Pasado.
22 de junio del 2018.
49 días desde su desaparición.
Era viernes y también el cumpleaños de mi mejor amiga.
Así que Alex, Ally, Victoria y yo estábamos en su casa, mientras su montón de hermanas la llevaban a maquillarse y a alistarse para su gran día.
Lo que se suponía era que nosotros ayudáramos a decorar porque se haría una fiesta, pero Mía LeQueer tenía mucha familia y de lógica su casa era gigante. Por eso, estaba algo pérdida después de haber ido al baño y no encontraba a los demás, entendía que estaba en el segundo piso y me encontraba en un pasillo en donde cada pared que veía había más que una y otra habitación y necesitaba encontrar las escaleras.
Era extraño, lo admito, porque Mía antes no tenía esta casa y en realidad su situación económica no era la misma que ahora. Me hizo recordar esos tiempos en los que ella y su familia estaban en momentos difíciles y donde la apoyé mucho con comida y mi hogar. Ahora era diferente. El señor LeQueer tenía un nuevo empleo en una empresa muy conocida y los pudo levantar de la situación en que se encontraban, porque si, era bastante difícil.
—Arianita—escuché una voz aterradora en mi oído izquierdo.
— ¡Ah! —grité mientras pegaba un salto.
El corazón me latía rápido y giré mi cabeza en dirección a esa voz proveniente y solo era el idiota de Alex imitando la voz terrorífica de una de las películas de terror que vimos un jueves. Apostaría a que mi ceño se frunció a uno molesto, mientras sentía mi cuerpo arder por la furia.
— ¡Alex pequeño bastardo!—le repliqué, pero él solo se reía como loco, parecía un lunático con retraso o más bien, una morsa atragantándose.
— ¡Hubieras visto tu cara! —reía y solo reía, también apuntando mi cara de vez en cuando. No importaba, me las pagaría después.
—Sí, sí, bueno—dije con fastidio—, ¿dónde está Ally y Victoria? —y así como le pregunté su cara cambio tan drásticamente qué pensé que su risa fue totalmente fingida.
"La droga es mala"
—Qué se yo. Desde que subí a buscarte quedé totalmente desorientado—levantó sus brazos en forma de "no sé"
Suspiré muy hondo. Me imaginaba que la monjita Ally quedó pérdida en algún rincón rezándole a Dios para que salga viva y la lunática de Victoria estaría retocando su maquillaje frente un espejo.
—Aun así, tenemos que decorar. Mía invitó a mucha gente a su fiesta.
Corrección: a toda la universidad y he de admitir que tiene suerte, ya que los señores LeQueer estarán trabajando hoy y quedarán sus hermanos pequeños con la tía Gina.
— ¿Qué haremos? supongo que Ally está en alguna habitación y Victoria por allí en el infinito y más allá—pronunció Alex en mientras se peinaba el cabello hacia atrás.
—Buscarlas —dije con simpleza.
Fue como así terminamos buscando a Ally y a Victoria por toda la casa LeQueer y después de varios minutos por fin las habíamos encontrado en un baño de la planta baja. Ahora solo estábamos en la sala principal decorando. El tiempo fue pasando y terminamos a las 6 pm, aun nos quedaban dos horas para cambiarnos, pero si era honesta, a mí no me gustaban las fiestas y solo estaba por el simple hecho de consentir a Mía
— ¡Por fin terminamos! —gritó Ally de felicidad, dejándose caer en el sofá junto a mí.
El alcohol estaba en la cocina junto con los refrescos y la comida chatarra, la música estaba en el jardín cerca de la piscina y las luces de neón estaban en la sala principal. Esa era la temática, noche de neón, por lo que había muchas cosas para resaltar a oscuras.
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Tratando De Encontrarte.
Teen Fiction¿Qué harías si el amor de tu vida desaparece? Foto: @albamarina Silva.