arritmia

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La verdad es que esa situación era realmente inesperada, por lo cual se encontraba realmente sorprendida y nerviosa.

Anna se encontraba en la camilla de la enfermería mientras era atrapada por los brazos de Gillian, Ella le miraba directamente a los ojos, mientras su cuerpo temblaba encima de ella, parecía estar debatiéndose entre algo en sus pensamientos. Cuando entendió sus intenciones, sus mejillas tomaron un tono rosado sin poder evitarlo, su blanca piel delató la vergüenza que empezaba a sentir.

—¿Estaría bien? —La voz de la otra chica la estremeció, Anna realmente no podía pensar en si estaría bien o no, pero era algo que realmente anhelaba.

Sus ojos se desviaron sin poder contestar sinceramente, su corazón se saldría de su pecho si Gillian no la dejaba ir rápido, pero al mismo tiempo, no quería que la soltara.

Sintió los cálidos labios de ella en su frente, por lo cual cerró sus ojos sintiendo bastante vergüenza.

—Eres realmente un ángel — Susurró ella muy cerca de ella, y los ojos de Anna se cristalizaron un poco debido a la vergüenza que sentía —Sé que sientes lo mismo, ¿me dejarías tomarte, aunque sea una chica? — Preguntó ella.

—Y-yo... est-to... —Y su voz temblaba debido a la duda.

No eran sentimientos reales, pero eran demasiados fuertes para ignorarlos y fingir que nada pasaba.

Ella observó como Gillian se acercaba de nuevo con intenciones de darle otro beso, pero esta vez iba en dirección a su boca, Anna se sintió mareada en ese instante ya que no imaginaba que así sería su primer beso.

—¡Anna! — La voz de una chica de cabello naranja entrando a la enfermería azotando la puerta hizo que Anna empujarán a Gillian lo más lejos que podía.

Emma se quedó de piedra ya que alcanzó a ver lo que estaban haciendo, luego levemente se fue sonrojando hasta el final de su antena.

—¿Qué están haciendo? — Ella realmente se escandalizó al verlas, Gillian solo frunció el ceño y salió corriendo dejándolas atrás en la enfermería, Emma no pudo detenerla.

Anna solo observó como se iba la causante de su arritmia cardiaca por la puerta, mientras Emma no sabía que hacer para remediar lo que acababa de hacer.

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