Cada vez faltaba menos para que Diego y Fran estuviesen juntos. La gira iba a durar casi medio año, tiempo suficiente para retomar lo que dejaron en la adolescencia. Sin embargo, Diego no podría ir a la gira. El destino algunas veces nos juega malas pasadas, y eso era lo que le sucedió a diego. Una vez más, como tantas otras, tendría que dejarlo todo y romper aquella promesa que le había hecho tantas veces a fran. Diego se levanto todavía pensando en aquella llamada, una llamada que, en cierto modo, le había vuelto a quitar todo lo que tenía: Fran
Por otra parte, Francesca estaba emocionada con la gira, no sólo porque iba a ir a otros paises y conocer a sus fans, sino que además iba a poder pasar tiempo con diego tiempo que habían perdido en su adolescencia y en los últimos días. Mientras preparaba la maleta diego la llamó. El mayor éxito de fran sonó de su celular y la imagen de Diego apareció en la pantalla.
-hola-dijo primero Fran.
-hola. Supongo que estarás preparándolo todo
-sí. Estoy muy emocionada.
-me imagino
-he estado viendo todo lo que podemos visitar durante la gira
-fran...
-hay cantidad de cosas en España, latinoamérica y, sobre todo en Italia
-oye Fran...
-ah, se me olvidaba decirte que vamos a visitar a mis padres. Están muy contentos de que...
-Fran, escúchame.
-vale
-tengo que decirte algo.
-ok
-pero prefiero decírtelo en persona. ¿podemos quedar?
-claro. ¿qué tal hoy sobre las 19:00?
-bien
-te quiero.
-y yo a tí.
Después de esa llamada Diego siguió con su rutina diaria: Fue a la oficina, trabajó, habló con Violetta y volvió a su casa. Cuando llegó la hora se preparó para quedar con Fran. Tras varios minutos estaba frente su casa. Toco la puerta muy lento, como si quisiese anunciar desde el principio la tristeza que llevaba.
-hola-dijo Fran
-hola
-pasa, no te quedes ahí.
Ambos pasaron al salón y se sentaron en el sofá.
-tengo algo para ti.
-¿un regalo?
-sí.
-no tienes porqué regalarme cosas (y menos después de lo que te voy a decir)
-toma.
Fran le entregó a Diego una pequeña caja con un lazo Rojo. Por su tamaño sólo servía para guardar objetos pequeños, como anillos o pendientes. Diego la abrió y pudo ver un anillo, aparentemente de oro, con un grabado en el interior: Fran & Diego.
-un anillo.
-sí. ¿No te gusta?
-oh no, me encanta. Es como... un anillo de compromiso.
-sí, pero no es un anillo de compromiso.
-pero...podría serlo.
-podría, pero no es el caso. No intentes hacer como que te pido matrimonio.
-no, tranquila.
-y bien, ¿qué es eso que querías decirme?
-bueno...después de esto se me hace más difícil...
-cuéntamelo. Sea lo que sea no cambiará nuestra relación.
-no, al contrario. Esto lo cambia todo. Fran, me voy.
