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"SeHun y JiHyun"

Aunque detestaba la idea de volver a clases después de pasar un fin de semana con su hijo, no podía darse el lujo de faltar y menos si las vacaciones están cerca, lo que significa muchísimos exámenes y proyectos. El otoño está a la vuelta de la esquina, y el pequeño frío que comienza por la mañana para durar todo el día demuestra lo que se avecina, KyungSoo tiene un poco de miedo, Yixing siempre fue de defensas bajas y es esta estación es donde se enferma muy a menudo.

Antes de irse a la universidad lo refugió muy bien en montones de ropa para invierno, Yixing se queja por lo irracional que esta haciendo y que parece gordo con toda la ropa encima, pero a KyungSoo le importa un pepino y de paso le ha advertido a Hyuna que no le vaya a quitar nada cuando él se fuera. Cuando Yixing se enferma no puede quedarse a su lado por más que desea, y menos podrá ahora que la cafetería donde trabaja comenzaba hacer su transferencia al nuevo local que SeokJin compró y todavía no es capaz de ver.

Estaba un poco nervioso por eso, tenía la conciencia que haría un estupendo trabajo como jefe si dejaba de lado los malos tratos a su presencia, de hecho su jefe le dio la oportunidad de despedir aquel que se pasara de listo, lo único que le preocupaba era el camino que empezaba a tomar en su vida laboral. Desde hace una semana atrás que él y SeokJin comenzaron a ver algunos locales para lo que sería su repostería, y aunque en un principio se negó porque el quería esperar hasta acabar la universidad al final se logró convencer con las palabras de su jefe, estaba nervioso de lo que podía pasar pero la felicidad era mucho más.

Saber que estaba a un paso de poder cumplir su sueño lo llenaba de puro orgullo, no podía esperar para contárselo a sus amigos, y de paso a JongIn.

Dejó un beso sobre la coronilla de su hijo, haciéndole prometer con el dedo meñique que cuidaría muy bien de su salud. Salió de su casa, encogiéndose en su suéter cuando una brisa fría hizo presencia, parecía que este año iba hacer más frío que los anteriores. Subiéndose el cierre de la chamarra que llevaba encima del suéter y cubriéndose bien con la bufanda, se puso en marcha para dirigirse a otro día frustrante de escuela.

Definitivamente iba a empezar ahorrar para comprarse un carro, eso de estar esperando el autobús a tempranas horas con un frío de los mil demonios no era agradable, además que sería más cómodo tener su propio vehículo. La idea había estado ahí por mucho tiempo, pero las gastos que tenía no le permitían darse esos lujos, no le alcanzaba ni para uno súper viejo. Ahora que la vida comenzaba a darle buenas oportunidades, y que su paga crecería mucho más ahora que estaría encargado de una cafetería, podía darse esos lujitos que por muchos años deseo, y poder complacer a su hijo.

Ahora que se ponía a pensarlo, las cosas estaban cambiado un poco para él, buenas cosas estaban llegando a su vida como una recompensa de todo lo que tuvo que pasar; la llegada de su increíble alfa, la nueva oportunidad que tendría para abrir su propio restaurante, y con increíbles personas a su lado no podía ser más feliz. Lo único que lo tenía alerta era BaekHyun con el problema de su pareja destinada, y que ese alfa sea ChanYeol, su peor enemigo en la vida. Había dicho que haría lo posible para alejarlo de sus vidas y no tener que volver a sufrir, lo último que quería era que ChanYeol se enterara que tenía un hijo con él.

No le permitiría que se acercara a Yixing, su bebé era tan importante para él y no dejaría que conociera al monstruo que tenía por padre. No quería destruir su inofensiva imagen que tenía de su padre, siempre le contó una versión de ChanYeol muy diferente a lo que en verdad era para ahorrarse que en su pequeño e inofensivo ser creciera un odio a alguien que no lo merecía.

•Dulces Mentiras | 🌻 KaiSoo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora