Four

280 34 22
                                    



Quien pensaría que al final, yo sería todo un crack en el arte de la fotografía. Digo, le tome una cuántas fotos a Sophia y han salido espectacular.


Saben algo... las pelirrojas no son muy de mi tipo.


Pero por ella lo podría conside...



Cállate, tienes a una rubia ya.

Vale.


Al terminar la sesión, para un proyecto, ella toma asiento conmigo en la cafetería.

Sophia es mi amiga desde que tengo memoria, pero con esto de estar terminando el instituto es muy raro que nos veamos, ella prácticamente tiene un año más que yo, pero entró muy tarde a la escuela.


— ¿Y esa cara? — pregunta de repente —La has tenido todo el rato — encarna una ceja y yo suspiro pesadamente.



Ahora no quiero agobiarme con eso.

Así que busco cualquier excusa.


— Así es mi cara sabes, no puedo cambiármela — ella rueda los ojos.


— Vega vamos, sabes que puedes hablarme de lo que sea — ella me hace unos ojitos y suspiro pesadamente.

Antes de hablar miro a los lados para ver si alguien nos está espiando.




— Papá va a casarse — le susurro y ella abre los ojos, antes de que ella diga algo, me inclino y susurro más bajo — Y no es una mujer.



Si me hubieran preguntado, ¿quién tiene los ojos ma agrandes del mundo?.



Les respondería que Sophia.

La pobre estaba en shock y no la culpaba, así había sido mi cara en aquel momento. Así que cuando termina de analizarlo todo, con los ojos más abiertos que que, se acerca a mi para susurrarme.


— Es un extraterrestre —la miro antes de soltar una escandalosa risa, ella también ríe.



— Pensé lo mismo — le digo entre risas, pero después ella solo sonríe tímida.



— Sabes no tiene nada de malo Jack, estamos muy avanzados sobre la preferencias sexuales y creo que deberías de saberlo ya — dice, he puesto una cara más seria, si lo pienso bien, no tengo nada en contra de eso, pero algo en mi interior me dice que está incómodo, pero otra parte me dice que lo incómodo no es por el hecho de la boda, si no por otra cosa, que aún no se que es.


(...)


— Al final los evaluaré con ese ensayo, pero si no lo traen, malas noticias, reprobarán el semestre — anoté todo eso en la libreta, la escuela no era algo que me preocupara, en realidad lo único que me preocupaba era todo este royo de los numero y eso, porque las matemáticas nunca se me dieron bien.


Al salir de la última clase, voy a mi coche para ir a mi apartamento.



— Eah amigo — volteó y veo a Finn con las manos en el bolsillo y me percato de un gran moretón en el pómulo derecho — Le he prestado el coche a mi hermana por hoy, ¿crees que puedas darme un aventón? — pareciese que tiene algo de pena al decírmelo.


Pero joder, somos mejores amigos, tenemos toda la confianza del mundo, bueno no se porque, pero su cambio de actitud me desconcierta a veces.


Ladeo la cabeza — Claro, sube — le doy un sonrisa y el me la devuelve, pero una de boca cerrada, entonces sube al copiloto, cuando estamos adentro no puedo evitarlo y pregunto.


— ¿Que te ha pasado?, ¿te has peleado? —inquiero, él me mira y ladea la cabeza riendo,


— Bueno me he caído, sabes que el fútbol americano es rudo — ríe y noto un poco de incomodidad, aún así le hago creer que esa excusa me la he tragado.


Arrancó el coche y vamos directo al apartamento.

A veces me gustaría saber, el porque de esta tensión tan incomoda entre nosotros dos, pero sinceramente ahora tengo cosas más importantes en las que preocuparme.

Dudo si decirle a Finn sobre lo de mi padre, pero que más da, él es mi mejor amigo y le tengo tanta confianza que me asusta.



Llegamos al apartamento después de un recorrido silencioso, abro la nevera y saco mi jugo de naranja, me siento en el sofá grande al otro lado de Finn y prendo el televisor, buscando una película de acción, a media película hablo.


— Oye te tengo que contar algo — Finn despega la vista del televisor y me mira — Mi padre se va a casar — no parece sorprendido pero aún así habla.



— Esto es genial Jack — sonrío de lado y le miro — Que afortunada la que lo haga.



— Es que bueno — me rascó la nuca — mi padre no va a casarse con una mujer.




Espero su reacción de nuevo, pero esta vez me mira con el ceño fruncido y siento que se ¿tensa?.


— De igual manera es genial ¿no lo crees? — evite su mirada y asentí con la cabeza.

Y de alguna manera me sentí incómodo en ese momento.

La hormona de Jack -FackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora