Onze

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No recuerdo cuanto llore en la ducha, ni cuantas maldiciones le dedique a Sesshomaru, pero lo que estaba segura era que mi corazón comenzaba a odiar a mi primer amor. Sé que él no tiene realmente la culpa, pero mi necio corazón no podía asimilar otra cosa, que estuviera con otra persona lo sentía como traición aunque jamás estuvimos juntos.

Kikyo me apoyo en todo momento, llamó a Sango y la hizo venir hasta mi casa. Las tres platicamos y vimos películas, tratamos también de estudiar un poco y olvidar nuestros problemas.

-Es un mujeriego. —Sango dejo su vaso de refresco en el suelo. —Estoy tan enojada que quiero golpear sus bolas.

Kikyo la apoyo. Suspire y seguí viendo mi cuaderno con mis apuntes.

-¿Podemos estudiar?

-No. —La castaña me hizo levantar y mirarme al espejo. —Mírate, deberías estar sonriendo mientras que sueñas con un nuevo amor.

Aparte mi mirada del espejo y me senté, trataba superar mi amor hacía Sesshomaru pero ¿Por qué es tan difícil?

(...)

Inuyasha llegó a la escuela con un humor que ni Kikyo lo aguantaba. Miroku más de una vez trato de hablar con él, pero nuestro amigo se negaba a contarnos sus problemas.

Al inicio de la segunda clase, me animé a acercarme a mi mejor amigo. Se encontraba sentado, miraba por la ventana, su dedo índice golpeaba la mesa sin ánimos. Me senté frente a él y le di una patada en sus piernas. Salto de la impresión, me miró enojado pero su expresión cambió en segundos.

-Kagome. —Agacho la mirada avergonzado. —Sesshomaru, él ¿te vio ayer?

Sabía que no podría ocultarle la verdad, aunque mi vida dependiera de ello. Trate de sonreír despreocupada, lo cual no me salió tan bien como pensaba.

-Hmm. —Le acaricie su cabello. —Lo hice, pero no creo que él quisiera verme. Creo que me estoy convirtiendo en una molestia para él.

Inuyasha se cubrió su rostro con sus manos y comenzó a temblar. Me dolía verlo así, él no tenía la culpa de las acciones de su hermano, aunque pensaba que tenía que ser así. Lo que esta sucediendo no es culpa de ninguno de los tres, cada uno esta viviendo como cree que es lo correcto aunque a veces eso dañe a terceros.

Retire mi mano de la cabeza de mi mejor amigo, di una vuelta y me recargue en la silla. En estos momentos, el silencio era la mejor opción; Inuyasha no soportaba más, no podía hacerlo, así que lo deje solo con sus emociones... Por qué a veces es mejor retirarse y esperar.

(...)

El maestro de Ingles notó el comportamiento del peli plateado, así que lo mando a descansar, no podía realizar el examen esas condiciones. Kikyo se mostró preocupada, aun así, se quedó a terminar el papel que depende nuestro futuro.

Sango me miro, su sonrisa era triste y sus ojos no mostraba aquella calidez que siempre me brindaba. Miroku coloco su nombre en la prueba, se levantó y la entregó, ni se molestó en dar explicaciones y salió del aula.

Mire el trozo de papel en blanco, comenzaba a verlo tan borroso que note como agua resbalaba por mis mejillas.

-Estúpido. —Susurré.

(...)

Kikyo se levantó de prisa, dejo el examen en la mesa del profesor y salió del aula, la seguimos Sango y yo. Las tres corrimos buscando a nuestros amigos, quienes nos mandaron un mensaje con las siguientes palabras:

"El primer amor apesta."

-¿Hablaran de mí?—Les pregunte a mis dos mejores amigas.

-Espero. —Kikyo se mordió la uña de su pulgar. —No entiendo ¿Por qué Inuyasha se porta así?

-Tal vez. —En tan solo pensarlo, me dolía. —Se enteró lo de ayer.

-Idiota, siempre se ha preocupado como un hermano mayor. —Sango nos tomó de las manos y nos hizo correr más rápido.

Pasamos por los salones hasta llegar al patio principal, donde ellos nos esperaban con comida.

Sango nos dejó libres, para darles unos golpes a nuestros amigos, quienes reían como unas focas retrasadas. Kikyo se le unió al darse cuenta de lo sucedido, ellos jugaban con nuestras emociones.

-¿Qué rayos?—Me cruce de brazos.—Pensaba que estabas muriendo de dolor.

-¡Hey! Estoy decepcionado de Sesshomaru pero. —Inuyasha se dio unos golpecitos en la barbilla. —No es para sufrir. Temblaba de la rabia.

-¿Rabia?

-¡Sí! Ayer llegó con una mujer, nos la presentó como su novia, ni siquiera sabemos de dónde la conoce. —Taisho alzo los brazos. —Después hable sobre algo que sucedió en la escuela mencione tu nombre, ¿sabes lo que hizo esa maldita?

No lo quería escuchar.

-¡Dijo que estás loca!—Inuyasha bajo los brazos y gruño. —Quise defenderte porque nadie puede hablar pestes de ti, pensé que mi hermano me apoyaría pero solo se quedó callado y siguió comiendo. Después dijo que le diste una abofeteada a Sesshomaru por una ridiculez.

Me mordí el labio, nerviosa. Miroku se cubrió lo boca sorprendido. Sango soltó una carcajada, mientras que Kikyo se guardó sus comentarios.

-Lo hice. —Sonreí.

-¡Bien hecho!—Inuyasha me dio un abrazo rápido.

Los cuatro hablamos un poco más, hasta que nuestra peli plateado nos invitó a comer a su casa. Aceptamos sin preocuparnos por recoger la calificación de Ingles.

Miroku coloco su brazo en mis hombros, tratando de animarme. Le agradecí y seguí su plática sobre su próxima cita.

-¿Ya le dijiste a tu mamá?—Inuyasha se acercó a nosotros. —Ya sabes, sigues castigada por la fiesta.

MIERDA. Era cierto, me disculpe con mis amigos y me adelante para pedir permiso. Saque mi celular de mi mochila y llamé a mi madre, quien atendió a la tercer tono.

-¡Kagome Higurashi!

Voltee a mi costado. Un chico moreno se me acercaba con apuro. Me despedí de mi mamá sin contarle lo de la casa de Inuyasha y mire al chico raro.

-¿Si?

-Me llamo Koga Takashi. —Hizo una reverencia rápida. No sabía cómo actuar, así que solo asenté con la cabeza nerviosa. —Estoy enamorado de ti desde hace tiempo.

What?

Escuche el chillido de mis amigas y el "¿qué mierda?" de Miroku e Inuyasha. Mire a mi compañero con la boca abierta.

-¡Se mi novia, por favor!—De nuevo hizo una reverencia.

WHAT?!

Lejos Estamos Mejor. (SessKag)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora