Diego y Francesca cada vez estaban más cerca. Diego no paraba de pensar en qué pasaría cuando la viese. ¿Se acordaría de él? ¿Querrá verme? Esas preguntas pasaban por la cabeza de Diego, entre otras. Habían pasado unos días y mucha gente iría al concierto. Las entradas estaban agotadas, así que Diego cuidaba bien la suya. Como todos los días, Diego fue hacia la oficina donde trabajaba mientras estaba en Buenos Aires. Cuando llegó, se puso a trabajar hasta que terminó por completo sus tareas. Como había tardado poco decidió pasar a ver a Violetta. Subió y vio que Violetta también había terminado de hacer sus tareas.
-Vilu.
-¿sí?
-¿salimos a comer fuera?
-claro, vamos.
Violetta cogió su bolso y fue con Diego.
-bueno, ¿estás ansioso?
-¿por?
-por el concierto de Fran.
-un poco. Llevo mucho tiempo sin verla. Habrá cambiado mucho. Pero, tengo miedo.
-¿miedo de qué?
-de que no quiera estar conmigo.
-oye, con respecto a eso, todavía no te lo he contado. Veras, Francesca...
-Diego, ¿puedo hablar contigo un momento?-dijo el Jefe de la Empresa mientras cogía del brazo a Diego.
-Claro. Me temo que tendremos que vernos mañana en el concierto.
-Búscame en el camerino de Fran.
-Vale.
Diego Habló con el jefe y después se fue a casa. No podía esperar hasta el concierto. También quería ver a sus otros amigos, pero le preocupaba más ver Fran.
—-
Diego despertó temprano, desayunó y fue a trabajar. Todo el trabajo que tenía, que era mucho, lo hizo en unos pocos minutos. Fue el primero en entrar a trabajar y el primero en salir. Pasaban las horas y su corazón palpitaba cada vez más rápido, hasta que llegó la Hora. Diego se arregló y fue al concierto de Francesca. Se podían escuchar a las fans gritando el nombre de Fran. Una vez dentro del teatro donde se iba a hacer el concierto, Diego buscó la zona donde se encuentran los Camerinos, pero una mano en su hombro hizo que mirada hacia atrás.
-¡Diego!
-¡León!-ambos se abrazaron con fuerza.
-mírate. Has cambiado mucho.
-también digo lo mismo de ti.
-sólo en el físico. Sigo teniendo ese espíritu fiestero de la Adolescencia.
-¿están también los demás?
-claro. Violetta estaba con Francesca, pero los demás estamos detrás del escenario. Ven, te va a encantar.
Toda la conversación se hizo entre gritos, ya que el público gritaba el Nombre de Fran cada vez más fuerte. León y Diego se colocaron en un sitio perfecto para ver el concierto, y en ese momento, Francesca salió de una plataforma y el público gritó más Fuerte. El corazón de Diego latía lo más fuerte que podía.
-Es hermosa-dijo Diego
-¡¿qué dices?!-le dijo León mientras se acercaba a Diego
-¡nada!
De repente, Todos los amigos de diego aparecieron y comenzaron a saludarse. La primera canción había terminado, y Fran volvía de nuevo a su Camerino para cambiar de vestuario. Cuando iba al camerino, Vilu y los demás fueron hacia ella y comenzaron a abrazarla, pero Diego no se movió. Ahora todo el miedo que había sentido desde que supo que volvería a verla había aparecido. Vilu fue hacia Diego antes de que él la saludase.
-espera Diego, tengo que contarte algo.
-espera-dijo mientras iba a ver a Francesca-¡Francesca!
En ese momento ella se giró y lo vio, pero dos guardaespaldas le cortaron el paso a Diego.
-oye, quiero verla.
-Lo siento, pero sólo pueden verla amigos y familiares.-le dijo uno de los guardaespaldas
-Soy un amigo suyo.
-Fran, ¿conoces a este chico?-le preguntó Federico que acababa de aparecer.
-...no. No le conozco.
-¿qué?
-lo siento, no le conozco.
-pero Fran...
-Ya lo ha oído, échese a un lado-Dijo el otro guardaespaldas mientras le empujaba.
En ese momento el tiempo se paralizó para Diego. Una de sus preguntas había obtenido respuesta: ¿se acordará de mí? El corazón de Diego ya no latía. Otra vez un "no" volvía a destrozarle. Notó cómo algunas lágrimas salían de sus ojos, y ante la vergüenza que sentía decidió correr hasta alejarse de aquel lugar.
-¡Diego, espera!
Pero Diego ya no escuchaba nada.
Tras una hora, Diego volvió a casa y se acostó en la cama. Sus lágrimas se habían convertido en un llanto que no cesaba. No podía dejar de llorar. De repente, el teléfono sonó, pero no lo cogió. A los pocos minutos, el cansancio pudo con él, y se quedó dormido todavía con lágrimas en su cara.
Cuando Diego despertó, el teléfono volvió a sonar. Era Violetta.
-¿sí?
-Diego, sé que ahora piensas que Fran no quería verte o algo parecido, pero en cuanto te cuente lo que te he estado diciendo verás que no es así.
-¿cómo va a cambiar lo que ha pasado lo que me vas a contar?
-tú escúchame. Verás, Cuando Francesca se fue a Italia, yo seguía hablando con ella, pero un día dejó de hacerlo, así que decidí visitarla. Entre todos planeamos un viaje y nos presentamos en su casa.
-¿qué tiene que ver eso con lo que me ha pasado?
-¡tu escucha! Cuando llegamos a su casa, ella no conocía a nadie. Entonces sus padres nos lo dijeron: Amnesia. Fran había tenido un accidente de coche y quedó en estado grave, pero salió bien, aunque era incapaz de recordar toda su adolescencia. Desde entonces hemos estado enseñándole fotos y vídeos sobre todos nosotros.
-y yo.
-todos habíamos perdido el contacto contigo, así que no pudimos avisarte. Al estar con ella en Italia nos hicimos sus amigos de nuevo. He intentado decírtelo desde que nos vimos, pero siempre surgía algo.
-...bueno...supongo que eso me alivia más, pero aún así no puedo soportar que no me recuerde.
-lo siento Diego
-no fue culpa tuya. Voy a intentar dormir un poco. Te veré el lunes.
-Diego no sufras. Si vuelves a estar con ella podrás volver a empezar de cero.
-sí, pero no será la misma Fran de la que me enamoré. Buenas noches Vilu.
-Buenas noches.
Diego dejó el móvil y cerró de nuevos los ojos intentando recordar todo lo que Francesca no podía. Giró la cabeza y miró la foto que había sacado de ellos besándose.
-ya no podrá recordar mis besos, ni yo los suyos.