La rutina me traía de cabeza pero a la vez estaba enganchada a ella, al fin y al cabo estaba viviendo mi mejor sueño. Vivir en Madrid, como tantas noches en vela había deseado, trabajar de lo que me gustaba y tener un montón de amigos ¿Qué más podía pedir? Todo andaba a la perfección y yo no me podía quejar.
Mimi 💜
Banana! ¿Este viernes dónde vamos?
Mi momento favorito de la semana era el viernes por la tarde. Cuando salíamos de trabajar Mimi y yo nos encontrábamos en algún bar, daba igual cuál o lo cutre que fuera, era nuestro momento de mejores amigas y nada ni nadie lo podía interrumpir. A veces, escoger dónde era lo más difícil. Me encantaba comer y decidir dónde en ocasiones se me hacía cuesta arriba.
Ana Guerra
En nuestro sitio de Malasaña! 😉
Mimi 💜
jajaja no esperaba nada menos 🤪
Ana Guerra
jajaja hasta el viernes!!!
🖤🖤🖤
Los rayos de sol impactaban fuertemente contra mi cara, tenía la manía de dejar la persiana entreabierta para despertarme con el poco de luz que entraba a las 7 y pico de la mañana. Hoy, la luz me molestaba más de lo normal y eso me extrañó. Cogí el móvil para ver qué hora era.
- ¡¡¡No no no!!!
¡Las 9 menos cuarto! En menos de quince minutos tenía que estar en el trabajo. Me vestí como pude, agarré lo primero que encontré tirado en la silla de mi habitación, cogí el bolso y las llaves y salí volando de casa. Obviamente era imposible que llegará a la hora porque tenía 20 minutos en metro, pero conseguí llegar solo 10 minutos tarde. ¡Qué desastre! Ni me había duchado y no llegaría a casa hasta pasadas las 11, porque si, aunque quedásemos a las 5 de la tarde con para tomar algo, con Mimi siempre se nos hacían las tantas. Ufff! El día ya había empezado con mal pie y tenía el mal presentimiento de que solo se torcería más con el paso de las horas.
🖤🖤🖤
- ¿Ana bajas a comer? - me preguntó mi compañera y amiga Aitana
- Estoy terminando unas cosas, en un rato bajo - le respondí sin ni siquiera mirarle a la cara.
- Ana - levanté la cabeza y miré a Aitana. Estaba muy seria y eso no era normal en ella - son las 3, baja a comer ya, llevas 6 horas trabajando sin parar. Ni siquiera te has levantado para ir al baño. Debes descansar - Aitana tenía razón, pero no llevaba tanto tiempo como ella en el trabajo y me daba miedo no estar a la altura por eso siempre procuraba ser la primera en entrar y la última en salir - ¿Vamos? - Me levanté y bajé con Aitana al comedor.
- Chicas, ¿habéis visto las noticias? - nos increpó Amaia nada más sentarnos en la mesa.
- No, no me ha dado tiempo - dije preocupada. No era nada normal que Amaia se fijara en esas cosas ya que era bastante despista - ¿qué ha pasado?
- El coronavirus, ya hay mas de 500 infectados - replicó Amaia.
- Bueno Amaia, pero eso lo tienen controlado... ¿no? - añadió Aitana.
- Yo la verdad que tengo un poco de miedo... - eso no me tranquilizó para nada ¿Amaia preocupada? Intenté aguantar la compostura.
- Pues eso es muy difícil de controlar. Si hay gente infectada que no lo sabe y sale a la calle, esto puede ser una locura... - intenté sin mucho éxito calmar el ambiente.
- Tienes razón Ana, ¿has hablado con tu padre? Él debe de saber más cosas... - me dijo Aitana
- Pues sí, ayer hablé con él, por la noche, allí en su hospital no hay casos, pero claro eso era ayer...
- Bueno, cambiemos de tema, que me va a entrar la paranoia - dijo Amaia mientras se metía una cucharada de sus lentejas en la boca.
🖤🖤🖤
- Mimiiii!
- Anda ya pensaba que no vendrías - dijo Mimi riendo - ¿otra vez saliendo tarde de trabajar?
- Lo siento, lo siento, lo siento - dije mientras juntaba mis manos en señal de disculpa.
- Ana - dijo Mimi mientras me acariciaba la mano - no te preocupes anda y siéntate. Te he pedido lo de siempre, ¿te va bien?
- Sí, muchas gracias - dije mientras colocaba mi bolso debajo de la mesa y me arreglaba el pelo alborotado de la carrera que había hecho del metro hasta el bar.
- No tienes remedio hija... Sabes que todas estas horas extras te las tienen que pagar ¿verdad?
- Que va Mimi, lo hago porque quiero, ya lo sabes.
- Pero lo haces - dijo Mimi en un tono un poco enojado.
- Ya... - suspiré - Bueno, vamos a hablar de otra cosa que ya llevo todo el día metida en el trabajo como para que ahora me des la turra tú.
- ¿Has visto las noticias? - preguntó Mimi un tanto preocupada.
- ¿Más desgracias? No porfavor - dije con un tono un poco burlesco.
- Ana va enserio, ¿no te da miedo? - se me quedó mirándome fijamente a los ojos - ¿no te preocupa? ¿ni un poco?
- Joder sí... pero no sé, no quiero pensar en esto.
- Pues hay que pensar Ana, hay que pensar. ¿Ya sabes que vas a hacer si toca estar 15 días sin salir de casa? ¿Tu sola?
- ¿Enserio Mimi? ¿Crees que eso va a pasar?
- ¿Por qué no Ana? Ya ha pasado en Italia y China, y 15 días será como poco...
- Joder pues ahora que lo dices...
- He tenido una idea, yo no quiero estar 1 mes sola en mi casa, tu si?
- Pues me voy a aburrir como una ostra... -Mimi me sonrió esperando a que dijera algo- ¿Qué?
- Pues he pensado que te vengas a mi casa a pasar la cuarentena - ¿qué? casi escupo mi Coca-Cola pero pude mantener mi compostura.
- ¡Claro, es una idea genial! -dije rápidamente- pero ¿cómo lo vamos a hacer?
- Pues Ana mañana voy a tu casa cogemos tus cosas y te vienes. Tampoco necesitaras muchas cosas... O si no, voy yo a tu casa, pero tampoco me quiero autoinvitar - dijo Mimi riendo.
- Ya, pero me refiero, tú solo tienes una habitación, y una cama. Y yo igual...
- Ana tía, ¿a estas alturas de nuestra amistad no quieres dormir conmigo? -dijo entre risas- Por favor que hasta me has potado encima más de una vez!
Mimi tenía razón, pero por alguna motivo me daba respeto compartir la cama con ella tantos días.
Reí - Tienes razón Mimi. Que tonterías...
Viernes 13 de marzo
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Atrapadas en Madrid | WARMI
Fanfiction¿Que pasaría si te quedaras encerrada en casa de tu mejor amiga a causa de una pandemia? Esta es la historia de Ana y Mimi, dos mejores amigas que viven solas en Madrid. Cuando se declara la cuarentena en España a causa de un nuevo coronavirus Mimi...