Capítulo 20

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| | | | | |...ᘛ⁐̤ᕐᐷ

— Butters...

— ¿Sí? —contestó del otro lado de la llamada, alargando la "i".

— ¿Tú... sabes en dónde vive Stanley? —preguntó el rubio haciéndose escuchar de una manera sumamente misteriosa.

— A—ah... ¿Po—por qué la pregunta Tweek?

— Bueno... Es que me he llevado su libro de ciencias sin darme cuenta y dentro de unos días tendremos una evaluación, sólo nos queda sábado y domingo para estudiar. Yo como imbécil tomé su libro sin querer ¡Y AHORA ÉL NO PODRÁ ESTUDIAR POR MI CULPA! ¡GAH! —habló desesperadamente dejando al otro rubio sin palabras.

—...

—...

— 260 Ave. de los mexicanos.

— ¿Eh? ¿Mexicanos?

— ¡Pregúntaselo! —gritó Butters al tanto que cortó la llamada.

— U—uh...

Sin embargo, Tweek comenzó a sentir una vibración proveniente de suteléfono, contestando nuevamente. Butters.

— ...

— Lo siento. Es que me molesté un poco...—dijo en un tono seco pero de una manera graciosa.

| | | | | | …ᘛ⁐̤ᕐᐷ

— ...260. Aquí es, sí es gigante su casa.

Se acercó a la puerta, no tardó en observar pequeñas y medianas plantas alrededor del vecindario, básicamente un campo.
Por momentos se empezó a ponerse nervioso. No supo el por qué pero estaba muy nervioso.

— Vamos, Tweek. Siempre que vas a la casa de alguna persona tocas la puerta como si nada ¿y ahora no te animas? —se dijo en voz alta para sí mismo, casi con la intención de insultarse.

Al cabo de poco tiempo se escuchó el sonido de una puerta abriéndose, Tweek continuaba hablando solo.

— Estúpido rubio, no sabes tocar una put—

— ...

— ...

— ... ¿Y tú quién mierda eres? —interrogó la chica mayor, sin importarle si lo ofendía—. ¿Y por qué carajos insultas al aire?

Su cabello era castaño, un poco colorado. Se podía ver a la vista los frenillos que utilizaba en su boca. Y no parecía muy amigable...

— Yo... —tragó en seco.

— Contesta rubio.

— Ah...

— ¡Shelly, maldita sea! ¿No te dijo papá que no le abrieras la puerta a desconocid—... ¿Tweek? —lo miró de abajo hacia arriba.

—Eh... Ho—hola Stan.

— Espera. ¿Lo conoces a este rubio?

— ¿Qué haces aquí, Tweek? —preguntó con una notable felicidad.

— ¡Hey, no me ignores! ¿Acaso es tu novio o algo? No pensé que fueras gay —lo miró con desagrado. No es que le disgustara que su hermano sea homosexual, lo quería sea lo que decidiera él.

— ¿Ah?

— ¡NO! No... no es mi novio. Es mi amigo, Y NO TE METAS. ¡Ya vete, haz tus cosas de niñita!

— ¡Al carajo! Cómo sea.

— Lo siento por toda esta situación. ¡Y siento también que te haya insultado! Suele ser un poco malhumorada.

En la parada del autobúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora