13. El Genio de Aladdín no es más que una mentira

560 65 126
                                    

—Casette 6, cara B—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Casette 6, cara B—

¡Mira!¡Estoy en la narración principal sin estar en los extras!

Me siento bien, aunque no puedo decir lo mismo de mi esposa.

Lucy escuchó la cara anterior y ahora está pegando a mi chica por morir.

Bien, ¿listo para sufrir más?

La adrenalina más el odio me impulsaron a matar y destrozar a más monstruos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La adrenalina más el odio me impulsaron a matar y destrozar a más monstruos.

Me negaba a creer que Elettra estaba muerta.

No, ella seguía viva, haciendo comentarios sarcásticos y mirándome con esa sonrisa que puede calmar hasta un huracán.

Ella seguía viva, abrazándome y durmiendo a mi lado. Descansando y viva, ¿verdad?

Después de matar a otro lobo, volví a mirar el cuerpo sin cabeza y sin vida de Ellie.

Eso fue un recordatorio de cuánta crueldad poseía la Bruja y que nadie se salvaría si ella ganaba.

Me giré hacia la mujer de dos metros con la furia reflejada en el rostro, mientras ella, sin verme, caminaba hacia Peter con la intención de asesinarlo. Iba a lanzar su cetro blanquecino pero yo salté y se lo impedí.

Me miró enfadada, pero una malévola sonrisa se le escapaba de los labios. Intentó clavarme su arma en la barriga, pero yo la partí por la mitad haciendo que esta se resquebrajara y soltara una luz brillante de color azul claro. 

Su sonrisa desapareció.

Intenté atacarla, mas ella desvió mi ataque y me clavó una espada que tenía escondida en el lateral, de manera profunda.

Dolió.

Sí, dolió muchísimo, pero no se comparaba al sentimiento de tener que ver la muerte de Elettra.

HONEY, edmund pevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora