Capítulo 12

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Tweek's pov

«Aún no dejaba y olvidaba en lo que Stan ayer había hecho por mí... ¡Santos cielos!» Hoy volvería nuevamente a la escuela para poder entregarle su gorro, no solo por eso, también para ir estudiar... «¡Oh, jesús! ¿Qué iba a decirle...?»

Al salir de mi vecindario me encontré a Craig frente mío, con su mismo semblante de siempre solía y suele tener.

— Hey, cariñ—Tweek... —«¿Cari?¿A—acaso quiso llamarme cariño?».

— Oh.

«¿Las asiáticas seguían con "eso"?... ¿No pueden ni siquiera recordar lo que sucedió entre nosotros

— ¿Las asiáticas siguen emparejándonos? —había preguntado sin haberlo pensado antes.

— ¿Qué...?

«¡Demonios, no!» Solté un imperceptible brinco al tanto que habría mis ojos con gran sorpresa. «¡Maldición! ¿¡No puedo mantener mi boca cerrada por un segundo!?»

— Di—digo...—comencé a balbucear mientras sobaba mis nudillos con intranquilidad. Craig empezó a reírse.

— Sí, al parecer las asiáticas aún siguen con "eso", pero ya no es muy relevante en la escuela. Lo notaste Tweek —«¿Acaso leía mi mente este chico?».

— ¿Vaya? —reía de manera nerviosa, aún seguí sin creerlo—. Entonces... vayámonos a la escuela.

| | | | | |...ᘛ⁐̤ᕐᐷ

Nos dirigimos hacia la espera del bus, hacia los asientos, a los lejos pudimos lograr ver a los chicos, Clyde, Token y Butters. Sí, Butters se volvió muy amigo de mis amigos. No le tomé mucha importancia a mis pensamientos, o a mis amigos, solo estaba pendiente en encontrar lo más rápido posible a Stanley, Stanley no se hallaba en ninguna parte; posiblemente aún no había llegado.

— Tweek, ¿buscas a alguien? —preguntó Craig con extrañez.

— No... Na—nadie.

— Si tu lo dices.

— Sí... Avancemos.

— ¡Tweek! ¿Quieres a una pijamada de chicos en la casa de Token? —gritó mientras me abrazaba desde los hombros.

— Oh, santos cielos —volteé al escuchar a Token quejarse con los reproches del amante de tacos. No me hizo faltar mirarlos con cierta obviedad.

— ¡Vamos mi negro! ¡Eres el de la casa millonaria! ¡Con súper habitaciones!

— Eso es cierto, viejo —intervino Craig.

— Ajá, sí. Ustedes solo son mis amigos por mi dinero.

— ¡Patrañas! —gritó Clyde.

Me hallaba indeciso y Butters me miraba con cierta desesperación esperando alguna respuesta de mi parte con su petición.

— Bu—bueno. No estaría mal per—...

— ¡Sí! ¡Esta noche será fantástica! —dice Butters en voz alta y firme. No se esperaba de parte de él interrumpirme en situaciones como estas.

— El autobús aún no llega, debería de estar aquí en estos momentos —se quejó el castaño.

— ¿Su—supongo que llegaremos tarde? —inquirí.

— ¡Genial!

— ¿¡Genial!? ¡Clyde, no es genial! Por culpa del autobús que no llega, no llegaremos a tiempo a clase —espetó Token mientras lanzaba un muy zape en la cabeza de Clyde, recibiendo uno otro quejido fingido del susodicho—. Deben tomar medidas, deben organizarse los conductores...

Parecían comportarse como la madre y el hijo. Token siempre fue la "mamá" del grupo, vivía preocupándose por los demás, tomaba las riendas, se hacía cargo de sus problemas siempre y cuando que estos no se aprovecharan todo el tiempo de su bondad, obviamente se preocupaba por él mismo. « ¿Token no era muy buen amigo? »

Me dediqué entonces a brincar sobre los charcos de agua que habían en el suelo provocado por la lluvia repentina de ayer, y tal como había esperado, mis oídos captaron voces reconocibles, entre ellas se oía la de Stan no tardé en echar un vistazo hacia atrás. Y allí estaba, junto con su grupo de amigos. « ¿Stanley estaba sonriendo? » Muy pocas veces llegaba a verlo sonreír, ese chico tenía una sonrisa muy bonita. Desde aquel incidente dejé de ver aquel niño de hace tiempo atrás; problemático, extrovertido, amable, seguía siendo amable. Muy poca veces lograba verlo demostrar sus sentimientos o emociones.

Permanecí segundos admirando su sonrisa, no me había percatado de que estaba siendo visto por Stan. Todo ocurrió en un instante cuando al fin me di cuenta de lo ocurrido, de inmediatamente me giré con brusquedad en busca de algún objeto para observar. « Porque... » Era la situación más ridícula en que me he encontrado en la vida, y pensar en ello era lo que me hacía reír hace unos momentos.

— ¿Estás bien Tweek? Estás rojo.

— ¿Ah? ¡No! Craig, es—estoy bien. No tienes que preocuparte tanto...

— ¡Hey, Tweek! —logré escuchar gritar a Stan desde lo lejos captando mi atención. Craig había hecho lo mismo.

— ¿Sta-Stan...? —« Está acerca... »

— ¿Acaso te quedarás con mi gorro...por alguna razón? ¿Admiras mi gorro? Lo sé, es muy bonito ¿verdad? —comentó con cierta ironía. Aquello no tardó en hacerme avergonzar. Cuando menos me lo esperaba, no podía sentir sus emociones, ni tampoco ser un adivino pero, al menos podía ver y deducir que Craig se hallaba molesto. « ¿Craig...? »

— ¡Gha! ¡Cla—claro que no! —me dispuse a quitar el gorro de mi mochila en donde anteriormente lo había guardado. Se lo entregué limpió, no iba a entregárselo todo sucio y mojado por la lluvia. « Oh dios. Contrólate, Tweak »

— ¡Muchas gracias, Tweekers! —« ¿Me había llamado "Tweekers"? »—. Nos veremos luego en clases, Kyle me está esperando —y se fue. Fue muy repentina su llegaba, ¿cuál era el motivo de su ahora felicidad demostrativa?

— ¿Tweek? —preguntó Craig tranquilo, quien en todo momento estuvo del lado mío.

— ¿Sí? ¿Qué su—sucede?

— ¿Por qué tenías su gorro?

— Oh... —no pude llegar a responderle cuando Butters apareció corriendo y posicionarse de mi lado izquierdo. No me quejaba, le agradecía con toda mi alma que haya interrumpido este momento incómodo. Al parecer el bus había llegado al fin, muy tardío. « ¿No se supone que existía un horario justo? »

Tomé camino hacia al bus pero un mano agarró mi muñeca rápidamente haciéndome detener a toda costa, Butters quien me acompañaba también hizo que se detuviera. Era Craig, nuestra atención llegó a él, yo de intriga y Leo de curiosidad.

— Craig...

— No digas nada —forcejeó su agarre queriendo que me acercara a él. « ¿Qué estaba haciendo? »—. ¿Lo recuerdas? Las asiáticas querrán ver a la pareja homosexual favorita de todos unidos. ¿No? « ¿¡Era en serio!? ¿¡Qué!? ».

— ¿Qué? No... —solté su agarre con brusquedad.

— Tweek... —Esa mirada, esa era la misma mirada que recibí, nuestra pelea fue toda una farsa por parte del grupo de Cartman, cuando nos tomamos el valor de disculparnos por ser tan estúpidos e ingenuos, aquella mirada...

» — Lo siento mucho, me había dejado llevar por los rumores de los chicos. Ahora que lo veo tú no eres débil ni tampoco un paranoico, eres genial Tweek. Me hiciste mierda en la pelea, rubio. «

Sin embargo, mis recuerdos comenzaron a distorsionarse después de aquella pelea, luego de que se formara nuestra amistad, luego de que...

— ¡Tweek! —Butters había llamado mi atención, capté y comprendí su mirada de incomodidad.

— Sí... Lo siento, Craig. Te veré luego —dije, solté su agarre nuevamente y me alejé junto a Leo.

— ¿Interrumpí algo entre ustedes dos...?

— No, nada. No has interrumpido nada Butters.

En la parada del autobúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora