Viaje

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Era un ambiente muy bueno el que tenían los dos cuando estaban en medio de la fogata, Ray tenía que admitir que trabajar con ella fue más sencillo de lo que esperaba, después de todo, los chicos de Lambda eran especiales, y Bárbara no era la excepción, era una mujer fuerte, capaz, ágil, que seguía muy bien sus instrucciones, es por esas cosas que Norman hizo uso de sus servicios.

—La cena ya esta lista — Ray le sirvió un poco de sopa a la chica que lo recibió bastante gustosa.

—Ah, quisiera comer tu comida por siempre — Decía Bárbara devorándose la sopa en un santiamén.

—Gracias — Ray comía tranquilamente, bajo la atenta mirada de la chica, ya se había acostumbrado a ser observado por ella.

Una vez que terminaron de cenar, Ray contó las raciones que quedaban, iba un poco más rápido de lo que pensaban ya que ambos eran rápidos para viajar sin detenerse, y habían llegado a Lambda en menos tiempo del esperado, además de que evitando peleas con los demonios, pudieron lograr su objetivo sin demoras.

Bárbara se acostó al lado de un tronco, bastante tranquila.

—Oye, no te duermas, es tu turno de vigilar — Dijo él pelinegro.

—Claro que no — Ella sonrió levemente — Siempre estoy vigilando, además, por aquí no hay tantos demonios, no te preocupes — Ella soltó su cabello para organizarlo.

A Ray le pareció bastante exótica la escena ya que, en todo ese tiempo, siempre la había visto con la coleta, y ver su ondulado cabello negro combinado con sus mechones rosas mientras se movían por su espalda le hizo parecer un detalle bastante lindo, ella se peinó lentamente para desenredar su cabello.

—Tienes un lindo cabello — Alagó él mientras le sonreía.

Ella alzó su mirada para verle directamente, se emocionó bastante por el cumplido, por lo cual su corazón empezó a latir bastante, sintiendo que casi se le saldría del pecho.

—Muchas gracias... Ray — Ella desvió su mirada mientras terminaba de organizar su cabello.

—Es una noche pacifica — Ray se recostó en el pasto para mirar hacia el cielo, encontrándose con las constelaciones —Espero que en el refugio las cosas estén yendo bien, no quiero ser tío muy rápido — él bromeó un poco, lo cual le sorprendió a ella ya que usualmente era serio, así que ella lo tomó como un gesto de que ya estaba ganando su confianza.

Bárbara decidió sentarse a su lado para observarlo un poco mejor.

—Seguramente el jefe lo controla todo, confía en él —

—Confían demasiado en él — Ray sonrió un poco a recordar a Norman.

—Si, él nos salvo a todos, y nos dio todo lo que tenemos, sin él, estaríamos perdidos — Bárbara también lo recordó con cariño, todo ese tiempo que habían pasado con él, era sus preciosas memorias.

—Norman también me salvó — le comentó él — Se dio de cuenta que yo planeaba quemarme con Grace Field, así que le dijo a Emma que me detuviera — Aquello no lo esperaba la chica.

—Oh... es algo más que tengo que agradecerle — Ray soltó una ligera risa por ese comentario.

—Cuando lleguemos al refugio y tomemos la medicina, eso ya no importará — Aunque él disminuyó un poco la situación, Bárbara no se iba a rendir, muy pronto volverían, así que tenía que aprovechar esa noche.

—¿Puedo preguntarte algo? —

—Ya lo hiciste — Ray se burló un poco de ella — pero adelante, pregúntame lo que quieras —

—¿Quién fue la primera persona que viste cuando paso lo del gas? — Ray le miró a los ojos, ella se puso nerviosa de repente, mientras esperaba pacientemente por su respuesta.

—¿Cambiaría algo si te lo dijera? — Preguntó él un poco aburrido por el tema.

—Bueno, quería saber si sientes lo mismo por mí, como tú sabes, en estos momentos, yo te amo — Ella decidió confesar lo que sentía de una buena vez.

Ray soltó un gran suspiró.

—Tienes que tener en cuenta que esos sentimientos son falsos — Ray cerró los ojos, bastante cansado de pensar en ese incidente — Lo que sientes es artificial, y pronto van a desaparecer —Y cuando abrió sus ojos, vio que la chica estaba encima de él, mirándolo directamente hacia el rostro.

Él se sorprendió ya que no la había sentido moverse, Bárbara se quedó quieta, detallando todos los rasgos del chico.

—Pero en estos momentos, eso no me importa — Ella entrecerró sus ojos, observando detenidamente los labios de Ray, lo cual lo hizo sentir nervioso— Ahora mi corazón y mente solo gritan que te haga mío — Y la sinceridad de la chica lo hizo sonrojar.

—O-oye— Tartamudeó él, al notar como la chica empezaba a disminuir la distancia lentamente, acercándose a sus labios.

Entre más cerca la veía, más rápido su corazón latía, ella estaba decidida a besarlo a como de lugar esa noche.

—Fue a Emma — Susurró cuando casi sintió sus labios sobre los suyos, incluso pudo sentir su aliento cuando suspiró decepcionada.

Ella se alejó de él, la mirada de sus ojos cambio en ese momento a una dolida.

—¿Por qué tenía que ser a ella? — Ella dijo fastidiada, se bajo de él en ese instante, algo irritada.

—Yo no escogí... bueno si lo hice— Ray se rascó un poco su mejilla, incomodo por la situación— A ella la agarré por instinto, quería protegerla, a ti te protegí porque estabas cerca de mí — Bárbara le miró de reojo, entendiéndolo un poco.

—¿Tú la quieres tanto? — Ray asintió para darle la razón — ¿Y por qué no se lo dices? — Cuestionó ella.

—En este momento hay cosas más importantes en las que pensar y Emma es muy despistada, ella no me entendería a la primera, y seguramente si se lo digo, terminará más confundida de lo que ya esta, no la voy a asustar y apartar con sentimientos que ella no esta preparada para sentir —

—Que considerado — Ella sonrió un poco —De verdad que me da envidia — admitió sonriendo ampliamente — Después de que tome la medicina, te apoyaré con ella... aunque... al jefe creo que le gusta ella también — Ray volvió a reír por ese último comentario.

De todas maneras, su amor con Emma nunca sería correspondido, él creía firmemente en eso, así que prefería ocultarlos para siempre, y quedarse a su lado como su hermano y amigo. No necesitabas tener una relación romántica con alguien para expresarle su amor, siempre podía cuidarla, protegerla y verla sonreír para siempre, para él, eso sería suficiente.

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A eso llamó yo, el complejo de Tomoyo (?), okei no.

Bien, ya empieza la cuenta regresiva :p

¡Flechazo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora