-¿qué le pasó a Diego?-preguntaron todos.
Violetta les explicó todo.
-tienen que ir y traerlo.
-por qué no espera y coge otro vuelo.
-primero, no sabe orientarse en Milán, por lo que está prácticamente perdido; segundo, todos los vuelos hacia Roma han sido cancelados debido al clima; y tercero, como no venga vamos a estar en problemas, así que vayan y consigan traerlo.
-¿por qué no sigue la carretera y ya está? Todos los caminos llevan a Roma ¿no?-dijo maxi intentando ser gracioso.
-no es momento para bromas Maxi. ¿no has pensado en Fran? Si se entera de que Diego no viene va a abandonarlo todo definitivamente.
-es cierto, debemos ir a por Diego. Sólo tenemos un día y medio, así que vamos-dijo León.
Todos los chicos cogieron uno de los coches que usaban para transportar a Fran de un sitio a otro.
-¿quién pagará las multas por exceso de velocidad?-dijo Federico
-ya se lo comentaremos a Diego cuando todo esto termine.
Y así los chicos pusieron rumbo a Milán. Mientras, las chicas intentarían estar con Fran sin que sospechase nada.
-¿creéis que llegaremos a tiempo?-preguntó León.
-sí, siempre y cuando el coche no nos falle-le respondió Andrés.
Por otro lado, Diego estaba en Milán, pero no sabía hacia dónde ir. Estaba completamente perdido. Llamó a los chicos.
-¿Chicos?
-sí, Diego. Estamos yendo hacia Milán-le dijo Federico.
-y, ¿Cuánto tardaréis?
-no lo sabemos. Vamos lo más rápido posible. Tienes Dinero, ¿no?
-sí, claro.
-bien. Quédate en un hotel y mañana hablamos sobre dónde te recogemos.
-Bien. Intentad venir pronto, por Fran.
-sí, adiós.
Diego estuvo recorriendo la ciudad, preguntando a la gente dónde podía encontrar un hotel. Los italianos le entendían cuando hablaba español, aunque no siempre. Diego encontró un hotel, pagó, subió a la habitación y se tumbó en la cama, intentando relajarse.
-Debo de ser el hombre con más mala suerte del mundo-dijo.
Acto seguido, abrió la maleta y sacó una foto de Fran, concretamente, la foto en la que se besaban. Se quedó mirándola, hasta que se quedó dormido.
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Los chicos calculaban que en unas siete horas llegarían a Milán, pero aun pensando que tenían tiempo decidieron apresurarse. Francesca no sabía la situación de Diego. Todas las chicas se prepararon para desayunar con ella. Violetta subió para poder hablar con ella.
-Hola Vilu.
-Hola, ¿te sientes mejor?
-no he podido dormir.
-¿por?
-por Diego. Me he pasado toda la noche pensando en él.
-¿en qué has pensado exactamente?
-en...todo lo que ha pasado.
-¿y?
-...no sé. ¿Quién me asegura que esta vez estaremos juntos?
