𝐓𝐎𝐆𝐄𝐓𝐇𝐄𝐑; ᴇ́ʟɪᴛᴇ ɪɪ

ocho

59 HORAS DESAPARECIDO

La Inspectora suspira al ver a Aurora sentada con los ojos llorosos frente a ella. La castaña no deja de sollozar y al mismo tiempo tratando de que no se le notase.

–¿Te sientes bien?

–Sí, solo estoy preocupada. —Mintió.

–¿Sabes a donde podría haber ido Samuel?

–No, no lo sé.

–¿Crees que se fue detrás de Nano?

Los ojos azules miran por primera vez a la Inspectora y dejan caer una lagrimas.

–¿Qué?

3 MESES ANTES

Mis ojos se cierran con cansancio cuando veo a Guzmán acercarse a mi. Lo había podido ignorar toda la semana, pero al parecer él no se rendía.

–¿Qué quieres ahora?

–Aurora, por favor. ¿Podemos volver a ser amigos como antes?

–Tu y yo nunca hemos sido amigos normales, Guzmán. No quiero tenerte cerca, me haces mal. —Sus ojos me miran con tristeza, pero asiente y se aleja hasta su puesto.

–Good morning, class. —El profesor entra y Ander toma asiento a mi lado.

Puedo ver que está cansado y algo le anda dando vueltas en la cabeza hace días. Se toma el rostro con rudeza y suspira.

–¿Estás bien? —Mi mano agarra la suya y dejó suaves caricias sobre esta.

–Si... —Susurra algo nervioso.

–Sabes que si necesitas algo o quieres hablar, estoy aquí. Cuentas conmigo para todo, Ander.

–Lo sé, Au. Gracias, pero estoy bien. —Forza una sonrisa, pero le dejo pasar.

La clase continúa aburrida y al término me veo siendo arrastrada por Antonia hacia los baños. Cierra con el cerrojo y me mira ansiosa.

–Vale, soltadlo.

–Es que Guzmán no ha dejado de mandarme mensajes para que le ayude a que lo perdones. Y estoy muy enfadada por todo lo que ha hecho pasar, pero al mismo tiempo siempre he encontrado que hacéis una fantástica pareja y se que Lucrecia está con él, pero quizás si en verdad se aman puede que...

–Espera, espera. ¿Estás haciendo de cupido con favor a Guzmán? Joder, Anto. No puedo estar con Guzmán.

–Pero, ¿por qué? Se que han tenido sus diferencias y...

–¡Porque no! ¡Porque cuando aborte él me dijo que me lo merecía! ¡Me llamó de todo y me culpo por la muerte de Marina! —Antonia me mira asombrada y con pequeñas lágrimas asomándose por sus ojos— Porque nunca había sufrido tanto, y le necesitaba, pero él no estuvo allí, pero no le culpo por eso, sé que el debía superar la muerte de su hermana a su manera. Pero me trato como la mierda, y no quiero y tampoco puedo perdonarle de un día para otro. Porque unas palabras no reparan el dolor y lo quebrada que he estado por meses.