Extra ¹

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—Casette externo 1, cara A—

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—Casette externo 1, cara A—

¡Aquí Edmund hablando por primera vez, señoras y señores! 

Si prestaron atención, en uno de los casette's mi hermana Su quiso comentar una sorpresa para la siguiente cara, pero después de exhaustivas horas (en las que prácticamente mi esposa estuvo roncando como osa) decidimos hacer unos especies de "extras" en las que yo contaré y resumiré desde mi punto de vista lo que pasó desde que entramos a Narnia hasta la parte del zorro, los lobos, las estatuas y los trozos de madera que se comió Elettra subida al árbol.

[—Que hay que admitir que no estaban tan buenos]

Antes de conocer a Elettra, pero después de mi primera visita a Narnia, Peter y yo jugábamos al béisbol mientras Susan y Lucy estaban leyendo algún libro bajo la sombra de un árbol no muy alejadas de donde nosotros estábamos

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Antes de conocer a Elettra, pero después de mi primera visita a Narnia, Peter y yo jugábamos al béisbol mientras Susan y Lucy estaban leyendo algún libro bajo la sombra de un árbol no muy alejadas de donde nosotros estábamos. 

Peter lanzó una pelota, pero no llegué a batearla, por lo que él se rió. Le fulminé con la mirada [(Sigo sin saber por qué es un cliché de Wattpad. Y no sé qué es Wattpad, cariño)] cuando fui a recogerla. Mientras la buscaba, mi cabeza volvió al momento en el que la reina me prometía un reino sin mis hermanos, y sonreí levemente. Solo estaba esperando el momento adecuado para llevarlos a Narnia.

—¡Ey, Ed, no estés en las nubes!—exclamó la molestia número 1.

—No grites tanto—dijo la molestia número 2 rodando los ojos.

Los ignoré.

De repente, me dio un pinchazo en las sienes y en mi cabeza se proyectó la imagen de una chica castaña linda. Portaba unos pantalones, aunque debería llevar un vestido o una falda como todas, una camiseta y una chaqueta. Llevaba el cabello recogido en una coleta baja y sonreía. Me sonreía. Me extendió la mano y-

—¡Edmund!—mi hermano se acercó, gritó, me arrancó la pelota de las manos y me la lanzó a la cabeza.

—¡Au!—adolorido, me llevé las manos hasta la zona mirando mal a Peter.

—No te distraigas tanto—me regañó.

Rodé los ojos fastidiado por su presencia, haciendo una leve mueca de asco.

HONEY, edmund pevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora