Six

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Era viernes.

Bendito viernes.

Viernes de mierda.

Esperado viernes.

Vier...

Cállate por Dios.


Rodé los ojos y seguí poniendo la mayoría de atención a la clase. Todos los compañeros de mi equipo estaban preocupados por que me habían visto con el vendaje. Después me pase media hora explicando lo que había pasado y que no era nada grave, pero solo el primer día estaría un poco fuera de juego.

Al sonar el timbre, me limité a no hacer un movimiento estúpido que me lastimara la mano.

Todos mis compañeros salieron volando del salón, yo fui el último.

Caminé despacio, visualizando a cada alumno. Me quería reír, es decir, jamás en la vida me había sentido tan lento. Cuando llegue a mi auto, mi móvil sonó.

Mire la pantalla y vi que era un mensaje de Dess.


D: ¡Hey lindura! – puse los ojos en blanco, no es que yo me sintiera muy masculino cuando me decían eso, pero decidí dejarlo pasar.


Molly hará una fiesta mañana, si tú y tú lindo vendaje están bien, podrías venir.

¡Mejórate lindo, nos vemos!

Uhm, quien es totalmente idiota para hacer una fiesta el sábado en el que la mayoría de los alumnos viajan para visitar a sus familiares. Sobre todo quién es más tono por asistir.



                                  (...)


Venga vamos, lo que dije ayer lo dije cabreado.

Dess me lleva de la mano por el gran bulto de estudiantes que se están alcoholizándose, yo la sigo teniendo una gran vista de su espectacular figura, así que una sonrisa no me falta.


Es deprimente no poder beber nada estando con Dess, eso haría más relajante él asunto. Siempre que asisto a las fiestas termino borracho y pelando por quien bebió más con mi amigo del alma, Finn. De pronto caigo en cuenta de que no he visto a finn desde ayer, no llego a dormir.


No es que lo estuviera esperando todos la noche.


Mentiroooosoooo.


Bueeeno, tal vez sólo quería ver que es excusa ponía por no haber aparecido en todo el día.


Mentirooosooo.



Venga ya, es bastante lioso estar hablando con las voces de mi cabeza. Pero si van a estar conversando conmigo, tendrán un nombre.

Jack 1

Jack 2


Diablos que original soy.


Salgo de mi charla y reflexión mental, para mirar a mi alrededor. Estoy sentado en un gran sofá, siento el cansancio de todo el día en los hombros, así que me recuesto.

En milésimas de segundo siento un dolor insoportable en mi mano vendada, me levanto como rayo y escucho la risa de aquel capullo, Finn, ostras duele mucho.


— ¡¿Qué te sucede hijo de... ¡Ah mierdaaa!

Su risa estalla más.

- No llores princesa, solo fue una dobles.

Levantó la vista y lo fulminó con la mirada, aquel cabrón va a sufrir después de esta.

Y la fiesta continuó, eran aproximadamente las 3 am y yo están muerto de sueño, así que lleve a Dess a su casa y luego de un rato, me dirigí a la mía, mantuve los ojos bien abiertos durante el trayecto.


Al llegar solo abrí la puerta y me deje caer en el sofá, termine por cerrar los ojos y dormirme.



— ¡Hey lindura ven aquí!

Sonreí al escuchar la voz de Dess, definitivamente era una completa preciosidad.

Llegue hasta donde estaba aquella chica tan jodidamente bonita.

— ¿Te mueres si no me la vivo pegado a ti?— le pregunté en tono burlón, solo recibí una sonrisa y un golpe en el hombro.

— ¿Sabes que te quiero mucho? — preguntó con un tono demasiado y asquerosamente meloso.

Yo simplemente asentí con la cabeza.

Así aquí estaba, con la chica de mis sueños, con los labios más deseables, yo apunto de besarlos.

Y cuando me acerque más a su rostro, sentí su respiración, luego se mezcló con la mía, sin más juegos, le tome de las mejillas y le plante un beso, pero algo era diferente, sus labios estaban resecos, tenían un sabor amargo, además de que no me podía quejar tanto.

Sentí como una presión en el pecho, una felicidad, mientras nos besábamos, antes de que nos separáramos sentí...



— ¡JACK! — escuché tan de repente, que di un brinco en mi lugar y me levante de golpe, cuando abrí por completo los ojos, no tarde mucho en enfocar mi vista en Finn. Estaba parado enfrente de mí con los ojos abiertos, su respiración agitada y los labios...

¿Los labios?

Pero que...

Oh no no no no no.

Era imposible, yo tenia los labios resecos, subí una de más manos para comprobarlo y la respuesta me golpeó por sí sola. Esto estaba mal, muy mal.

Mis ojos también se abrieron, todavía procesando lo que yo creía.

¿Yo lo había besado?

Si baboso.

No, me negaba.

No importa si te lo niegas, lo besaste.


Agache la vista y solo oía el sonido de nuestras agitadas respiraciones.

Lo peor no fue el beso.


La sensación que había causado sobre mí, lo había disfrutado y sinceramente, no creo que fuera por el sueño y el pensamiento de Dess besándome. Venga, jamás había sentido ese tipo de sensaciones.


Escuché la puerta cerrarse y me rendí de nuevo en el sillón.

La hormona de Jack -FackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora