Capitulo 5

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Después de aquella horrorosa experiencia, Aram cayó rendida a la cama, estaban en casa ajena, pertenecía a uno de los seres humanos que ahora era parásito, este les cedió a muchos de sus congéneres habitaciones para que tuvieran lugar en el que dormir, en la casa podía sentir unos cinco parásitos diferentes durmiendo en distintas habitaciones. Agradeció internamente el hecho de no tener que volver a su vulgar apartamento con la insoportable de Corina. Gotou se acurrucó en la misma cama y Aram trato de ponerse lo menos nerviosa posible, pero no podía controlar los latidos de su corazón que se aceleraban y sabía que el parásito era consciente de ello, él ni siquiera la estaba rozando la cama era suficientemente grande, pero eso no importaba, solo saber que a escasos centímetros de su cuerpo yacía tumbada una criatura tan poderosa con un potencial tan grande de destrucción ya le hacía temblar de emoción.

—¿Sientes atracción sexual hacia mí?— Recordó Aram.

Y tuvo que cruzar las piernas por que una punzante sensación cálida se empezó a extender desde la entrepierna hasta todo su cuerpo. Su mirada era tan afilada, sus pómulos, su cabellos perfectamente peinado hacia atrás, su frialdad, su lógica y falta de empatía, incluso su curiosidad, era algo que a Aram le fascinaba y cada vez sentía como quería estar más y más cerca de él, quería "formar parte de él" nada le podría hacer más feliz… Y entre el vaivén de los pensamientos se quedó profundamente dormida.

Al despertar pronto se dio cuenta de que Gotou ya no estaba, se levantó de inmediato y se puso la ropa limpia que había encima de la silla, abrió la puerta de la habitación y bajó por las escaleras hasta el salón, ahí solo se encontraba uno de los parásitos que estaba girado manipulando algo.

—¿Dónde está Gotou?

—Han salido, tienen que comer…— Respondió fríamente el parásito con cuerpo masculino, al cual aún no le había visto el rostro.

—El dijo que me llevaría a donde quisiera que fuera...— Bajó la cabeza melancólica.

—No te preocupes, tu amo volverá pronto Aram— Se giró y caminó hacia ella. 

Pudo ver entonces su rostro, y lo reconoció enseguida, era el primer parásito al que había visto aquella noche alimentándose … ojos afilados y castaños, pelo corto y ondulado color negro, estatura mediana, y con una expresión sutilmente alegre. 

—¡Tu!— Se sorprendió y una sonrisa se apoderó de su rostro

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—¡Tu!— Se sorprendió y una sonrisa se apoderó de su rostro.  —Tengo que agradecerte que hablaras de mi a los demás, gracias a ti ahora estoy aquí un poco más lejos de esos monstruos humanos… ¡Gracias!— Se acercó a él y lo tomó de la mano con una amplia expresión de felicidad.

—Que curiosa eres… De nada.— Respondió él con un poco de desconcierto.

—¿Cómo te llamo? 

—Kusano… 

—¿Y tú no vas a comer Kusano?— Lo miró con curiosidad.

—Lo are cuando ellos vuelvan, Gotou me a pedido que te vigilara…— se soltó del agarre persiste de Aram y se arasco tímidamente la cabeza con un movimiento y expresión muy humanas.

—¿Ah? Y tú has accedido a hacerlo… qué mono…— Se sonrojo sonriente.

—¿Mono?— preguntó él sin saber a lo que se refería.

—¡Oh! ¡Significa adorable! 

Kusano la miró sorprendido y se fue directamente a sentarse al sofá, por supuesto Aram le siguió y se sentó al lado.

—¿Porque has elegido entregar tu carne a Gotou si como tú has dicho fue gracias a mi el hecho de que ahora estás aquí?— Preguntó Kusano fríamente sin siquiera mirarla.

Ella lo miró tímidamente, sorprendida y nerviosa.

—Es porque él es… el más fuerte, su energía es muy poderosa y es "distinto"...— Kusano la miró con expresión neutral —¿Porque lo preguntas?. 

