Fred y Roxanne Weasley.

4.1K 188 97
                                    

 -Ahora, damas y caballeros, les presentamos a los fantásticos mellizos... ¡Roxanne y Fred!- del humo rojo salieron dos personas una chica y un chico, ambos poseían una bonita tez oscura y cabello pelirrojo. Todos les aplaudieron.

-Te dije que sería genial, papá me enseño ese truco. Ahora paga- le decía la joven a su hermano, mientras extendía su mano derecha en dirección y abría la palma de su pulcra mano para que él depositara el dinero allí.

-Toma- bufó resignado, y luego le entregó unas monedas doradas.

-Disculpen la demora- habló la muchacha-. Ahora, sí, vamos a presentarnos- sonrió.

-Empieza tú, Roxy- le ofreció su hermano.

-De acuerdo- aceptó ella, sin problema alguno-. ¡Hola a todos y todas! ¡Se ven tan jóvenes! No es que sean muy viejos allí, pero... ustedes comprenden- saludó, emocionada-. Mi nombre es Roxanne Weasley y tengo quince preciosos años.

-¡Y yo soy Fred Lee Weasley!- se presentó el pelirrojo a su lado-. También tengo quince, porque pues... somos mellizos, duh- agregó.

-Ambos somos de Gryffindor- dijeron a la vez y posaron como divas, haciendo que todos soltaran sonoras carcajadas.

-Nuestros padres son...- James Sirius hizo un redoble de tambores-. ¡George y Angelina Weasley!

 Los nombrados quedaron estupefactos en sus respectivos lugares, como si estuvieran procesando lo que se acababa de decir. ¿Se gustaban? Sí, desde hace tiempo. Pero apenas comenzaban a salir... ¿¡y ahora les decían que tenían hijos!? ¡Encima dos! ¡Y mellizos!

-Yo sabía que rezar serviría- dijo la señora Weasley, sin notar que hablaba en voz alta y que todos la habían volteado a ver.

-¿Serviría para qué?- le preguntó su esposo, Arthur Weasley.

-Pedí a los dioses que les dieran trillizos a los gemelos, así notarían molesto y cansino que es cuidarlos cuando se portan como potrillos desquiciados- le contó Molly, divertida.

-¡Mamá!- le reclamaron los gemelos Weasley, aunque se mostraban divertidos ante la declaración de su madre.

-Lo hecho, hecho está- los silenció ella-. Ahora escuchemos a estos hermosos niños, ¡quiero conocer a todos mis nietos!

-Gracias, abue Molly- le sonrió Roxanne.

-Siguiendo con nosotros, ambos formamos parte de los nuevos merodeadores y nuestros mejores amigos son: James, Dom y Frank, obvio- les contó Fred.

-No somos prefectos perfectos, ni de cerca- se rió Roxy-. Pero jugamos al quidditch en el equipo de Gryffindor.

-Yo como golpeador y ella como cazadora- la abrazó por los hombros-. Aunque al principio queríamos quedar ambos como golpeadores, para imitar a mi tío Fred y a papá, mi querida hermanita recibió las habilidades de cazadora de mamá- agregó, con una sonrisa llena de orgullo.

-A ambos nos gustaría jugar al quidditch profesionalmente al terminar nuestros estudios en Hogwarts, como lo hicieron la tía Ginny y mamá- habló Roxanne.

-¡No juegues! ¿Es enserio?- la más pequeña de los Weasley se había puesto de pie y parecía estar a punto de sufrir un paro cardíaco por lo emocionada que estaba.

-Sí, es cierto, mamá- respondió James.

-¡Angelina!- gritó Ginny y corrió a abrazar a su futura cuñada-. ¿Escuchaste? ¡Jugaremos quidditch profesionalmente!- chilló.

 Ambas se abrazaron y pegaron pequeños saltitos, luego la pelirroja corrió a abrazar a Hermione, que se mostraba muy feliz por ella. Los Weasley se mostraron orgullosos de Ginny, y Harry estaba feliz por ella.

Un viaje inesperado | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora