- Hermana, mira, mira, hice este dibujo para tí.
- ¿Para mí?, ¡gracias Kurumi! - dijo Hina, con una bella sonrisa en su rostro; ambas estábamos realizando unos dibujos a base de muchos colores, yo había hecho el dibujo de una princesa, pero mi hermana estaba realizando el dibujo de una manzana, lo sorprendente era que, tal dibujo se veía tan realista que no podía creer que era solo un dibujo, mientras que el mío era muy simple, más sin embargo, mi hermana Hina me lo había aceptado con una gigante sonrisa en su rostro, yo la admiraba demasiado.
- Hina, Kurumi, vengan por favor - ese era mi abuelo, preparándonos para ir a visitar a nuestra mamá.
- ¡Sí! - ambas asentimos al mismo tiempo y bajamos rápidamente al primer piso del templo, donde el abuelo nos esperaba junto a papá con un carro.
- Hina, Kurumi, ¿Están listas? - dijo papá.
- Si, claro - dijo Hina en voz baja.
- Si papá - dije yo, completamente entusiasmada.
- Bueno, entonces suban - papá comenzó a dar empujones suaves a la espalda de Hina, lo cual a ella le molestó, sin dudarlo se metió deprisa al auto, yo fuí detrás de ella, sentándome a su izquierda.
- Cielos... ¿Por qué el tiene que venir siempre? - murmuró Hina, aunque alcancé a escucharla.
Hina no siempre había estado molesta con papá, pero hasta ahora, ella lleva una terrible relación con él, a veces yo sentía que lo odia, pero al verla de cerca, me doy cuenta que solo está molesta con él por algo que pasó.
La historia se remonta cuando teníamos 8 años, hace unos dos años antes.
Mamá estaba tranquila contándonos unos cuentos para dormir en nuestra habitación, mamá era una mujer muy hermosa, nacida en esta ciudad y la verdadera heredera del templo donde nos encontrábamos. Papá era un asalariado pobre de una pequeña empresa, el ganaba poco dinero y parte de este se utilizaba para la manutención del templo y deudas, en ese tiempo no trabajaba en la empresa en la que actualmente realiza su jornada, por lo que las deudas eran costosas.
El cabello de mamá era como una cascada de miel reluciendo bajo la luz de la luna que entraba al cuarto por la ventana, y sus ojos escarlata daban a relucir toda la pureza de una mujer, era alguien que admiraba, y yo quería convertirme en alguien como ella.
- Y entonces la princesa soltó su lazo, cosa que simbolizaba que ella estaba lista para partir de su hogar después de tantos años de haber sido indecisa por lo que deseaba ser, al fin tenía un sueño por cumplir, uno propio. Salió del castillo y partió hacia una nueva aventura sobre su resplandeciente corcel, porque ella sabía que no debía temer a nada, el mundo le otorgará la cosa más maravillosa al llegar al fin del mundo. Fin.
- ¿Y esa princesa cumplió su sueño?
- Es lo que debió de haber hecho, ella ha intentado mucho tiempo imitar a otros, pero se decidió por cumplir lo que en realidad deseaba de verdad, por lo que al final ella iba a hacer todo su esfuerzo para cumplir su sueño.
- ¿Crees que pueda ser cómo tú o la princesa?
- Creo que deberías decidir lo que tu quieras ser, pero primero, es hora de que duermas.
- ¿Ehh?
- Ya es muy tarde Kurumi, Hina hasta ya se durmió - dijo mamá mientras apuntaba a Hina, a quien le escurría la baba en la almohada.
- Bueno - dije mientras realizaba un puchero y me acosté.
- Descansa cielo - mamá se acercó a mí a arroparme y me dio un beso en la frente, lentamente se acercó al interruptor y apagó la luz, después salió del cuarto tranquilamente.
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Corpse Party: Blood Drained
HorrorShiko, una estudiante de la preparatoria Hanabira Gakuen que valora mucho sus amistades, se topa con un hechizo para lograr que sus amigos lo sean para siempre. Ella junto con un grupo de alumnos de su misma escuela hacen el ritual, pero tras realiz...