Capítulo 16: Zoho.

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Aurora Ferreira.

Es un hecho que todos los humanos tenemos debilidades, Incluso los que se proclaman indestructibles las tienen.

Aquiles tenía su talón.

Sansón su melena.

Y Aurora Ferreira tenía...nada.

En un mundo de mentiras como el mío no te puedes permitir ser vulnerable.

Losé es una lección algo ruda, pero así son las cosas. Me toco aprenderlo desde muy pequeña.

Toda una vida criándome entre tiburones me había servido para desarrollar un instinto de supervivencia mayor al de mis amigos o incluso al de mi hermana. Sabia moverme en sitios peligrosos y lidiar con gente intimidante, nunca me dieron miedo los lugares como el Zoho.

Jamás fui fan de seguir ordenes, pero en mi mundo solo existía una única regla que no se podía romper:

Nunca seas la oveja cuando es mucho mejor ser el lobo feroz de la historia.

Y les diré por qué.

Si eres lobo nadie puede comerte.

Pero como les dije, todo el mundo tiene un punto ciego. Un lugar perfecto en alguien puede golpear y derribarte.

Nadie había encontrado mi punto ciego todavía.

Y para mi mala suerte eso estaba a punto de cambiar.

- ¿Se puede saber porque últimamente tienes esa cara de aburrida? ¡venimos a divertirnos! – gritó Cinthya a través de la música alta.

Como siempre la música en Zoho estaba a niveles descomunales, la gente se movía de un lado a otro y mi cabeza me seguía dando vueltas desde la mañana.

Todavía no podía quitarme de la cabeza la imagen de Damián decepcionado y triste por mi culpa, ni siquiera el ambiente divertido de ese sitio podía hacerme sentir mejor.

-Yo no sé qué tiene esta bebida, pero esta jodidamente buena – anunció una emocionada Victoria mientras bailaba despreocupada por el ritmo de la música. No la había visto tan relajada jamás.

Supongo que eran los efectos del alcohol haciendo efecto en mi meticulosa hermana.

Si, se lo que están pensando.

¿Cómo hice para verla a los ojos después de que paso eso en la cocina?

Pues ni yo sé cómo lo hice, cuando terminé de darme una larga ducha la encontré tumbada en el sofá viendo otra película triste, a decir verdad, se veía aún peor que antes de la inesperada visita de Alexander y simplemente no pude dejarla ahí.

Al parecer mi plan de animarla estaba funcionando porque en mucho tiempo no la había visto tan feliz y relajada.

- ¿Qué le paso a la señorita decencia? – le pregunte a Victoria con tono burlón mientras me reía de sus bailes extraños.

- ¡A la mierda la decencia! – grito muy alto, alzó su vaso lleno y le dio un trago largo – llevo mucho tiempo tratando de ser perfecta para todo el mundo, solo quiero una noche para mí.

Arrastro un poco las palabras y me daba la impresión que su equilibrio estaba a punto de fallar, pero aun así tuvieron un impacto muy fuerte en mí. No solo porque había descubierto otra fase de ella si no porque por primera vez en toda mi vida sentí compasión por mi hermana.

Quizá ese no era el mejor lugar para ahogar las penas, pero sin duda era el lugar perfecto para divertirte desaparecer del mundo por un buen rato.

AuroraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora