Estoy jodido, estoy jodido.
Es todo lo que pude pensar en ese momento, Aurora esta parada a un lado de mi casillero y puedo ver en sus manos una hoja de papel y no tengo ni una sola duda, es mi ensayo, mi ensayo sobre ella.
Me invade por todo el cuerpo una horrible sensación ¿debería correr? Quizá si me muevo rápido ni siquiera me notará, estoy casi seguro que no me ha visto.
No seas cobarde.
Maldita conciencia, pero es verdad no puedo comportarme como un cobarde y huir, siento como mi corazón se va a salir de mi pecho en cualquier momento.
Por si fuera poco, me están entrando unas ganas tremendas de vomitar.
Agarro coraje de no sé dónde y doy un paso al frente, me aclaro la garganta para que ella pueda verme, levanta su cara y ahora tengo a esos hermosos ojos verdes viéndome fijamente.
No sé si yo tengo que hablar primero, pero creo que es mejor que ella lo haga por que no quiero arruinarlo, a lo mejor estoy malentendiendo la situación.
- ¿Qué es esto Damián? - pregunta tranquila extendiendo la hoja de papel hacia mí, no estoy equivocado, ella sabe perfectamente lo que esta pasando.
-Es un ensayo, ¿nunca habías visto uno? - quizá si me hago el loco y finjo demencia salga con un poco de dignidad de aquí.
- no te hagas tonto - mierda - hablo de lo que escribiste en tu ensayo.
- ¿tiene algo malo mi ensayo? - no quiero enfrentarla, todavía no me siento listo para decirle la verdad - ¿tiene alguna falta de ortografía o algo así?
- No, en realidad está muy bien escrito - examina mi ensayo y da un suspiro largo, sé que no me va a gustar lo que va a decir - pero eso no es de lo quiero hablar.
Este sería el momento perfecto para que pasara un milagro que me sacara de aquí.
- ¿Y de qué quieres hablar? - pregunto incómodo, no puedo seguir evitando lo inevitable, ella se ve muy decida, no se irá de aquí sin respuestas, las cuales no tengo intención de darle.
- es sobre mí, ¿no es así?
¡si!
Quiero decirlo en voz alta, pero siento las palabras quemándome la garganta.
- ¿Por qué lo dices? - si, ella esta en lo correcto, pero me vería muy idiota si lo admito aqui en el pasillo donde todo el mundo puede vernos y escuchar nuestra conversación, esquivar la pregunta me puede dar algo de tiempo para pensar una excusa lo suficientemente buena para que ella se lo crea.
- por esto - se aclara la garganta y toma mi ensayo a la altura de sus ojos y comienza a leer en voz alta - me gusta perderme en el inmenso bosque verde de tus ojos...
¡malditos y hermosos ojos verdes que tiene! No debí de poner eso.
Antes de que pueda terminar le tapo la boca con mi mano y la jalo hasta el salón que estaba a un lado de nosotros, ya es hora de salida por lo tanto casi toda la escuela esta vacía a excepción de los pasillos que están llenos de gente que está apurada por irse a casa.
-¡¿Qué rayos te pasa?! - grita en cuanto la libero, con sus pequeñas manos intenta apartarme de ella y cuando lo hago se acomoda el uniforme.
- ¡Estabas leyendo algo personal en voz alta! - me defiendo, no estoy para nada enojado en realidad estoy aterrorizado.
Me niego rotundamente que todo el mundo se entere que me gusta escribir o que estoy enamorado de ella, dejarla leer mi ensayo en voz alta es firmar mi sentencia de muerte.
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Aurora
Novela JuvenilSiempre he sido una persona sencilla, de esas que disfrutan de un día tranquilo en la playa y evita los riesgos a toda costa. Me gustaba mantener todo bajo control y que nada ni nadie interviniera en el pequeño mundo al que me había exiliado por vol...