•Dulces Mentiras | 🌻 KaiSoo.

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''Un cariñoso alfa''

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JongIn estaba sentando en el pequeño sillón del departamento que había comprado hace poco, estaba muy feliz con su pequeño hogar, lo había comprado con su dinero que recaudo trabajando. Era la primera vez que compraba algo sin recurrir al dinero de sus padres y eso lo tenía muy orgulloso de sí mismo, este departamento era como un logro para él y le encantaba a pesar de no ser muy lujoso.

Desvió su mirada del libro que estaba leyendo a el reloj que colgaba en una pared de la sala, ver la hora le hizo fruncir el ceño y una llama de preocupación comenzó a crecer dentro de él. Eran las 11 p.m., afuera nevaba y la temperatura bajaba cada vez más, él estaba caliente dentro de su morada con la calefacción prendida y con una taza de chocolate acompañándolo, pero estaba muy preocupado por cierto omega que todavía no llegaba a pesar de la hora.

Dejó su libro a un lado y se levantó del sillón, fue a la cocina por otra taza de chocolate y un poco de galletas mientras se debatía si debía salir a buscar al omega o esperar despierto hasta que llegara. En su cabeza no se dejaba de repetir la idea que algo malo le pudo haber pasado a su novio, pero sí salía a buscarlo había posibilidad que no había pasado nada y al final el chico terminaría enojado con él. Apenas se había reconciliado con el omega de una pelea y lo menos que quería era discutir de nuevo.

Muchos se burlaría de él si supieran la manera que se dejaba controlar por el omega, él no era el que comenzaba la peleas, pero siempre hacía lo posible para que se reconciliaran aun cuando no hizo nada, para muchos eso era ser como el títere del omega. JongIn lo veía más como un soporte para que esa relación no se fuera por un caño, aunque era el único que aportaba pequeños granos de arena para seguir con esa mentira, una relación tóxica que JongIn la disfrazaba como una normal con pequeños problemas.

Él sin notarlo había creado una dependencia emocional hacia aquel omega, dentro de él sabía que aquella relación no tenía salvación y que tenía que abandonar aquel núcleo de abusos, sin embargo, no podía, sentía que si alejaba al omega de él iba a perderlo todo. A sus ojos SeHun era la persona que lo había ayudado a ser alguien más estable y seguir el camino que siempre quiso, pero que no caminó sobre él por miedo de defraudar a sus padres, lo alentó a ser mejor persona y aunque ahora lo denigrara, quería cegarse con la idea que sólo era una etapa y pronto todo volvería a ser como antes.

SeHun cambiará, yo lo sé.

JongIn se volvió a sentar en el sillón, suspirando ante el peso sobre sus hombros. Era muy normal que su novio llegara tarde, pero aun así no podía evitar preocuparse por su paradero, le mandaría un mensaje para saber cómo se encontraba, pero no quería que terminará como la última vez que lo hizo; con SeHun gritándole por no darle su tiempo libre. Dejó sus preocupaciones a un lado y se dispuso a retomar su lectura.

Ante los ojos de los demás eran una pareja común y corriente, aunque la verdad era que muy pocos sabían de su relación, nadie pensaría que el omega era un completo imbécil y el alfa un tonto ciego que lo único que quería era ser amado por alguien como era, que se aferró a la primera persona que le otorgó ese amor. Ni siquiera los padres de JongIn se habían dado cuenta de que algo malo pasaba con su hijo y eso para JongIn era una clara señal que a nadie le importaba y al único que tenía era a ese omega.

Salió de su mundo imaginativo en el que se sumergía cada que sus ojos se posaban en los párrafos de un libro, sus oídos captaron del sonido de las llaves y muy pronto la puerta fue abierta dejando ver a un alto omega agitado. El moreno se levantó del sillón preocupado por la apariencia de su pareja, se acercó a él tratando de ayudarlo, pero lo único que recibió a cambio fue un empujón para hacerlo a un lado, sus ojos vieron como su novio corría al que era su cuarto sin dirigirle una mirada.