Sept

414 55 4
                                    

*Capítulo inspirado en muchas recuerdos de lectores de la versión anterior*

..................

Entre al salón después de mi encuentro con Sesshomaru y aunque no quería agobiar a mis amigos con mis problemas, los muy idiotas parecían que me leían la mente y me preguntaron qué había sucedido. No pude mentir y les conté cada detalle.

-Es un idiota. —Inuyasha cruzo sus brazos a su pecho. —Mi hermano se ha comportado más idiota de lo normal.

Sango hizo una mueca extraña. —Pero él siempre fue bueno con Kagome, nunca la trato como a los otros.

Kikyo estuvo de acuerdo. Miroku se despeino y nos miró con una sonrisa.

-A la mierda con ese niño bonito, ¿se quieren divertir?

Los cuatro nos miramos entre nosotros y con un suspiro seguimos a Miroku, quien bailaba como niña enamorada, ¿así me miraba? Ugh.

..

-¡Mierda!—Miroku trato de apagar el fuego, pero era demasiado tarde.

-¡Idiota!—Sango comenzó a correr en círculo por el lugar.

-¡Háganse los muertos!—Inuyasha se acostó en el piso y cerró los ojos.

-¡Pendejo, eso es para los osos!—Le grito Kikyo a su novio, quien se levantó de inmediato y sonrió.

-¡Corran, pendejas, corran!—Agarre el brazo de Sango y corrimos como locos.

El árbol se estaba quemando y pronto las autoridades vendrían, por supuesto que no queríamos ser descubiertos.

Miroku nos indicó un atajo para llegar pronto al salón y no ser descubiertos, pero en cuanto dimos la vuelta, nos topamos con Sesshomaru y Bankotsu, quienes nos miraban.

-¿Qué hacen aquí?—Bankotsu nos preguntó. —Esperen, ¿ustedes fueron los que encendieron el árbol?

-¡¿Qué?!—Inuyasha fingió sorpresa. —Oh, ¿alguien hizo eso?

Sonreímos con inocencia. Bankotsu le dio un codazo a Sesshomaru, mientras que intercambiaran miradas.

-Fueron ustedes. —El moreno empezó a reír. —Los más jóvenes dan miedo, ¿cierto?

-Son unos idiotas. —Pronuncio el mayor de los Taisho.

La tristeza se convirtió en ira. Este pendejo ¿Quién se creía?

-¡Hey, idiota!—Señale al peli plateado. Miroku empezó a reír.

Sesshomaru no dijo nada, pero su mirada que me daba, me hacía sentir más rabia por él. Me acerque lo suficiente para patearlo en sus cositas si era necesario.

-No somos idiotas, ¿entendido?

-Son idiotas, niños malcriados. —Sonrió burlón.

-¡Oh, perdón abuelo!—Le di un golpe con mi dedo en su pecho y trate de verme intimidante. —No seas amargado.

Taisho me quería decir algo, pero entonces escuchamos al director cerca. Sango me alejó de Sesshomaru y me dijo que era hora de irnos antes de ser atrapados. Maldije en voz baja y seguí a mis amigos pero entonces ese idiota del viejo le grito al director.

-¡Ellos fueron los que quemaron el árbol!—Nos señaló.

¡Hijo de...!

..

Miroku pateo una silla del salón y dijo palabras no aptas para nuestros oídos pero bueno, así era él.

Inuyasha bostezo y abrazo a Kikyo, quien miraba algo en su celular. Mientras que Sango dibujaba en si libreta y me daba dulces que escondió antes que el director nos dejara castigados aquí.

Lejos Estamos Mejor. (SessKag)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora