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"La verdad"

KyungSoo miró a través de la ventana del auto su pequeña pero acogedora casa, las luces prendidas. Sabía que cruzando esa puerta su bebé lo recibiría con los brazos abiertos y un montón de besos, Hyuna lo miraría enojada por no haberle marcado y avisarle que iba llegar tarde, estaba muy seguro que su amiga estaba muy preocupada, normalmente se daría prisa para ser recibido de esa manera, tranquilizandolo y haciendo que sus preocupaciones se esfumaran por arte de magia.

Hoy era diferente, no quería entrar a su hogar aún cuando su pequeño lo estaba esperando, lo único que deseaba en estos momentos era ser tomado entre los brazos de JongIn y que lo mimara.

Su omega lo necesitaba.

El auto estaba lleno de feromonas de alfa enojado, feromonas tan fuertes que lo hacían encoger en su asiento poniéndolo todo sumiso ante el alfa que parecía que en cualquier momento iba a estallar por un montón de sentimientos negativos que lo albergaban. En el camino abrió la ventana tratando de ventilar un poco el auto pero poco le funcionó, las feromonas eran jodidamente fuertes que hasta podían intimidar a otro alfa, y aseguraba que JongIn no era consciente de lo que hacía y cómo lo estaba intimidando. Era como si su lobo hubiera tomado las riendas del asunto.

Miró por el espejo retrovisor a los dos pequeños cachorros, su corazón apretandose de dolor cuando los vio abrazándose entre ellos en busca de protegerse ante la amenaza de alfa enojado, sus ojitos llenos de lágrimas le devolvieron la mirada, suplicandole con ésta que los ayudará. Los entendía, cuando era un cachorro varias veces tuvo que enfrentarse ante la situación de un alfa enojado y era bastante temeroso, absolutamente nadie quiere hacer enojar a un lobo con tanto poder.

Volteó en su asiento para tenerlos de frente, les sonrió tratando se tranquilizarlos aunque estaba peor que ellos, sin embargo trataba de ocultarlo para no alterar más las cosas. Le sorprendía un poco que a estas alturas Jongdae no haya soltado un comentario tonto para burlarse de su hermano, pero parecía que el chico sabía lo que estaba pasando y que tenía que mantenerse al margen, aún cuando JongIn era su hermano mayor seguía siendo un alfa y debía tenerle respeto en algunas ocasiones, así no terminaría alterando a su lobo interno.

-Oigan, bebés.- les susurró de manera tan suave, usando su voz omega- ¿Por qué no van adentro y nos esperan? Pueden jugar con Yixing, por lo mientras.

Los cachorros lo miraron como si fuera una brillante luz en la oscuridad, sus corazones se llenaron de una calidez indescifrable y por arte de magia ese miedo que invadía cada poro de sus cuerpos desapareció. La idea que el omega los protegería de todo los tranquilizó, y las feromonas del alfa dejaron se hacer efecto en sus pequeños lobos. Sin decir alguna respuesta los dos asintieron con pequeñas sonrisas decorando sus sudorosos rostros, Jongdae tomó la mano de MinSeok y dándole una última mirada a su hermano se bajó del auto.

La verdad es que el pequeño cachorro no quería dejar solo a KyungSoo, con la actitud de su hermano tenía miedo que lastimara al pequeño y bonito omega, y si eso llegaba a suceder ninguno de los dos se lo perdonaría; Jongdae por haberlo dejado solo cuando pudo ayudarlo y JongIn por dañar a su pareja destinada. Se estaba muriendo del miedo, jamás había visto a su hermanito así, pero aún así quería tomar la mano de KyungSoo y protegerlo con su indefenso cuerpo de cualquier peligro. Sin embargo, sabía que KyungSoo era el único capaz de controlar a JongIn.

•Dulces Mentiras | 🌻 KaiSoo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora