Capítulo 7

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Diego comenzó a estudiar Biología, pero sus amigos no lo dejaban. El móvil vibraba cada segundo, hasta que decidió ponerlo en silencio, pero comenzó a ver la conversación de sus amigos y se olvidó de los estudios. Después de media hora volvió a abrir el libro y comenzó a memorizar el contenido. Aunque sus amigos le estaban hablando, estaba muy centrado en la biología. Cuando termino de estudiar decidió tomarse un descanso. Volvió a consultar el móvil y se quedó sorprendido cuando vio que Fran le había escrito.

-Diego.

-¿sí?

-no voy a poder quedar esta tarde.

-¿puedo saber por qué?

-me gustaría estudiar de otras cosas, y el trabajo puede esperar.

-bien. ¿Cuánto tiempo vas a estar estudiando?

-unas…dos horas, ¿por?

-para saber si podías salir.

-¿salir a donde?

-salir a tomar algo.

-Bueno, creo que podré salir un rato.

-¿Marco no se enfadará?

-no, tiene que dejarme tener amigos.

-entonces, te veo dentro de dos horas.

-Vale.

Diego continuó estudiando otras asignaturas hasta que decidió descansar.

Se despertó a tiempo para arreglarse antes de pasar a por Fran. Se puso una camisa y unos vaqueros y salió de casa. Cuando llegó, Fran estaba esperando en la puerta, así que en cuanto lo vio fue con él.

-hola.

-hola. ¿Qué tienes pensado hacer?

-pues, he pensado en que podríamos ir al bar que hay cerca del cine y de paso podríamos ver una peli.

-vale.

-¿estás segura de que Marco no se enfadará?

-no.

Caminaron unos minutos en silencio hasta que llegaron a la entrada del cine.

-¿qué película quieres ver?

-pues…¿qué te parece si vemos “3MSC”?

-vale.

-¿no te importa?

-no. Lo que quiero es pasar tiempo contigo

Compraron las entradas y, como faltaba casi una hora para el pase, se fueron a comer algo.

-Diego…-dijo mientras él mordía una hamburguesa.

-¿sí?

-¿qué pensaste?

-¿a qué te refieres?

-es que…no he podido olvidar aquel día.

-seguro que no sufriste tanto como yo.

-eso no es verdad.

-¿no?

-verás-suspiró-Aquél día había quedado para hablar con Marco. Sabía que sentía algo por mí, pero quería decirle que no podíamos estar juntos. Cuando llegó, dejé que me contase todo lo que me iba a decir, pero después de lo que me dijo no supe cómo reaccionar y cuando quise hacerlo estábamos besándonos.

-entonces llegué yo.

-sí. Quise decírtelo, pero no me atrevía. Tenía miedo a que te enfadaras conmigo. Después de eso Marco estuvo ayudándome a que lo superara y decidir estar con él.

-Fran…

-¿sí?

-dices que decidiste estar con él…

-sí…

-cuando no sentías nada.

-exacto.

-entonces…-Se acercó más a ella-¿ahora sientes cosas por él, o solamente lo estas usando?

-yo…-suspiró.

-Fran, dime la verdad.

-al principio lo use, pero me enamoré de él-Diego se alejó y miró su reloj.

-Será mejor que vayamos ya al cine.

-bien.

Cuando llegaron pasaron a la sala indicada en las entradas y se sentaron en la última fila, justo en el centro. Diego sacó la cartera y metió las entradas. Fran sonrió.

-¿de qué te ríes?

-es que he…nada.

-no, cuéntamelo.

-bueno, es sólo que he recordado aquella vez que…bueno, ya sabes.

Diego recordó entonces aquel día, en el que ellos estaban solos en la sala. Las luces comenzaron a apagarse y comenzó la película. Francesca  casi lloraba en algunas partes, pero conseguía fingirlo. Diego miró a Fran y se acordó de cómo era él antes de que ella entrara en su vida.

Cuando Diego no conocía a Fran, era el típico chico que pasaba de los estudios y sólo quería ir de Fiesta. Era así hasta que llegó Fran. Nada más verla quiso salir con ella. Poco a poco fue acercándose, después comenzó a hablar con ella y, por último, hablaron de formar una pareja. Fran no lo tenía muy seguro ya que no había estado con nadie, Pero diego supo quitarle el miedo.

Terminó la película y comenzaron a andar hacia casa. Durante varios minutos no hablaron, hasta que Fran decidió cortar el silencio.

-me ha gustado la peli.

-y a mí.

-oye, no quería hacerte daño con lo de Marco.

-no importa. Ya pasó.

-sí, pero te hice daño. Seguro que me llamaste de todo en aquel momento.

-bueno, siempre digo que hay que perdonar a las personas.

Fran se agarró del brazo de diego y posó su cabeza en su hombro. Cuando llegaron a casa de Fran, le dio un beso de despedida, pero Fran después de separar sus labios de su mejilla, le miró a los ojos, y noto que había algo que hacía que se atrajesen. Poco apoco comenzó a acercarse a sus labios.

-Fran…¿qué estás haciendo? Estas con Marco.

-lo sé, pero no puedo evitarlo.

-no podemos…Marco se cabreará.

-Diego…por favor…sé que está mal, pero lo necesito de veras. Esos labios…

-esa lengua…

-por favor…

-no sentías nada por mí.

-parece que me equivoco.

Se fundieron en un beso apasionado. Sus lenguas volvían a unirse y jugaban una con la otra. Se separaron para coger aire y volvieron a besarse, pero esta vez, no usaron las lenguas.

-diego…yo…

-no hace falta que digas nada.

-no, hace falta. Yo…no siento nada por ti.

-hace un momento has dicho que te equivocabas.

-y me he equivocado al decir eso.

-¿sabes? Creo que tienes que aclarar tus sentimientos. Te veo mañana.

-Adiós. Ah, diego, prométeme que no le contarás nada a Marco.

-nunca te haría daño.

Diego la observó durante unos segundos hasta que comenzó a caminar en dirección contraria. Todavía notaba los labios de Lodo y no quería olvidarlos, aunque sabía que tendría que hacerlo.

Nunca volveré a dejarte (Diecesca)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora