Capítulo Extra: Leaf

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Desperté emocionada, porque hoy era mi cumpleaños. Por lo que me levanté temprano y me dirigí rápidamente al cuarto de mis padres a despertarlos.

Después de no recibir ninguna felicitación de ellos, fui al de mi hermana mayor; al entrar salté sobre ella y dije.

- Oye hermana, hermana, despierta.

- Kazuya, déjame dormir un poco más...

- Pero, pero, ¿Sabes que día es hoy?

- Ah, sí - Shiko, mientras se levantó de su cama tambaleándose de un lado a otro, parecía como si se fuera a caer en cualquier momento, cosa de la que me reiría si sucediera, lastimosamente no pasó, ella se acercó a su armario y sacó lo que parecía ser, un regalo.

- Feliz cumpleaños Aiko.

Ah, por cierto, me llamo Aiko Kurosaki, soy la hermana menor de Shiko, este día cumplo 9 años y estoy totalmente emocionada por lo que está a punto de suceder, o eso creí...

- Te acordaste hermana.

- ¿Cómo olvidaría tú cumpleaños?

- Papá y mamá lo olvidaron... - como lo mencioné antes, al entrar, ellos no mencionaron acerca de mi cumpleaños, por lo que salí algo entristecida, lo que me alegró fue el regalo de mi hermana, me sorprenderé al abrirlo, estoy emocionada.

- No es así, ellos planeaban llevarte a... - Antes de terminar la oración, Shiko se tapó la boca con sus manos, que sospechoso...

- Hermana, sácalo - dije, exclamando a mi hermana que terminara de decir la oración.

- No les digas que te dije, se supone que debía ser sorpresa, pero papá y mamá planean llevarte a comprar tu pastel.

- ¡Qué bien! - Estaba emocionada.

- Shhhh - dijo mi hermana, mientras tenía un dedo frente a su boca.

Unas horas después, papá y mamá me llevaron directo a la pastelería, la cual estaba un poco lejos, por lo que para llegar rápido, tuvimos que cruzar un camino poco transitado por la gente, según ellos, conectaba más rápido a la pastelería, y tenían razón, lo que sería dar una vuelta entera, era solo ir y llegar.

Repentinamente, unas pisadas que no eran nuestras comenzaron a oírse detrás de nosotros, las pisadas eran demasiado fuertes, tanto que parecían que en realidad estaban a lado nuestro.

A continuación, escuché el sonido de papá gritar de dolor, su sangre escurría rápidamente de su brazo, el cual tenía enterrado una daga.

En ese instante, antes de darme cuenta, un sujeto me agarró con mucha fuerza.

- ¡Niña, ven acá!

Me dio un fuerte tirón del brazo, dolía mucho como lo jalaba.

- ¡Mamá! ¡Papá! - intenté resistirme, pero era en vano, el sujeto era demasiado fuerte, mamá no se movía, solo temblaba...

- ¡¡Mamá!! ¡¡Papá!! - grité en llanto, más nadie venía a mi rescate. Cuando me dí cuenta, estaba a lado de un carro color negro, el sujeto rápidamente me levantó y aventó dentro del vehículo, cerró la puerta con seguro y el auto aceleró.

Esa fue la última vez que vi a mí familia...

=====

Tres días después...

- ¡¡Déjenme salir!! ¡Quiero ver a mi mamá! ¡A mí papá! ¡A mi hermana!

- Eso no te será posible - dijo el sujeto detrás de la puerta. Yo me encontraba encerrada dentro de una habitación, y no importaba cuanto irrumpiera en llanto, sentía que era imposible que me liberaran.

- ¡¿Porqué no?!

- Porque tú estás muerta.

¿Qué dijo...? ¿Estoy muerta?

- ¡Pero si estoy viva! ¡Libérenme!

- Estás viva, pero solo aquí, allá afuera encontraron tu cadáver sin vida, destripada.

¿Cadáver? ¿Destripada? ¿Mamá y Papá piensan que estoy muerta? Hermana... ¿Tú también...?

- ¡Mamá! ¡Papá! ¡No estoy muerta! ¡Hermana, sácame!

Repentinamente la puerta se abrió, y al abrirse, una chica de cabello rubio hizo su aparición, tenía los ojos azules y un vestido color blanco con listones rojos.

- Vaya, vaya, pero que tenemos aquí.

La chica, con una mirada amenazante en su rostro se acercó a mí.

- ¿Enserio esta enana nos será útil?

- Es lo que lograron capturar los inútiles.

- Joh... Bueno, servirá muy bien como sujeto de experimentos... - la chica volteó a verme y me dijo - mi nombre es Magari, y de ahora en adelante soy tu ama, dirigite a mí como tal.

- ¡No lo haré! - Tras haberme negado, la chica me pateó fuertemente en el estómago y me tiró al suelo.

- Creo que no me entendiste, dirigite a mí como señorita Magari - dijo mientras mantenía un pie encima de mi cabeza.

- Seño-agh-rita Magari... - Un fuerte dolor me azotaba en el estómago, ni siquiera era capaz de levantarme tranquilamente, menos con su pie encima de mí.

- Creo que ya nos entendemos... Bien, sígueme.

Cuando llegué donde la señorita Magari, sucedieron cosas muy extrañas y difíciles de entender, aquellas personas usaron magia sobre mí... Experimentaron conmigo y mi cuerpo... Fui azotada miles de veces con tal de ver si era capaz de percibir dolor, hasta que un día.

- Estás completada a la perfección, con toda la magia negra imbuida en tí, ¡hemos creado el arma mágica perfecta! - dijo Magari mientras celebraba haciendo unas poses extrañas como en esos animes de chicas mágicas que pasaban en la tele - Tú nombre de ahora en adelante será Leaf.

- Leaf... ¿Así me llamo...?

- Si, eres mi arma mágica, contigo seré capaz de poner en mis manos el libro de las sombras.

- ¿Libro de las Sombras...?

Mis recuerdos del pasado eran vagos, por lo que la única persona que sentía cercana a mí era la señorita Magari, para mí, era mi querida y preciada ama, haría todo lo que fuera por ella... Incluso, matar a todas las personas que se crucen a su camino... Soy su arma, ella es mi todo...

Unos años después, por accidente incendié la habitación de purgatorios, por lo cual como castigo, me mandaron a explorar Heavenly Host, no lo sentí demasiado como castigo porque en Heavenly Host habrían pistas sobre el libro de las sombras, y la señorita lo deseaba, hasta que me dí cuenta que en ese lugar... Era fácil morir...

Terminé atrapada en Heavenly Host, traicionada, con unos deseos de vengarme de todos, había estudiado con el paso del tiempo y entendí como funcionaba la escuela, por lo que si vencía a Sachiko, tal vez iba a ser capaz de controlar este lugar, y así lanzar una enorme maldición al mundo que me arruinó la vida, a esa maldita Tumba de Maturba, y a Magari, ¡la chica que me mandó a morir aquí! ¡Como la odio!

Experimentó conmigo... Me usó como un objeto y ¡me mandó a este lugar a morir!

Sentí que todo estaba acabado, quería empezar un plan de venganza, para ello debía engañar a unos tontos... Sentí que era lo único que podía hacer.

Hasta que... Volví a reunirme con mi hermana dentro de Heavenly Host, aunque solo fue un corto tiempo, me alegró haberla encontrado por última vez y haberme dado cuenta al final que era ella...

Shiko...

Corpse Party: Blood DrainedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora