─ Narrador: Rubius/Rubén
Lolito y yo estábamos sentados mientras observamos a Raúl terminar de anotar cosas en la pequeña pizarra que teníamos. Habían pasado algunos días desde la última conversación que tuve con Auron y odiaba el sentimiento de desconfianza que se había formado en mi interior; una parte de mí quería creer firmemente en mí amigo así como él lo hizo conmigo, pero otra parte de mi tenía mucho miedo de que todo resulte mal, y aunque no se lo había dicho, sé que lo notaba porque muchas cosas habían cambiado.
─Ya no confías en él, ¿verdad? ─me preguntó Manuel mientras la brisa golpeaba suavemente nuestros rostros moviendo un poco nuestros cabellos. Suspiré y asentí.
─No sé en quién confiar, ese es mi problema ─le confesé y escuché una pequeña risita.
─Te entiendo, ¿sabes? Pero a veces no es cuestión de estar 100% seguro, simplemente cierra tus ojos y déjate caer. Estoy convencido de que Raúl te atraparía ─dijo y pude notar la seguridad en sus palabras, envidiaba sentirme así de seguro de mis palabras y pensamientos.
─No es tan fácil en este caso, no sabemos a qué nos enfrentamos... o más bien, a quien ─Lolo frunció el ceño.
─¿Qué dices? ¿Crees que Raúl es un asesino? ─me quedé en silencio ya que no me atrevía a decirlo en voz alta ─Muy bueno de tu parte pensar así de la única persona que te cree ─dijo con enojo y mordí mi labio inferior al saber que tenía razón.
─Pienso lo mismo de todos. No es personal ─le dije y negó mientras me miraba mal.
─Claro que es personal, no pensarías que el malo en todo esto es Samuel, ¿verdad, Rubius? ─touché. Se levantó antes de que pudiera contestar algo y tomé mi rostro con frustración.
Cada segundo que pasaba era clave para desvelar qué es lo que iba a suceder pero mi cabeza solo se concentraba en darle vueltas al asunto de Raúl.
Hablando de Raúl, se acercó a mí sentandose donde Lolo estaba antes.
─Hey, ¿está todo bien? ─preguntó y asentí con una sonrisa débil. Que mal se me da mentir ─Puedes ser sincero conmigo ─dijo mirando hacía el frente.
─Odio esta situación de incertidumbre ─le dije y él asintió.
─Yo igual, ¿quieres dejarlo? ─negué rápidamente, claro que no, se que me arrepentiría por el resto de mi vida ─Bien, porque ya no puedes dejarlo. Rubén, tienes que dar lo mejor de ti y si quieres hacerlo solo porque no confías en nadie, hazlo. Yo... yo sé que tú puedes ─cabizbajo sonreí y sentí como Raúl me daba un pequeño abrazo que correspondí.
Se sentía bien tener un amigo. No entiendo cómo puedo desconfiar de alguien como Auron que no me ha dejado solo nunca.
─Hagamos esto juntos ─le dije y me sonrió ─¿Cuál es la siguiente parte del plan?
─ Tiempo transcurrido: Días
Willy se encontraba trabajando en su huerto, su cabello blanco se movía con el viento. Me había llamado ya que la Hermandad tenía una misión qué debíamos cumplir los tres juntos, y todo venía perfecto con la siguiente parte del plan.
Debía hacer que Willy confíe tanto en mí para contarme cada uno de sus planes, debía convencerlo de que seguíamos siendo amigos y que lo cubriría en cualquier plan que tenga, incluso si esos planes incluyen a las personas que quiero. Según Raúl, lo más importante era que Guillermo no sospeche nada acerca de nuestro plan, de nuestros encuentros y de lo que yo sabía acerca de eso. También, según los Dioses y la investigación de Auron, estar junto a mi hermano oscuro ayudaría a mis visiones.
Ante cualquier emergencia, Raúl me había dado un comunicador y estaría atento a él día y noche.
─Rubius, hermano ─dijo el de cabellos blanco y me sonrió. Pude ver la oscuridad en sus ojos y me obligué a apartar la vista antes de sentirme mareado. Le sonreí y estreché su mano, mi respiración estaba agitada pero tenía que controlarme, todo saldría bien.
─William, compañero ─nos unió en un pequeño abrazo, era lógico, llevábamos tiempo sin vernos. El grito de Fargan nos hizo separarnos y observar como nuestro torpe compañero se caía de la pequeña montaña ─Ahí lo tienes al tontito ─ambos reímos y se sentía como si nada estuviera mal, como aquellos primeros días de maldades cuando solo eramos nosotros tres contra el mundo, o más bien, el mundo contra nosotros y nuestra oscuridad.
─¡No se rían y ayúdenme! ─gritó David desde el suelo cubierto de tierra.
─¿Tú escuchas algo Rubius? ─dijo Willy haciendo el tonto, decidí seguirle la broma mientras que Fargan intentaba levantarse y sacudir su ropa.
─Escucho un búho, ¿lo escuchas Willy? ─mi hermano asintió y nos echamos a reír cuando Fargan nos golpeó sin fuerza.
─Los odio, ¡sopa de veneno! ─dijo haciéndonos reír.
─Bien, concentrados ─dijo Willy seriamente y mirándonos a ambos ─Son misiones diferentes para los tres pero... todas son de la Hermandad y... todas incluyen TNT ─dijo con una sonrisa malvada y paso a entregarnos mochilas repletas de TNT que también traían el objetivo qué debíamos atacar junto a unas máscaras ─Hagan bien el trabajo, no quiero ni un solo error ─El líder habló y de nuevo tuve que apartar la vista para no marearme, sentía que mi nariz sangraria en cualquier momento así que debía apresurarme en alejarme de ellos.
─Tranquilo Willy compañero, somos hermanos, no te vamos a decepcionar ─le dije y pareció sorprendido pero sonrió mientras asentía.
─Somos hermanos ─repitió antes de que todos tomemos caminos diferentes, el sol comenzaba a caer.
Tomé la máscara y observé el objetivo, el molino de Karmaland, debía volarlo por completo antes de que marquen las doce de la noche. Siempre se me habían dado bien estas cosas, huír, cometer crímenes sin que nadie sospeche de mí. Aunque se me daba fatal mentir, podía lograrlo a veces y la Hermandad confiaba en que lo haría, pues mis trabajos siempre eran elogiados.
Coloqué el TNT de forma estratégica para lograr un efecto en cadena y volarlo todo, mis ojos brillaban cada vez que surgía algo como esto y por un lado se sentía extraño, pero amaba la adrenalina corriendo por mi sangre.
Observé el reloj y supe que era la hora perfecta para hacerlo explotar, tomé el mechero y encendí el primer TNT, corriendo a toda velocidad para no hacerme daño ante semejante explosión, me oculté entre los árboles y dí un salto cuando sentí una mano tocando mi hombro. Para mi suerte (o tal vez no) solo era Willy, ambos observando el molino, como en los viejos tiempos.
─Un trabajo espectacular como siempre, hermano ─dijo y mi piel se erizó. Asentí intentando que mi respiración pase desapercibida y sosteniendo con fuerza el comunicador que Raúl me había dado ─¿Sabías tú que Auron y Lolito son amigos de nuevo? ─preguntó de la nada, helando mi sangre.
─No...no ─dije y me golpee mentalmente por sonar tan torpe ─Que bueno que... se reconcilien ─dije en voz baja y Willy asintió con una sonrisa cínica.
─Exacto ─dijo y comenzó a caminar lejos cuando la explosión se detuvo ─Como Samuel y yo que superamos los problemas ─dijo y me miró con la misma sonrisa malvada. Tragué saliva me alejé sin responderle absolutamente nada.
Me sabía horrible la forma en la que dijo el nombre de Samuel.
Llegué a mi hogar y mi nariz comenzó a sangrar, dolores de cabeza y todo se volvió negro hasta que imágenes comenzaron a aparecer, borrosas, distorsionadas.
Una visión.
─
buenos días, buenas tardes, buenas noches
¿que tal estamos?
perdón por tardar tanto esta vez 🥺 recién hoy me liberé un poco de las tareas por la cuarentena y lo primero que hice fue ponerme a escribir!
espero que estén disfrutando de la historia tanto como yo <3
cuídense mucho, besitos in the siempre sucio ( ꈍᴗꈍ)
abril. <33
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[PAUSADA] brotherhood of evil ─ rubegetta
Fanfiction[PAUSADA INDEFINIDAMENTE] "No te arrepientas, no te arrepientas. La Hermandad Oscura es buena y siempre observa."