Seventeen

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Olvido por completo que tengo raspones por casi todo el cuerpo, me levanto y cálculo la distancia que me separa del rizado. Es mucha, así que me encuentro corriendo para alcanzarlo.

Después de unos segundos de seguirlo, le  jalo del brazo.


— Venga ya — le digo cansado de que siempre huya.


— Jack cállate — se da la vuelta y me mira otra vez, cómo si me quisiera asesinar y no hace falta que haga mucho.

— Es que eres un crío llorón.

Él entrecierra los ojos.

— Sí serás idiota.

— Lo soy, pero tú lo eres también.

— Eres... — no termina de decirlo, por qué sabe que es inútil discutir conmigo.

— ¿Me vas a dejar explicarte?

Finn asiente con la cabeza.

— Lo que acabó de decir emm...


— Lo se, es un error.

— ¿Quieres callarte? — mi voz suena más irritada de lo normal.

— Vale.

— Es cierto, he sido un idiota, muchas veces lo he sido. Pero lo que he dicho, lo dije muy enserio... me he pasado días enteros sufriendo las consecuencias de vivir separados.

Él tomó unos segundos para procesar, saboreando cada palabra que salía de mi boca, porque esto iba a ser muy difícil de explicar.

— Lo que te afecta es la separación entonces.

Negué con la cabeza.


— Me afecta que estés con alguien que no soy yo, me afecta que no me veas como antes, me afecta haber perdido a mis dos mejores amigos. Porque me afecta muchísimo saber que no cuento con nadie.


Finn arqueó su ceja derecha.

— Ya lo se joder, ya se que Dess me ha apoyado.


— Muchísimo diría yo — en su voz puedo notar resentimiento.

Suspiro y le miro mal.

Es un capullo.

— Me gustas y lo puedo asegurar.

— No sabes nada aún — vuelve a atacar y estoy apunto de golpearlo — Han pasado solo unos días.

Eso es lo último que dice Finn, después nos quedamos en silencio. Mirando hacia otro lado y evitando cruzar otra palabra. Ahora mismo siento como si me quitaran un peso de encima, expresar tus sentimientos es una mezcla de terror y angustia. También de liberación.

— Tengo que ir con mi madre para que me cure estos raspones — comento rompiendo la tensión.

— Mi madre está más cerca.

La hormona de Jack -FackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora