Mis ojos pasan de un lado a otro viendo a Nano moverse a través de su casa. Estaba sentada en el sofá esperando a que se tranquilizara.
–Vale, ¿puedes parar ya?
–Joder, ¿dónde están los putos cigarrillos? —Dice mientras revuelve los cajones.
Chasqueo la lengua mientras me levanto y con mi mano saco la pequeña cajetilla desde uno de los muebles de cocina. Sus ojos me miran rápidamente y sonríe antes de acercarse y dejar un beso sobre mis labios. Saca rápidamente un cigarrillo y lo prende, puede ver los músculos de su rostro relajarse cuando absorbe la nicotina. Le observo unos segundos de perfil, sus ojos se ven brillantes debido a la luz que le llega de la ventana, veo como sus labios se fruncen cuando lleva el cigarrillo a estos y sonrió. Le había extrañado tanto.
Sabía que no todo había acabado. Todavía seguía la investigación, y aunque todo parecía ir bien. Perfectamente sabía que todo se puede ir a la mierda en un segundo. Mi teléfono suena y frunzo el ceño cuando veo la notificación.
–¿Qué pasa?
–Me han invitado a una fiesta de Halloween en casa de Rebeka.
–¿La amiga de Samu?
–Sí...
–¿Vas a ir?
–No creo, quizás vayan todos y no estoy de ánimos de aguantar a Guzmán.
Nano me quita el teléfono para dejarlo sobre la mesada y me acerca hacia él. Pone sus manos en mi cintura mientras deja pequeñas caricias. Sus labios rozan los míos y me siento derretir, nuestras narices de acarician suavemente y me muerdo el labio para reprimir la sonrisa que se forma. Él aprovecha este momento y junta nuestro labios en un beso demandante, mi cuerpo rápidamente reacciona y llevo mis manos hasta su nuca atrayéndolo más cerca de mi. A tropezones nos dirigimos hasta el sofá, donde él se sienta y yo me subo a horcajadas sobre su regazo. Sus manos pasan por mi espalda y luego acaricia mis piernas por debajo de la falda, su tacto me provoca un jadeo que no puedo reprimir y él sonríe. Comienzo a balancear suavemente mis caderas mientras sus besos bajan por mi cuello. Mis manos acarician su cabello que ha crecido estos meses, tiro suavemente para traer su boca nuevamente hacia la mía.
La puerta de abre abruptamente y nos separamos rápidamente. Quedo sentada a su lado, con la respiración agitada y el pelo desordenado. Samuel nos mira culpable y nervioso. Y comienza rápidamente a tartamudear disculpas mientras deja su mochila en el suelo.
–Lo siento, perdónenme. No sabía que...
–No pasa nada, Samu. Tranquilo. —Nano sonríe sarcásticamente.
–Los dejos solos. —Camina rápidamente hacia su habitación y cierra la puerta.
Me quejo en voz alta y miro la hora en el reloj de la pared. Me volteo a verlo y le encuentro con sus ojos sobre mi.
ESTÁS LEYENDO
𝐓𝐎𝐆𝐄𝐓𝐇𝐄𝐑; ᴇ́ʟɪᴛᴇ ɪɪ
FanfictionÉLITE II | «Las mentiras nos unen, pero también nos destruyen» Sabes que eres tu propio asesino no necesitas ayuda con eso Es tu espalda la que has estado apuñalando ¿Cuándo vas a entende...