8. Rescatando a la princesa en apuros

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¡Hola otra vez! ¡Espero que no me hayáis extrañado mucho!

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¡Hola otra vez! ¡Espero que no me hayáis extrañado mucho!

Otra vez estoy con mi familia querida, esas molestias (salvo Ed) que tengo que aguantar por respeto a mi esposo y a mi suegra.

Au, chicos, ¡hacéis daño con los zapes!

¡Qué comience el desmadre!

El dolor fue más de lo que esperaba

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El dolor fue más de lo que esperaba.

Empezó a escocerme y a salir sangre de la ceja y, a causa de esto, no logré matar al lobo, que intentó huir, pero Aslan lo agarró por una pata y gimoteó.

Susan, Lucy y yo nos acercamos a Peter que estaba debajo del cadáver de Maugrim. Se lo apartó de encima y suspiró antes de apretujar a sus hermanas contra sí.

Levantó la mirada y me vio. 

Su mirada se notaba preocupada por mi herida, pero  yo me abalancé a abrazarlo, y así el abrazo de tres, se convirtió en uno de cuatro, pero sin Ed. 

Nos pusimos de pie y Lucy reparó en mi herida.

—Déjame curarte—dijo cogiendo la botella que tenía en su cinturón hacia mí.

—No te preocupes, Lu, no me duele—negué, aunque me escocía como el infierno, mi orgullo era un poco más grande que mi sentido común. 

Pero solo un poco.

Su, con cara enfadada, le arrebató la botella a su hermana y mirándome, le preguntó:

—Lu, solo hace falta una gota, ¿no?—la pequeña asintió.

Agarró mi cara y abrió mi boca a la fuerza, dejando caer una gota en ella. El dolor fue disminuyendo, pero aún sentía la sangre caer por mi rostro.

—Deja de ser tan terca—Lucy dijo.

Y reímos.

Peter se agachó para recoger su espada ensangrentada y Aslan, con el lobo aún sujeto con su pata habló.

—Levanta—lentamente, el chico le hizo caso—. Limpiad vuestras armas, Peter, Elettra. Yo, te nombro Sir Peter, pesadilla de los lobos, caballero de Narnia—Peter sonrió hacia Aslan y el león me miró—. Yo te nombro Lady Elettra, azote de tus enemigos, guerrera de Narnia.

HONEY, edmund pevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora