Douze

386 58 4
                                    

Mi primera confesión.

Observe al chico frente de mí. Sus ojos eran azules, su piel morena como la canela, tenía una sonrisa inocente y linda, su cabello corto castaño y sus hoyuelos que se hacían cada vez que sonreía.

No pude evitar contagiarme de su nerviosismo, también comencé a sonreír sin razón. Koga, se cubrió el rostro avergonzado y con una disculpa torpe, corrió al otro lado, haciendo que tropezara y cayera. Me tape la boca, tratando de no reírme, pero él se levantó rápido

-Estoy bien. —Dijo, de inmediato corrió.

"Demasiado dulce."

-¿Qué mierda?—Inuyasha se acercó y miro por donde Koga salió corriendo. —Es torpe.

-Es lindo. —Kikyo sonrió.

Sango estuvo de acuerdo. Los chicos sacaron la lengua como signo de asco, comenzaron a caminar dejando saber que no estaban de acuerdo con mi primera confesión, pero para mí fue dulce e inocente...Lo contrario a Sesshomaru.

Acordamos hablar más tarde y seguimos a nuestros amigos, quienes nos presionaban para ir más rápido.

(...)

Izayoi ya nos esperaba con la comida lista, nos mandó a lavar las manos y a mí, avisar a mi mamá antes de que matara. La obedecimos, al final de cuentas, era como nuestra segunda madre.

Me aleje un poco de los demás y llame a la dueña de mis mesadas. Le explique que solo comería e iría de inmediato a la casa, sin divertirme y arreglar mi habitación. Ella acepto.

-¿Todo bien?—Izayoi me preguntó con una sonrisa. Le di las palabras exactas de mi madre. —Me parece razonable, después de aquella fiesta que tuvieras, Naomi está muy enojada.

Le di la razón, para que me dejara en paz y no me regañara. La madre de los Taisho me indico que me sentara y comiera con los demás. Acepte feliz.

-¿Y Sesshomaru?—Inuyasha me sirvió un poco de agua y miro a su madre, quien tomaba asiento.

-Bajara, en unos momentos. —La mujer suspiro. —Ha estado estudiando todo el día.

Kikyo rodo los ojos igual que Sango, ellas realmente comenzaban a odiar al mayor de los hermanos y no las culpaba, aunque por una parte sé que está haciendo lo mejor que puede.. Miroku cambio de tema mencionando mi primera confesión y como Koga se fue corriendo como una gallina.

-Fue valiente para confesarse. —Dijo Sango.

-¿Lo fue?—Miroku rió. —Cualquiera lo puede hacer.

-Que tú seas un puto, no significa que todos sean iguales. —La castaña tomo un sorbo de agua antes de seguir hablando, Izayoi ignoro la palabra grosera de Sango y siguió escuchando. —Tal vez, para él fue difícil. No sabes cuanto pudo haber practicado para decir esas palabras.

Inuyasha tosió con incomodidad, mientras que Kikyo sonreía. Izayoi me pidió que contara todo con detalle, pero en ese Sesshomaru bajo con un pésimo humor. Nos miró con su mirada de "odio a todos" y se sentó sin pronunciar palabra.

Izayoi se levantó para servirle comida, dejándonos con un ambiente muy tenso. Sango jugaba con el tendedor, Kikyo le lanzaba miradas enojadas al peli plateado, Inuyasha bostezaba y Miroku miraba el techo, como si fuera lo más emocionante del comedor.

La madre de los Taisho regreso con un plato de comida, se lo dejo a Sesshomaru y volvió a sentarse.

-Sesshomaru, debes adivinar que sucedió hoy. —Izayoi sonrió como una madre orgullosa.

Lejos Estamos Mejor. (SessKag)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora