🏹Prologo

67.6K 4.7K 587
                                    

Isabella miró una vez las puertas de aquel orfanato cerrarse

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Isabella miró una vez las puertas de aquel orfanato cerrarse.

Era la cuarta vez en un mes que regresaba por la custodia de su hermana menor Marie. A pesar de ser su única familia, no podía acceder a llevarsela con ella a casa, las condiciones no serían las mejores para que una niña de cinco años se adecuara.

Suspiró fuertemente mientras daba la espalda. Antes de ello, la pequeña cruzó la puerta y corrió hasta sus brazos.

- No te vayas hermana - susurro la pequeña Marie mientras sus lagrimas caían por sus mejillas. La imagen era totalmente desgarradora inclusive para la hermana superiora del orfanato.

- Marie, cariño regresa aquí - susurro la hermana Josifine.

- ¡No!, quiero irme con mi hermana - refuto la pequeña.

Isabella tomó los brazos de su hermana pequeña y le sonrío.

- Es mejor que te regreses linda, volveré por ti - dijo la muchacha mientras tomaba su nariz en sus dedos.

- ¡Siempre dices lo mismo y nunca lo cumples! - grito fuerte la pequeña-. Ya no te quiero.

Su hermana regreso enseguida dentro del orfanato dejando a Isabella con el corazón roto.

- Por favor cuiden muy bien de ella - dijo la muchacha mientras se limpiaba las lágrimas.

- No te preocupes,los niños olvidan rápido las cosas - respondio la directora.

- No me daré por vencida - susurro Isabella. Después de eso cruzó el camino hasta la estación del autobús.

Todo el trayecto sus pensamitos se cruzaron en hacer algo por  Marie, había cumplido ya la mayoría de edad para hacerse cargo de ella, sin embargo como una chica soltera y sin ningún trabajo estable no podía ofrecerle el futuro que ella merecía. Se lamentaba de no ser lo mejor para ella. Era lo único que aún le quedaba en la vida.

Isabella cruzó la calle una vez el autobús la dejo cerca al complejo de apartamentos en los que se hospedaba junto a dos amigas.

- ¡Bienvenida! - grito su amiga Roxana mientras la veía dejar a un lado el bolso-.¿Como te ha ido? - se cruzó de brazos-. Al ver tu cara deduzco que muy mal.

- Marie se quedará otra temporada en el orfanato - respondió intentando disimular las lágrimas. Cruzó la pequeña cocina y se sirvió un café caliente.

- Oh.., vamos Isa, seguro que podran regresar las dos juntas - la abrazó su amiga para consolarla -. Ya te he dicho lo que debes hacer,  busca un hombre con dinero y asunto resuelto, una familia feliz - dibujo una sonrisa Roxana.

- ¿Acaso estas chiflada? ¿Cómo puedes pensar que haré tal cosa? - bufo dejando en la mesa la taza de café-. No puedo con mis estudios menos tiempo para salir y perder el tiempo con hombres. El encierro te sienta mal.

Eros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora