La medicina

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De nuevo se encontraban todos reunidos en la mesa, Emma se encontraba bastante cohibida ya que Ray la había obligado a bañarse, vestirse con su propia ropa y peinarse, todos le observaban, bastante curiosos por el hecho de haberse encerrado varios días.

—Vaya, se nota que Ray pone el orden aquí — Bárbara se burló un poco, ya que solo fue que el pelinegro llegará para que se comportaran.

—Es verdad, me alegro que no se tardarán la semana — Respondió Gilda.

—Es que somos un equipo rápido y efectivo — Emma solo enarcaba sus cejas hacia ella, y Bárbara se aprovechaba de que ella estaba celosa para picarla aun más.

—¿Es así?, deberían hacer equipo más seguido entonces —Gilda sintió como la pateaban debajo la mesa, luego una mirada verde parecía querer asesinarla —O tal vez no — Ella se rascó la mejilla algo avergonzada.

En ese instante entró Norman seguido de Ayshe, quien traía unos vasos con una sustancia extraña y pegajosa, Ayshe fue poniendo uno de los vasos en frente de todos los presentes, quienes miraban asqueado los vasos.

—¿Es está la medicina? —Gillian temió preguntar.

—Si, pero antes de que se la tomen, necesito que me escuchen — Todos los presentes pusieron su atención en el albino — Estuve haciendo cálculos, y es imposible realizar una "selección" de estímulos, así que es más fácil reiniciar el cerebro, por lo cual, si alguien esta enamorado de otra persona desde antes de inhalar el gas, se va a olvidar de ese sentimiento — Todos estaban sorprendidos, excepto Emma quien ya había escuchado la explicación anteriormente.

—¿No había otra forma? — Don se veía realmente nervioso por esa revelación.

—Lo siento, pero no tengo la tecnología, ni los materiales para manipular el cerebro de esa manera, me sorprende que el gas venenoso tuviera un efecto secundario tan interesante — Don volvió a mirar la bebida, sin saber que hacer en ese momento.

—Pues yo la tomaré — Hayato tomó el vaso entre sus manos —Mis sentimientos hacia ti solo te han molestado, así que prefiero tomarla — El moreno solo lo miró, sintiéndose culpable.

—Lo siento —

—No te disculpes, seguramente fue muy incómodo para ti ya que estabas seguro de amar a otra persona y de repente te viste enrollado con un hombre que no te dejaba en paz — El chico sonrió hacia el moreno, luego decidió tomarse la bebida para por fin deshacerse de esos sentimientos.

—¿Y bien? — Cuestionó Don al verlo.

—Funciona... ya no me siento atraído — Y Hayato se rasco la mejilla — más bien, se siente como si fueras un extraño — aquello hizo que más de uno temiera por beber la medicina.

—Yo también la tomaré — Gilda se sorprendió al ver a Cislo, quien tomaba el vaso entre sus manos —Señorita Gilda, gracias por permitirme pasar tiempo contigo y conocerte mejor, y lamento lo que paso el otro día, no quería lastimarte — Gilda observó al chico mientras este se bebía de un trago todo el vaso, ella se sintió destrozada al saber que el lazo que tenía con él se iba a romper de esa forma.

—Yo también te lo agradezco — Y ella también tomó el vaso para beber su contenido, ya que no quería seguir sintiéndose de esa manera.

—¿Gilda? — Emma le miró preocupada por su amiga, ella le volvió a sonreír.

—Realmente es sorprendente, todo se ha ido — Gilda parecía estar más tranquila, miró hacia Cislo y este lo sonrió.

—¿Podemos seguir siendo amigos? — Preguntó él.

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