Lejos Estamos Mejor. (SessKag)

Trente te Un

La felicidad que tenía al estar a su lado es inmensa, tanto que me cuestionaba si era la realidad o estaba en un sueño eterno.

Sesshomaru y yo estuvimos días tan románticos, que fui inmensamente feliz y me sentía tan querida, amada, llena de vida, que me preocupe porque todo acabara en un cerrar de ojos.

Caminaba por la habitación del peli plateado, usaba solo una de sus camisas y mi cabello estaba agarrado en una coleta. Miraba las fotografías que adornaban su cuarto y sonreí, él estaba cambiando y yo estaba en primera fila para presenciarlo.

-Alguien parece muy feliz. —Sesshomaru me abrazo desde atrás. —Me gusta.

Acaricie sus manos, no dije nada y nos quedamos en silenció.

La universidad me ha estado absorbiendo mi tiempo. Los trabajos, exámenes, mi proyecto, maestros, Inuyasha y leer todos los libros que me dejan, están controlando mi vida, pero como dijo Inuyasha: "Vale la pena"

-Odio esto. —Tome mi botella de agua y la guarde en mi mochila. Sango me miró, me dio un abrazo y seguimos caminando.

Mi amiga me acompañaba a una de las entrevistas que tenía programadas para el proyecto. Ella exigió ser una de mis porristas personales, lo cual no me negué, aunque tampoco me sentía cómoda cuando gritaba.

Kikyo también quiso venir, pero sus clases de enfermería se volvieron un caos y la pobre apenas puede dormir. Miroku trató de venir, sin embargo, un trabajo hizo que fuera imposible—apartando que estaba evitando a Sango desde que se declaró—y nos pidió disculpas.

-Es increíble lo que estas logrando, ¿lo sabe Sesshomaru?

Me detuve. Trague saliva y negué con la cabeza.

-¡¿Qué?!—Coloco sus manos en sus caderas y en su tonó chillante me exigió una explicación.

-Es posible que me rechacen. —Mire al suelo. Me sentía como una niña regañada. Soy vulnerable y Sango podía ver a través de mí. Siempre pudo.

-¿Y si te aceptan?—Suspiro. —Debes decirle cuanto antes.

Asenté con la cabeza, pero ¿cómo puede decirle?

"Sesshomaru, te amo y estoy inmensamente feliz contigo pero, si me aceptan en la escuela de china, tengo que mudarme en algunos meses y te dejare por un año."

Imposible.

...

Narra Sesshomaru.

Bankotsu me dio unos papeles que debía revisar antes de entregárselo a nuestro maestro de economía. Nuestro proyecto final estaba en sus finales y teníamos que tener todo perfecto, no tenemos el lujo de equivocarnos en nuestro último año.

-¿Cómo te ha ido con la empresa?—Me preguntó el moreno. Doblamos en la esquina para dirigirnos a nuestra próxima clase.

-Bien, mi abuelo me está enseñando lo necesario. Mi mamá me dijo que está orgullosa de mí. —Revise rápido las estadísticas. —Lo cual hace muy difícil decirle que quiero renunciar para dedicarme a otra cosa.

Bankotsu se detuvo. —Espera, ¿no se lo has dicho?

Negué. Inuyasha me hablo un poco después para saber sobre mis preocupaciones pero no quise preocuparlo, simplemente le dije que o me encargaría de todo. La inocencia de mi hermano pequeño abrió una vieja herida.