Capítulo 10

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Fran despertó confusa tras ver que Diego había dormido con ella. Intentó recordar lo que había pasado la noche anterior, pero no logró hacerlo. Se levantó y abrió el armario. Al abrir la puerta, esta dio un chirrido que hizo que Fran se tapase los oídos, no por que fuese muy ruidoso, sino por los efectos del alcohol.

-resaca, genial.

Sacó una camisa y unos pantalones y se fue a la ducha. El ruido del agua hacía que se tapara los oídos. Se duchó y se puso la ropa que había elegido.

-Diego, despierta.-le susurró al oído.

-¿no puedes dejarme dormir un poco más?

-no sé si te has dado cuenta de donde estás.

-sí, en tu casa.

-¿y? ¿lo dices así de tranquilo?

-¿por qué dices eso?

-porque nos hemos acostado juntos. Anoche debiste de darme algo para dejarme dormida o algo así, ¿verdad?

-¿crees que haría algo así?

-si no ha sido así explícame que hacías en mi cama.

-Tú me pediste que durmiera contigo.-Fran se quedó en silencio unos segundos

-¿yo dije eso?

-sí, y no fue lo único.

-¿qué mas dije?

-que me amabas, y que nunca habías dejado de hacerlo, entre otras cosas.

-¿crees que me voy a creer eso? Diego, vete.

-¿no me crees?

-no. Vete, por favor.

-¿de verdad crees que haría eso?

-sí.

-¿cómo estás tan segura?

-porque ya no te conozco.

-¿no me conoces?

-no.

Diego comenzó a vestirse.

-ayer querías salir conmigo y ahora me odias. ¿qué te ha pasado?

-tú. Tú me has pasado. Siempre me creas problemas.

-anoche no decías eso. De hecho, si creo recordar hacer otra cosa aparte de dormir.

-¡Diego lárgate!

Ella se sentó en la cama y comenzó a llorar.

-Fran, perdona. No quería…

-pero lo has hecho.

-Fran,-se sentó con ella-todo lo que he dicho es verdad. No quiero que volvamos a estar separados. Créeme, por favor.

-¿lo dices en serio?

-sí.

-entonces, ¿lo hicimos?

-no. No llegamos a eso. No puedo hacerle eso a Marco.

-perdón.

-¿por?

-por todo lo que hice ayer, aunque no lo recuerde.

-no estuviste tan mal. ¿de verdad que no te acuerdas de nada?

-no.

-bueno, me voy.

-No, espera. Quédate. Mis padres no están y voy a pasar todo el día sola.

-bueno. Pero no quiero que peleemos.

-vale.

-¿y Marco cuando viene?

-supongo que vendrá luego en la tarde

-¿no le molestará?

-no.  Bueno, ¿qué quieres hacer?

-¿qué tal si hablamos de lo que pasó anoche?

-no, Diego por favor.

-entonces escúchame. Verás, anoche tú me dijiste muchas cosas y yo no te dije ninguna, así que ahora me toca a mí. Voy a contártelo todo. Cuando te vi con Marco aquel día, me quedé destrozado. Llegué a mi casa, me encerré en mi cuarto y me puse a llorar. Sabía que todo había terminado. No sabía qué iba a hacer en aquel momento. Sólo me salían pensamientos malos sobre ti y sobre Marco, pero entonces comprendí que si lo habías elegido a él era porque yo no te había tratado bien. Poco a poco fui asimilándolo, pero los malos pensamientos estaban ahí, aunque en ninguno estabas tú. Entonces llegó vilu. Ella intentó ayudarme y, como sabes, salimos unos días, pero podía estar con ella. Y, ¿sabes por qué?

-¿por qué?

-porque no eras tú. Es como en esa canción, “especialmente para ti yo fui creado”. Fran, me da igual con quien o dónde estés, siempre voy a quererte. Puede que estemos hechos para estar separados, pero siempre voy a pensar en ti.

-Diego, yo…

-calla. No digas nada. Sólo prométeme que tú también te acordarás de mí, aun estando con otra persona.

-nunca podré olvidarte Diego. Tú me quitaste el miedo a amar.

-¿puedo hacer una última cosa?

-¿qué?

-besarte.

-Diego…-él se acercó más a ella.

-Sé que tú también quieres, ¿verdad?

-s-sí.

-entonces…

-hazlo, por favor.

-Fran…

-Diego…

Sus labios chocaron y tras unos segundos se unieron a ellos algunas lágrimas de Fran. Diego quería estar así siempre, pero sabía que no podía. Esos lábios ahora pertenecían a otra persona. Se separaron y Fran colocó sus manos en su cara.

-eh, ¿qué te pasa?

-que yo tampoco he podido estar sin ti. Sí que recuerdo algo de anoche, concretamente lo que te dije en la cama, y todo era verdad. Diego, yo no quiero separarme de ti.

-entonces, ¿porqué estas con Marco?

-no lo sé. No sé cómo decírselo-Diego sacó una razón algo precipitada-

-Fran, ¿Marco…

El timbre sonó y Fran se secó las lágrimas mientras Diego fue a abrir la puerta. Era Marco.

-ah, Hola Marco.

-Hola Diego. ¿qué haces acá?

-sólo estaba trabajando con Fran-se giró y la miró-entonces, ¿continuamos otro día?

-s-sí. Ya te avisaré.

-bueno, adiós.

Diego se fue hacia su casa, no sin olvidar todo lo que Fran le había dicho. Entonces, se puso a pensar en porqué no sabría cómo decírselo.

-¿no sabe cómo o tiene miedo?

Recibió un mensaje en el móvil.

-Diego, lo siento, pero creo que será mejor que no volvamos a vernos.

Aquel mensaje lo desorientó. No tenía sentido.

-Definitivamente, aquí pasa algo-pensó.

Nunca volveré a dejarte (Diecesca)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora