Capítulo 28

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Déjame estar a tu lado para siempre...

Déjame estar a tu lado para siempre...

Déjame estar a tu lado para siempre...

Déjame estar a tu lado para siempre...

Constantemente se repetían esas oraciones en la cabeza de Tweek...

— ¿Tweek?

» ¿A qué se estaría refiriendo? « Pensaba el rubio, pero este de alguna u otra forma sabía lo que realmente significaba, sólo se hallaba en confusión.

¿Qué diría? Claro que lo sabía. Stan quería que le diera una oportunidad.

Tweek jamás se había puesto a pensar y a creer que el estaría enamorado de él.

— Tweek.

» ¿Qué tengo de especial? ¿Acaso era una mentira? No lo creo, Stan jamás mentiría, ¿o sí...? «

— ¡Tweek!

» ¿Acaso estará mintiendo como Craig lo hizo? ¡Ah! ¡Qué estoy pensando! Stan no se compara en nada a Craig... físicamente tal vez sí pero...
Stan es muy diferente en personalidad, así que creo que no sería capaz de mentirme... «

Todo ahora era más confuso de lo ya estaba, aquellos pensamientos comenzaron a atacarlo tanto que no aprestó atención a su madre, quién por su parte a los gritos intentaba llamar la atención a su hijo.

— ¡Tweek Tweak!

— ¡Gah! ¡Ah! ¡Lo—lo siento! ¿Qu—qué sucedió, qué?

— Cielo... Estaba preguntándote si querías tener tiempo libre hoy...

— ¿Uh? ¿Te re—refieres a no trabajar hoy en la cafetería?

— Sí Tweek —sonrió con ternura, acariciando los cabellos rubios de su querido niño—. Tu padre se va a encargar, no te preocupes, decidimos que al menos necesitabas un descanso.

— Oh...

— Y nos hemos dado cuenta que no lo invitas, no invitas a nadie... Y a ese tal chico se ojos azules... ¿Cómo era que se llamaba? —preguntó en lo último en un casi susurro.

— Má... ¡Claro que invito a amigos! ¡Wendy y Butters! ¿Qué hay de ellos?

— ¿Testaburger y Stotch? Oh, claro, si cuentan pero, me refiero a invitar a alguna persona especial o...

— ¿Eh? ¿E—especial?... ¡No te—tengo a—alguien es—especial!

— ¿No? ¿Y quién es aquel chico pelinegro de ojos azules? No recuerdo su nombre... Crai—... ¿Craig? ¿Verdad? —su madre no recordaba perfectamente a Craig después de que Tweek y él dejaron de verse, por lo que confundió a Craig con Stan.

— ¡Ah, no, no! Craig no... Craig tiene ojos verdes... El es Stanley Marsh, ¡y no es mi pareja! Sólo es un amigo mío...

— ¡Pero claro! —canturreó—. ¡Stanley! Deberías de invitarlo, cariño. Veo que con el te has vuelto muy cercano...

— Oh Jesús...

Helen río con ternura al ver su reacción.

— Estaba bromeando, cielo. Si Richard hubiera estado aquí creo que el pasaría molestándote por 3 horas, tanto que olvidaría que tiene que encargarse de la cafetería... —dicho esto a lo último, esta entrecerró los ojos—. Iré a ver qué está haciendo tu padre, desayuna tranquilo y no te atragantes ¿de acuerdo? Puedes ahogarte afixiado, cariño, así que aún tienes tiempo para ir a ver a tu... novio.

En la parada del autobúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora