamó a violetta.
-¿sí?
-violetta tengo que decirte algo.
-¡¿estas ya en Italia?!
-si, en Italia si...el problema es en qué parte de Italia estoy...
-no me digas que ha pasado algo malo.
-si por malo te refieres a que el clima sea tan cabrón de cambiar la dirección de un vuelo y dejarme en una ciudad que no conozco y en la que no sé a donde ir haciendo que no pueda llegar a Roma para ver a Francesca y arruinar su carrera como cantante, entonces sí, ha pasado algo malo.
-¿dónde estás?
-en Milán, o Milano como se diga. Necesito llegar a Roma como sea.
-Tengo una idea, pero tendrás que esperarte casi un día.
-lo que sea mientra pueda llegar a tiempo para ver a Fran.
-espera.
Violetta fue hacia León, Maxi, Broduey y los demás.
-chicos, tienen que ayudar a Diego.