—No es lógico, el no a hecho nada por ti, los seres humanos actúan por agradecimiento y compensan a aquellos que les ayudan… Tu misma lo has dicho, me debes el hecho de estar aquí…— Su mirada se volvió más oscura y penetrante. 

—¿Quieres que te recompense?— Desvío la mirada. 

—Como ser humano debes hacerlo… 

—No todos los humanos actúan igual como habrás podido comprobar conmigo, sin embargo… tienes muchísima razón y yo también quiero recompensarte pero, ¿con qué quieres que te pague?— Se acomodó mejor en el sofá. 

—No lo sé… A Gotou le has entregado tu carne, pero él la a rechazado o al menos eso se por el momento… en cambio si a mí me ofreces un trozo de tu carne …— Se acercó a ella tomándola por el brazo de forma intimidante —No lo voy a rechazar...— Se lamió los labios y dejó ver unos afilados dientes colocando su rostro a escasos centímetros del de ella. 

Aram ya estaba extremadamente nerviosa y le costaba pensar con claridad teniéndolo tan cerca. Kusano acercó el brazo de Aram a su boca y con la larga y resbaladiza lengua comenzó a lamer la mano. Ella estaba en completo shock, aquella situación estaba excitando su cuerpo y seguía sin ser capaz de articular palabra. Kusano proseguía envolviendo de forma tentadora los dedos de la chica con su lengua y pudo sentir como los dientes le rozaban levemente.

—Entregame tu brazo… sabe demasiado bien … 

Aram no pudo negarse, no pudo decir nada.. su cuerpo estaba bastante agitado solo quería que aquel parásito continuará paseando esa viperina lengua por su brazo y la llevará a más sitios, sin embargo él quería arrancarle el brazo y comérselo. Los dientes de Kusano se encajaron suavemente en la muñeca y empezó a apretar poco a poco. El ruido de la puerta principal los sorprendió a ambos pero Kusano no se movió y siguió hincando los dientes y dejando ver una gota de sangre, aquello ya iba a dejarle marca… 

—¡Kusano!— La voz de Gotou atravesó el cuerpo de Aram. 

Kusano soltó la herida muñeca.

—No creo que te importe si le quito un brazo ¿cierto? Después de todo tu no te la vas a comer…

La energía de Gotou cambio y se volvió muy hostil algo que Aram pudo notar y le hizo temblar más aún, los dientes se volvieron afilados y le salieron otro par de ojos debajo de los que ya tenía.

—¡Es mía!— Sus brazos se convirtieron en cuatro apéndices con afiladas y enormes cuchillas que lanzó sin cuidado hacia Kusano.

—¡No!— Gritó Aram que se interpuso en la trayectoria de las cuchillas y alzó los brazos en posición de defensa, Gotou no pudo desviarlas correctamente para no herirla así que una de ellas atravesó completamente su mano cortandola por la mitad hasta la muñeca salpicando su cara de sangre y dejando las dos mitades separadas.

—¿Por que le proteges?— Gotou preguntó retirando las cuchillas con aspecto más monstruoso, despidiendo energía puramente hostil. 

—Bajo ningún concepto puedo permitir que os dañeis entre vosotros… y mucho menos por mi culpa.— Sollozó ella agarrando su mano que colgaba inerte y lo manchaba todo de sangre. —Kusano solo estaba reclamando una recompensa por haberme traído hasta aquí… soy comida y el respeta que yo me haya entregado a ti, por eso solo quería un trozo… él estaba siendo amable...— las lágrimas caían una tras otra sin apenas darse cuenta y la pérdida de sangre ya le estaba afectado.

—¿Amable?— preguntó Gotou.

—Solo quería mi brazo… ni siquiera me iba a matar, puedo vivir sin él... Y tiene razón, se lo debo… Gotou… deja que Kusano devoré mi brazo por favor.— Calló al suelo pesadamente, perdiendo el conocimiento. 

MI CARNE HUMANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora