HONEY||"Eres tan dulce como la miel, ¿sabías?"
Hace poco han llegado por casualidad varios casettes que cuentan la historia de Elettra Javaid. ¿Qué estás esperando para escucharlos?
•Narnia Edmund Pevensie' s fanfic.
•No se admiten ni copias ni ada...
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—Casette 2, cara A—
¡Por las idioteces de Peter! Segundo casette ya, Elettra está flipando pepinillos.
Por desgracia para mí, esta vez solo Peter y Susan van a estar aquí conmigo, porque Edmund está medio ido (creo que no debimos darle esas frutas...) y Lucy está con mi cuñis haciéndose la Dora la Exploradora.
Solo quería decir una cosa antes de comenzar: ¡qué comiencen los juegos del hambre y que la suerte esté siempre de vuestra parte!
[—¿Qué son los juegos del hambre?]
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Después de eso, continuamos caminando. Bueno, solamente Peter, Lucy yo caminamos detrás del castor. Edmund y Susan nos agarraron de los brazos, después de salir del shock, (¡Edmund solo me agarró a mí! Tomad eso, cuñis) haciendo que nos detuviéramos.
—¿Qué estáis haciendo?—cuestionó Susan con el ceño fruncido.
[(No sé, Susan, a lo mejor íbamos a un restaurante)]
—Tiene razón—la pelinegra lo observó durante una fracción de segundo, estupefacta—.Quién sabe si podemos confiar en él. Es decir, ¡es un animal!
—Dice que conoce al fauno—replicó el rubio.
—Es un castor, él no debería estar hablando.
—¿Algún problema ahí detrás?—preguntó el señor castor interrumpiendo la charla de los hermanos.
—Solo estábamos hablando—respondí al ver que el resto se había quedado callado.
—Deberíais hacerlo en otro lugar, otro más seguro—avisó retomando la marcha.
—Se refiere a los árboles—repitió Lucy, aunque ya lo sabíamos.
Anduvimos hasta llegar a un rincón un poco apartado, siendo Susan y Edmund los más inseguros en seguirnos, ya con el manto de la noche cubriéndonos. El castor nos condujo a una colina. Detrás de esta se hallaba una presa (o dique, que es lo mismo) con chimenea de la cual salía humo y con las ventanas dejaban pasar la resplandeciente luz de dentro.
