Capítulo 8. ¿No lo ibamos a intentar?

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- Ana, esta tarde tenemos una reunión con las chicas, estamos preparando las clases virtuales, a ver si las podemos empezar el lunes... Había pensado en que quizás tú nos podrías ayudar con el tema redes -rompió Mimi en mitad del almuerzo.

- Claro! -respondí sin pensarlo dos veces.

- Pero tía, sin compromiso eh, ya sabes que vamos muy justas de pasta y no te podemos pagar...

- Faltaría más Mimi yo te lo hago a cambio de nada, pero ¿de qué se trata exactamente? -quizás debería haberlo preguntado antes de nada porque no tenía ni idea a lo que me estaba comprometiendo.

- Tranquila que tú no tienes que bailar -rió Mimi- Pues mira, Mónica, que es la que organiza todo el tema, ha pensado en hacer un horario para que no se nos solapen las clases, así todos podríamos participar en todas. El tema sería que no saben muy bien cómo hacerlo -continuó como si con ella no fuera la cosa- pero quieren hacer algunas clases en abierto y otras privadas, solo para nuestros alumnos. Y creo que necesitan hacer publicidad de la cuenta, por Instagram y eso. Pero bueno, que luego nos lo explicarán mejor... -Mimi no me despejó ninguna duda y por lo que me transmitió, sabía que no se había enterado de nada de lo que tendría que hacer la próxima semana, y me daba la sensación de que iba a necesitar bastante ayuda. Pero eso, tampoco fue algo que me sorprendiera para nada, ya que ella estaba bastante perdida en el tema de redes sociales y, siendo sinceros, era un completo desastre con todas las tecnologías en general.

- Espera espera, ¿que yo también tengo que meterme en la reunión? -dije atando cabos rápidamente

- Pues claro Ana, ¿como te vas a enterar sino?

- Por ti -dije irónicamente y aludiendo a que no se estaba enterado de nada de lo que iba al tema- pero, joder que vergüenza si yo no las conozco de nada

- Tranquila que a través de una pantalla no te pueden morder -dijo Mimi devolviéndome la broma- Además, ¿prefieres fiarte de lo que yo te diga? Si es que no me entero de nada...

- Pues también es verdad -reflexioné en voz alta- ¿Cuántas seremos?

- Déjame contar -Mimi pensaba y contaba con los dedos como una tierna niña pequeña que justo acababa de empezar a sumar- 4, sin contarnos. Pero no te preocupes -me dijo- son super majas y seguro que os lleváis genial.

- Seguro que sí -dije regalándole una sonrisa a Mimi- Y una cosa que no me quedó clara, ¿tú vas a dar clases on-line desde aquí? -pregunté incrédula.

- Claro ¿que pasa? ¿Tu no trabajas desde casa? Pues yo también

- Bueno, es verdad -reflexioné- Pero habrá que organizar todo esto, porque aquí no hay espacio -dije metiéndome una generosa cucharada de lentejas en la boca, y proseguí a seguir con el almuerzo.

🖤🖤🖤

- A ver Mimi, aquí tienes que poner el código -dije señalando la pantalla- y abajito la contraseña.

- Que lío Ana, hazlo tú que ya vamos tarde -dijo nerviosa pasándome el portátil para que le resolviera el problema y pudiésemos, por fin, entrar en la reunión virtual.

- Creo que ya Mimi -dije no muy segura de lo que estaba haciendo.

- Holaaaa Pensé que ya no os uniríais -dijo Mónica. Mimi me había estado enseñando fotos de las chicas después de comer, para que pudiese reconocer a todas durante la llamada.

- Perdón -dijo Mimi juntando sus manos en señal de disuclpa- No sabía como hacer para entrar, me ha tenido que ayudar -se justificó mientras con su brazo derecho me rodeó por la espalda y me ladeó hacía ella para que apareciese en pantalla.

- Hola -dije tímidamente y saludando con la mano.

- Bueno ya estamos todas ¿no? -preguntó Claudia.

- Vamos al lió -empezó Mónica- os he pasado por el chat los horarios de la próxima semana -abrí el chat y descargué el documento para que Mimi pudiese verlo- Si funciona y todo va bien vamos a mantener el mismo todas las semanas -dijo mientras Mimi observaba con mucho detalle la tabla.

- Joder tía, ¿me has puesto una clase a las 7 y media de la mañana? -se quejó Dama.

- Muchos están trabajando desde casa, con el mismo horario de oficina o estudiando -justificó la jefa- Además que las mayores ya me han pedido que quieren hacer clases a primera hora para empezar el día con energía.

- Pues vaya... Espero que esto me lo pagues -dijo Mimi riendo pero de forma totalmente seria- No me levanto por cualquiera a estas horas -el comentario de Mimi provocó risas en la llamada.

- Venga chicas, que es solo un día a la semana cada una, el resto de días no empezamos hasta las 4 de la tarde.

- ¿Y como se supone que vamos a dar la clase? -preguntó Saydi.

- A eso iba... Las clases que aparecen en verde las haremos por un directo de Instagram, y podrá entrar todo el mundo.

- Qué vergüenza -añadió Claudia.

- El resto -siguió- los haremos por esta app que estamos usando ahora -Mimi abrió los ojos como platos intentando asimilar que tendría que aprender a usar la maldita app en dos días- pero no os preocupéis -rió Mónica a la respuesta de Mimi- yo crearé las reuniones y vosotros solo tendréis que entrar cuando sea la hora. Yo me encargo de que todas los alumnos tengan el enlace y los códigos para poder unirse -Mimi resopló.

- No sé si voy a ser capaz tías.

- ¿Y tu ayudanta? -preguntó Dama.

- Pobre, va a terminar hasta el coño de mi...

- Hablando de la ayudanta -siguió Mónica- Ana, necesito que nos hagas unos carteles anunciando cada una de las clases para subirlos a Instagram. Ya sabes, para animar a todo el mundo a unirse.

- Claro, sin problema

- ¿Necesitas algo?

- ¿Ustedes, me podrían pasar algunas fotos de las profes y el logo de la academia para hacer los diseños más atractivos?

- Claro, ahora te pasaré todo el material por wetransfer

- Te paso su número por whatsapp -dijo Mimi

- Genial! Pues muy bien chicas, creo que queda todo claro, ¿no? Pues a trabajar con todas las coreos, os quiero a tope ¿vale?

- Adios! -dijimos todas al unison y colgamos la llamada.

- Menuda mierda! -dijo Mimi nada más cortar la llamada.

- ¿Que pasa? -dije sin entender mucho lo que le sucedía.

- ¿No lo ves? -dijo mientras señalaba la pantalla del ordenador- Las peores clases para mi -sinceramente no tenía ni la más remota idea de baile ni de que había unas clases mejores y unas peores, pero me preocupó la reacción de Mimi, pues su pasión era el baile y me extrañó mucho que se molestara con eso. Pasé mi brazo izquierdo por detrás de su espalda y dejé mi mano reposando en su barriga

- ¿Es por los horarios? Yo creo que todo se puede hablar, coméntalo a ver si los pueden mejorar...

- No es por eso, aunque también son una mierda -dijo Mimi cabizbaja- Da igual! -añadió resignada levantándose de la silla. Le agarré de la mano y tiré de ella para que se girase. 

- ¿No lo íbamos a intentar?


Viernes 20 de marzo - Día 7 de confinamiento





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