Dolor

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—¡No puedes separarnos! — Gillian alzaba la voz al pelinegro mientras Anna veía el suelo mientras estaba roja en todo su cuerpo.

¿Por qué Emma tenía que contarle a Ray lo que había visto?

—Solo quiero prevenir que hagan alguna estupidez, saben que esos sentimientos son falsos, cuando se recuperen, se arrepentirán si van más allá de lo que hacen— Contestó Ray, aun tranquilo.

— ¿Has considerado que yo no quiero recuperarme? — Y la rubia miró de mala manera a Ray —¡No puedes prohibirnos tener una relación!, ¡es de las mejores cosas que me han pasado! — Ella se quejaba en voz alta, el pelinegro suspiró, estaba cansándose de la situación.

—¿Y qué piensa Anna? — él solo miró a la rubia menor, Anna se sobresalto al ser nombrada por el pelinegro, él la observó directamente, con su mirada sería.

Anna recordó sin querer a Mamá Isabella, esa mirada que ella ponía cuando hacia algo malo y le hacia disculparse, ella sacudió su cabeza para quitarse esa imagen de la cabeza, Ray no era Isabella, tampoco era su padre para ordenarle algo.

—Yo... —Ella tomó valor para decirle que quería seguir con ese efecto, pero la mirada que Ray ponía la hacía dudar.

¿Estaría decepcionado si ella escogía amar a una chica?, él miedo la inundo, temía que Ray no aceptará esos sentimientos por ser pecaminosos, además, eran sentimientos falsos, una vez que tomará la medicina para inhibir esos efectos, ella sería libre de ese amor prohibido.

—Anna — Gillian la llamó, Anna la miró directamente a los ojos, que se veían llorosos —¿Por qué no dices nada? —La voz de Gillian sonó temblorosa —¿Acaso no piensas lo mismo que yo? — Cuestionó ella, rompiendo el corazón de Anna.

Anna miró hacia el suelo, sus manos temblaron por la presión, Ray notó ese comportamiento, por lo cual decidió intervenir otra vez.

—Cuando Norman termine la medicina, todos esos sentimientos desaparecerán, así que deben actuar prudentemente, los efectos cada vez se hacen más potentes, así que entiendo que les duele tener que separarse, pero será lo mejor para las dos — Explicó él, se acercó hasta Anna y la tomó de la mano mientras la dirigía lejos de Gillian.

Anna volteó su cabeza para mirar a la rubia mayor, ella estaba llorando mientras estiraba una mano hacia ella, una vez que desapareció de su vista y Ray la llevo más lejos, Anna se dejo caer al suelo, sintiendo una gran opresión en el pecho, ella no quería lastimar a Gillian, Ray se puso a su altura mientras la observaba.

—Lamento tener que hacer esto — Ray se disculpó al verla con los ojos rojos, a punto de llorar.

Anna le miró al rostro, Ray se veía realmente arrepentido, pero ella lo entendía, él la estaba cuidando, las relaciones de pareja no se debían tomar a la ligera, no podían dejarse llevar por las hormonas como lo habían hecho anteriormente.

Pero se sentía realmente doloroso, como si una daga le hubiera atravesado el corazón.

¡Flechazo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora