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Narrador: Auron/Raúl

Habían pasado unos cuantos días desde la última visión y Rubén, luego de despertar, simplemente me había pedido que le diera un tiempo a solas. Acepte no muy seguro de perder tanto tiempo sin hacer nada, me sentía inquieto al tener que quedarme sin poder hacer nada y mucho menos hablar con alguien, pero obviamente no se lo dije y lo comprendí, el chico estaba afectado.

Sin embargo, no me quedé mirando a la nada como un tonto, claro que no. Yo tenía mis propias sospechas y dudas, esas que siempre me desembarcaban en la misma persona. Tomé mi gorra negra y mi mochila, había visto a alguien salir de casa de Luzu montado en un cabello muy peculiar así que decidí poner todas mis habilidades de investigador sobre mi espalda y seguir el rastro de aquella persona misteriosa que iba vestida de negro.

En el camino pensaba una coartada en caso de ser descubierto, para mi suerte, se me daba de maravilla improvisar y mentir con rapidez. Rezaba por no perder el rastro del desconocido pero tenía mucha ventaja sobre mí al ir montado en un caballo, obviamente podría haber usado mi caballo pero no soy de esas personas que disfrutan montar. En cualquier sentido de la palabra.

El desconocido se detuvo frente a una casa de madera, agradecí que haya un muro que logre cubrir toda mi figura. Me escondí ahí para regularizar mi respiración, acomodé mi gorra y me asome lentamente, el caballo estaba atado a un pequeño árbol por lo que asumí que mi querido jinete estaba dentro de la casa. Debía pensar muy bien mi jugada para espiar sin ser descubierto, observé a mi alrededor pero no había mucho, estábamos en medio de la nada a las afueras de Karmaland, el sol estaba cayendo y eso podría ser una carta a mi favor pero también una carta en contra.

Me parecía extraño no escuchar ningún ruido, tal vez se debía a que me encontraba un poco lejos pero es que ni siquiera había ruido del ambiente. Todo era un completo silencio que podría acabar con cualquier persona hasta hacerle perder la cabeza.

Respiré profundo y decidí acercarme. Podría decir que me había perdido y ví esa pequeña casa y un caballo.

La casa tenía una ventana y una puerta, por lo que podía observar era una construcción algo antigua. Fruncí el ceño al no recordar que nadie de Karmaland se haya mudado tan lejos alguna vez.

La puerta se abrió de repente y sentí mi corazón latir con fuerza, corrí lo más rápido que pude a esconderme pero mis pasos se habían escuchado y el desconocido me había pillado. Escuché su respiración, tenía miedo, incluso me atrevo a decir que tenía más miedo que yo, escuché ruidos que no pude reconocer, entonces una flecha de fuego cruzó a mi lado y no entendí como pude tener tanta suerte de que no me haya dado en el brazo.

─¡¿Quién esta ahí?! ─gritó y tragué saliva al reconocer la voz de Luzu, ¿qué hacía él por aquí y tan camuflado?

Mordí mi labio inferior y otra flecha paso a mi lado, no podía moverme hacía ningún lado porque quedaría al descubierto. Solo me quedaba aguantar la respiración y confiar en la oscuridad que por ahora, estaba de mi lado. Sentí sus pasos acercarse y lo sentí lanzar más flechas.

─Joder, no tengo antorchas ─murmuró y gracias al silencio sepulcral pude escucharlo.

No sabía si lo había hecho a posta para que yo me asome confiado y así poder pillarme, así que me mantuve en mi lugar. Luzu era muy inteligente y también un buen estratega, cualquier caería en sus trampas pero yo le conocía muy bien como para ser tan tonto.

Unos segundos más hasta que podía sentirlo pisandome los talones. Cerré los ojos y deje de respirar, pero fue inútil. La luz de la antorcha iluminó mi rostro y me obligó a abrir mis ojos.

─Raúl... ─su expresión era neutra, ni siquiera parecía sorprendido y eso me causaba escalofríos. ¿Acaso ya se esperaba verme ahí? Cambio su arco por su espada y la posó en mi cuello, impidiendo que me pueda mover.

Tragué saliva y lo miré fijamente. No le tenía miedo, sé que Luzu es capaz de muchas cosas pero esta es una de las que dudo.

─¿Qué haces aquí? ¿Me estabas siguiendo? ─dude en contestar, pensé rápidamente y decidí hacerme el tonto.

─Yo estaba... siguiendo a un tío vestido de negro. Pero le perdí el rastro ─mentí y Luzu casi suelta un suspiro de alivio. Su espada se apartó de mi cuello, lo miré entrecerrando mis ojos ─¿Tú que haces aquí? ─procure que me miré, solo así sabría si me estaba mintiendo.

─Explorando ─dijo con rapidez. Sonreí bajando la mirada, vaya Luzu, siempre tan rápido pero no lo suficiente para mí, siempre estaré un paso delante.

Comenzó a alejarse con antorcha en mano y pude notar que estaba enojado conmigo aún, caminé tras él no sin antes echarle un vistazo a aquel caballo que permanecía atado en el árbol.

─¿Ese caballo es tuyo? ─le pregunté y detuvo su paso.

─¿Qué estás buscando Raúl? ─dijo quieto en su lugar, un par de pasos nos separaban. Empuñé mi espada disimuladamente, sin quitarle el ojo de encima.

─¿Por qué me mientes? ─le pregunté y ví como su mano temblaba. Sonreí al conseguir mi objetivo, tenerle contra las cuerdas.

Sin embargo, como dije antes, Luzu es muy inteligente.

─Podría preguntarte lo mismo, ¿sabés? ─dijo sin voltearse. Mordí mi labio inferior conteniendo una sonrisa ─Yo no te he visto, y tú tampoco a mí, ¿es un trato? ─dijo finalmente enfrentándose a mí con sus ojos marrones pegados a mí. Lo miré y sonreí.

─¿Tengo otra opción? ─le pregunté siguiendo su juego.

─Sabes que sí ─dijo tomando su espada y en posición para luchar. Ambos sonreímos.

─Vaya, como han cambiado las cosas ─le dije adoptando su misma postura, aunque ya sabía que perdería, pues ya conocía a Luzu y se que ante cualquier movimiento sacaría su arco y su flecha me empujaría lejos, dándole tiempo a marcharse.

Su expresión de tranquilidad cambió rotundamente.

─Tú quisiste que cambiarán, ¿debo recordarlo? ─me dijo y suspiré, odiaba que siempre sacara aquel tema aunque sea de forma indirecta ─Podríamos ser un dúo genial y lo sabes ─negué de inmediato, claro que no y él lo sabe muy bien.

─Yo no soy como tú ─esas palabras le dolieron y a mí también, pero era la verdad. Luzu había cambiado, y lo hubiera hecho incluso sin mi infidelidad. Y no eran de esos cambios buenos, era una persona oscura, yo no.

─No hay peor ciego que el que no quiere ver, Auroncito
─dijo y sin darme tiempo a soltar un suspiro, su flecha impacto en mi hombro hasta hacerme perder el equilibrio. Lo ví correr lejos.

Me quedé con su flecha y la herida, pero sobretodo con sus últimas palabras que retumbaron en mi mente.

¿Acaso soy una mala persona?

buenasssss, hoy a tope 💯💯

¿qué tal estamos?

¿luzu oscuro? ¿auron oscuro?

espero que estén disfrutando de la historia tanto como yo disfruto mucho de escribirla; hoy tocó luzuplay 。◕‿◕。

ante cualquier duda/malentendido, aquí estoy para responder todo lo que este a mi alcance y no incluya algún spoiler ;]

¡muchas gracias por todo el apoyo!

besitos, chao (~ ̄³ ̄)~

abril. <33

[PAUSADA] brotherhood of evil ─ rubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora