Acepto la copa de champán con una sonrisa. Puedo ver a mis padres conversar alegremente con los padres de Guzmán. Miro a mi alrededor y veo a los mellizos reír junto a unos compañeros. Siento como alguien se sitúa a mi lado y me volteo.
–Lo lamento. —Carla suspira.
–¿Por qué?
–Por lo de Nano. —Quiero reírme en su cara por lo hipócrita.
–No te preocupes, todo pasa por algo. —Le doy una última mirada y me trato de mezclar con el resto de los invitados.
La verdad no entendía el por qué me hicieron venir a esta gala, no era como si yo fuera a dólar miles de euros, mis padres podían hacerlo por ellos mismos. Mientras me dirigía a los baños, veo a Lucrecia caminar rápidamente hacia mi. Parece algo enojada y decepcionada al mismo tiempo.
–¿Lo sabias? —Me pregunta cuando me detiene en medio del pasillo.
–¿Qué cosa? —Ella rueda los ojos y me muestra un vídeo en su teléfono.
Abro mi boca con asombro y río sarcástica. Nadia y Guzmán follando en los baños de Las Encinas. Lu esta incómoda y puedo ver que también dolida.
–Joder, no. —La mexicana me mira esperando alguna respuesta— Mira, cariño. Tu siempre supiste que Guzmán y yo follabamos, y nunca lo admitiste porque yo sabía lo de Valerio.
Sus ojos se abren pero termina asintiendo.
–Pero es que, no me dolería tanto si fuera contigo. Joder, le quiero, pero no puedo perdonar esto.
–Y no deberías. Guzmán desde comienzo de clases me ha perseguido para que volvamos a ser los de antes, aún estando contigo. Y luego va y se folla a Nadia. Lu, no tienes que seguir fingiendo.
–¿Y qué hago? Sus padres aún piensan que seguimos juntos y están aquí esta noche.
–Pues dale un poco de su propia medicina. —Lu sonríe y yo le doy un pequeño abrazo.
–De verdad creo que podríamos ser buenas amigas.
–Mmh no, no lo fuerces tanto. —Digo al separarme.
Sonrió y me dirijo al baño. Lavo mis manos y suspiro, arreglo las arrugas de mi vestido negro mientras me miro en el espejo. Antonia entra en el baño y sonríe.
–¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor?
–Sí. —Hablo suavemente.
–Au, se que es difícil por lo que estás pasando. Pero sabes que estamos aquí para ti, ¿verdad? Digo, Santiago se ha agarrado con tu padre por lo del otro día.
–Y se los agradezco tanto, de verdad. —Ella me da un pequeño abrazo— No podría estar más contenta de que estéis aquí.
–Y nosotros de estar aquí. Anda, vamos a beber gratis. —Reímos mientras salimos del baño.
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𝐓𝐎𝐆𝐄𝐓𝐇𝐄𝐑; ᴇ́ʟɪᴛᴇ ɪɪ
FanfictionÉLITE II | «Las mentiras nos unen, pero también nos destruyen» Sabes que eres tu propio asesino no necesitas ayuda con eso Es tu espalda la que has estado apuñalando ¿Cuándo vas a entende...