Cocinando

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Al entrar en la cocina, Ray vio a Gilda preparando la cena junto con Cislo, solo pudo alzar una ceja al ver semejante combinación.

—Ray — Gilda se alegro cuando le vio, le sonrió levemente — ¿Me ayudas a hacer la cena? — Preguntó ella mientras se acercaba a él y tomaba su mano, luego ella notó la presencia de Barbará e inmediatamente soltó su mano.

—Esta bien, venía de todas formas a cocinar — Respondió él entrando a la cocina junto a su hermana menor.

La pelinegra se sentó en la mesa al lado de Cislo.

—¿Qué haces aquí? —Preguntó ella mientras lo veía.

—Solo ayudaba a la señorita Gilda — Respondió él mirando hacia otro lado, Barbará le miró por un buen rato y luego soltó una leve carcajada al darse cuenta de la situación.

—Seguramente le estás dando muchos problemas — Ella se burló del chico, pero él solo enarcó sus cejas.

—¡Claro que no! — replicó él rápidamente — además, ¿qué haces tú aquí? — Cuestionó él por su presencia.

Mientras los dos peleaban, Gilda sonreía levemente mientras tomaba los ingredientes para hacer la cena, Ray le miraba de reojo, ella realmente se veía contenta por la compañía del chico, pero aún así, esos sentimientos que ambos sentían eran falsos, y tarde o temprano terminarían lastimándose el uno al otro.

—¡Y nadie va a cocinar carne de demonio! —Aquella afirmación llamó la atención de Ray y Gilda.

—¡Eh!, ¡pero si es sabrosa! — Gilda tembló por las palabras dichas por Barbará, Ray solo la miró de reojo.

—Solo tú te atreverías a comerte semejante porquería — Cislo la regaño, Barbará hizo un puchero y miró hacia el pelinegro que le observaba de reojo.

—¿Te parece asqueroso? —Preguntó ella algo incomoda.

—Carne es carne — Respondió Ray quitándole importancia, Barbará le miró con brillos en los ojos — Aunque he comido carne muy variada y extraña, pero no me sentiría cómodo comiendo algo que se que tuvo consciencia — Ray respondió sinceramente, aunque esa respuesta no le desagrado a ella ya que él no le juzgo, pero entendía su punto de vista sobre la consciencia.

—Bueno, no es un mundo fácil, recuerdo cuando cocinaste lagartijas — Gilda se unió a la charla volviendo a temblar — También hemos comido insectos — Y ella empezó a recordar cosas que no quería — Todo lo que hacemos es para sobrevivir — Gilda se acercó hasta los dos chicos y puso vegetables encima de la mesa.

—¿Y esto es? — Barbará solo tomó uno entre sus manos.

—Si cortan los vegetales, todo estará más rápido — Respondió ella con una sonrisa, ambos chicos aceptaron de inmediato.

Después de un rato la comida estuvo lista, Barbará tomó su tan ansiado plato de una buena vez, cuando llevó una cucharada a su boca, sintió de nuevo mariposas en el estómago, realmente era delicioso, Ray observaba satisfecho al verla haciendo semejantes caras, disfrutaba bastante de la compañía de la chica y lo honesta que era.

Cislo no dejaba de ver a la chica de lentes, que también se divertía bastante con las reacciones de Barbará, cada vez se sentía más cómodo con ella, todo parecía estar yendo bien entre ellos dos, aunque sentía que la distancia entre ellos no era suficiente, quería acercarse más y más a Gilda.


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