HONEY||"Eres tan dulce como la miel, ¿sabías?"
Hace poco han llegado por casualidad varios casettes que cuentan la historia de Elettra Javaid. ¿Qué estás esperando para escucharlos?
•Narnia Edmund Pevensie' s fanfic.
•No se admiten ni copias ni ada...
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—Casette 2, cara A—
Hola, hola, ¿qué tal andas?
Yo ando aburrida y triste, porque ni mi marido ni mis cuñis me muestran su amor.
—cries in narnian—
Bueno, este capítulo es enteramente narrado por mí (como el resto, pero bueno), así que, ¡disfruta!
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Como verás, o más bien leerás o escucharás (porque no sé si llegarán a hacer un libro sobre esto), soy terriblemente melosa.
Y empalagosa.
Pero la situación es esta: Edmund lo es muchísimo más que yo.
Por las mañanas, en aquellos días en los que tenía reuniones reales, me dejaba una rosa junto al desayuno y una notita diciendo lo que le gustaba de mí.
Otros días, que eran un poquito más escasos, él despertaba antes que yo y se me quedaba viendo (¡acosador!) hasta que me despertaba y me llenaba la cara de besos, exceptuando los labios.
También tuvimos citas.
¡Oh! Las citas eran increíbles.
Cada vez que decidíamos hacer algo, sus hermanos siempre aparecían a mitad de estas fastidiándonos la misma con bromas o sus típicas torpezas.
Pero también tuvimos pequeñas reuniones en las que solo éramos Ellie y Ed y no el Rey Edmund el Justo y la Dama de Honor del Rey Edmund el Justo (DHREJ, para abreviar). Aquellos momentos eran fantásticos y podrían ser descritos como auténticos clichés o fascinantes historias románticas.
Pero decidimos dar el gran paso a nuestros diecisiete, el momento en el que uno de los monarcas tenía que buscar pareja.
Te preguntarás, ¿y Peter y Susan? Ellos decidieron no tener pareja. Susan fue más a lo diosa Atenea: leo, leo, leo, no salgo de la biblioteca y no me enamoro para quedarme virgen, pura y casta, como el aceite de oliva virgen extra. Y luego tenemos a Peter. Desgraciadamente, nuestros reinos vecinos no tenían ni una sola mujer para Peter. Y él tampoco quería recurrir al incesto o a la zoofilia.
