Tenía los ojos clavados en el techo y no conseguía pegar ojo. No tenía ni idea de la hora que era pero estaba segura que llevaba más de 1 hora intentando dormir sin éxito. Estar todo el día en casa, sentada al sofá sin hacer nada me estaba empezando a pasar factura. Odiaba con todas mis fuerzas meterme en la cama y no conseguir dormir. Pensé en ir al salón a mirar la televisión ya que me estaba empezando a agobiar de dar vueltas y vueltas en la cama, pero sabía que sí hacía eso no me dormiría hasta las tantas y eso era exactamente lo que quería evitar. A oscuras y sin un atisbo de luz pude notar que Mimi se giraba dentro de la cama.
- ¿Mimi? -susurré deseando que no hubiese respuesta. Mimi abrió la pequeña luz que tenía en su mesita de noche, se giró y me sonrió esperando a que dijera algo pero no tenía nada pensado así que tan solo le devolví la sonrisa. Mimi se acercó todavía más a mi cuerpo y mi piel se erizó por completo. Ambas nos mirábamos a los labios esperando que la otra diera el paso. Cerré los ojos y me lancé de nuevo. Fue un beso corto pero intenso ya que me despegué de Mimi enseguida pensando que quizás ahora no era el momento. Pero todo lo contrario porque Mimi me devolvió de inmediato ese beso mientras su mano sostenía mi cabeza. Mientras seguiamos besándonos noté que su mano bajaba por mí abdomen hasta meterse dentro de mis bragas.
- Espera -dije de golpe. Ella apartó su mano de inmediato, algo sorprendida ya que imagino que no era lo que esperaba, y me miro esperando a que yo le dijera qué sucedía, pero no dije nada más.
- Ey, ¿pasa algo? -preguntó Mimi con una dulce voz mientras me acariciaba la mejilla
- Mimi... -me costaba muchísimo encontrar las palabras exactas para poder expresar aquello que sentía sin sentir que estaba haciendo el ridículo- Tu y yo...
- ¿Sí? -dijo Mimi intentando comprender la situación.
- Eh.. -intenté buscar las palabras- ¿Quieres... -y por mucho que lo buscara en mi cabeza no encontraba la forma correcta de sacar lo que sentía- Nosotras -Mimi me miraba algo extrañada, incluso diría que se estaba intentando aguantar la risa, ya que la situación era bastante cómica- Quiero decir -aclaré mis palabras finalmente- si quieres algo serio o...
- Ana, llevo meses detrás tuyo intentándolo, ¿cómo no voy a quererlo? -aquello me sorprendió, pero por otra parte no me lo terminé de creer ya que no me cuadraba para nada.
- Cómo siempre dijiste que no querías nada con nadie y no querías compromiso... -repliqué reprochando sus palabras que tantas veces había oido.
- Con nadie -respondió- solo contigo- me quedé parada ante esta respuesta, no era lo que esperaba, pero sí lo que deseaba escuchar, es por eso que me costó interiorizar esas palabras- Y tú -siguió Mimi- ¿qué es lo que quieres? -esa pregunta me dejó helada. Lo que quería no lo sabía ni yo y ahora, yo misma me había metido en el compromiso de decidir en aquel preciso instante el futuro mío y de Mimi.
- Te quiero -fue lo único que alcancé a responder.
- Yo más -dijo Mimi dejando un beso en mi frente- ¿Eso es un sí? -preguntó. Al parecer mi escueta pero contundente respuesta no había sido suficiente para Mimi y quería que le dijese algo más, sentí que quería escuchar algo y no iba a parar hasta conseguirlo. Estaba segura que para ella tampoco había sido fácil admitirme aquello ya que siempre había sido muy reservada con sus sentimientos.
- Desde que crucé esa puerta hace casi un mes mi vida cambió. Aquí dentro he sentido cosas que jamás había sentido. Des de el primer momento noté que ocurría algo, pero aún era demasiado pronto para saber el que, jamás imaginé que fuera a ser eso. Poco a poco me fui dando cuenta que sentía algo más por ti, que no solo te admiraba como amiga, sino que me llamabas algo más que la atención. Ya puedes imaginar que lío tenía en mi cabeza, de repente me empezó a dar vergüenza estar contigo y a veces hacías cosas que me ponían demasiado nerviosa, por eso quizás me comporté algo extraño en los últimos días -seguí mientras Mimi me observaba y escuchaba muy atentamente con una ligera sonrisa en su rostro- En fin, creo que ya me he aclarado, o eso creo, me gustas, mucho, y no quiero que esto termine, quiero estar a tu lado toda la vida -Mimi se quedó mirándome con los ojos vidriosos- Nunca hubiera imaginado esto - añadí finalmente con una risa nerviosa.
- La verdad, yo sí -me respondió Mimi con una risa algo traviesa mientras se mordía el labio inferior. Yo me reí también y nos dimos un abrazo- Te quiero -susurró Mimi en mi oreja haciendo erizar toda mi piel. Nuestros cuerpos estaban pegados uno al otro, nuestros corazones latían de forma sincronizada y nuestros labios se rozaban tímidamente. Bajé mi mano hasta alcanzar la de Mimi y entrelace mis dedos con los suyos, poco a poco lleve su mano a mi abdomen
- Ahora sí -susurré a Mimi en el oído.
Jueves 9 de abril - Día 27 de confinamiento
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Atrapadas en Madrid | WARMI
Fanfiction¿Que pasaría si te quedaras encerrada en casa de tu mejor amiga a causa de una pandemia? Esta es la historia de Ana y Mimi, dos mejores amigas que viven solas en Madrid. Cuando se declara la cuarentena en España a causa de un nuevo coronavirus Mimi...