¡Flechazo!

comportamiento extraño

Había algo que Ray no podía entender, y eso era, el porque Barbara estaba sentada frente a él mirándolo, el día anterior, ella se había ido corriendo, así como lo hicieron Norman, Gilda y Don, pero ahora ella, parecía estar realmente disfrutando el solo mirarlo leer.

—¿Cómo siguen tus heridas? — Cuestionó él a la pelinegra, ella pareció salir de su ensoñación al dirigirse a ella.

—Están bien, yo me recuperó rápido — De nuevo la vio sonrojarse un poco, y de cierta manera le parecía que se veía bastante tierna, incluso hasta casi le hace olvidar la primera impresión que tuvo de ella.

—Igual, creo que deberías estar descansando — Le sugirió él mientras pasaba la página de su libro, Barbara asintió levemente, pero de ninguna manera se fue.

Esa mirada insistente sobre su persona lo ponía nervioso, ella vigilaba cada uno de sus movimientos, lo cual lo hacia querer irse corriendo, pero no lo hacía.

—¡Ray! — Emma le llamó mientras venía corriendo, ella vio a Barbara —Buenos días — Saludó la chica a la pelinegra.

—Hola — Respondió secamente la chica de la coleta, incluso Ray la vio fruncir el ceño.

—Necesitamos planear como será el rescate de los demás — Ray asintió y con una señal hizo que Emma se sentará a su lado.

—Ya estaba pensando en eso — Ray le mostró lo que leía a la chica de cabello naranja y ojos esmeralda, ella sonrió ampliamente.

—Ese es mi Ray — Emma lo alabó al notar que Ray ya estaba trabajando en un plan.

Ambos chicos oyeron un ligero "tsk", alzaron su mirada hacia Barbara quien ahora tenia el ceño fruncido, y le dirigía una mirada de odio hacia Emma, la susodicha se tensó al notar las intenciones asesinas de Barbara.

—¿Sucede algo? — Ray no pudo evitar cuestionar su actitud, Barbara cambio de nuevo su mirada.

—No, no es nada — Ella se levantó de la silla donde estaba sentada y salió de la habitación, incluso tiró la puerta lo cual hizo estremecer a Emma.

—Parece que no le agrado — Susurró Emma preocupada.

—Esta actuando raro, aunque no es la única — Emma parpadeó un par de veces.

— ¿A qué te refieres? — Preguntó ella, Ray no pudo evitar sonreír de medio lado al oír a su despistada Emma.

—Cuando fui a hacer el desayuno, Gilda ya lo había terminado, y curiosamente Cislo estaba en la cocina también, ayer ambos querían matarse, pero hoy parecían llevarse bastante bien — Le explicó Ray, Emma se sorprendió bastante por eso — Y Norman... bueno, esta taciturno — Ella solo miró hacia el suelo, confundida —Y... — Ray suspiró.

—¿Qué? — Emma estaba realmente confundida.

—Observa bien, todos están extraños desde ayer — Emma asintió levemente, los vigilaría cuidadosamente.