intoxicado

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Don no lograba entenderlo del todo, ayer estaba perfectamente bien, así que no podía ser que de verdad se hubiera intoxicado con el gas que no afectaba a humanos. Sentía que su rostro se ponía caliente de la nada, su pulso se aceleraba, las manos le sudaban y en especial, quería salir corriendo cuando cierta persona se le acercaba.

—No, por última vez, no es una enfermedad —Anna estaba escuchando sus síntomas por milésima vez en el día.

—Te lo digo, ese gas me intoxico — Comentó él alterado, Anna suspiró.

—Bueno, quizás tengas razón — Anna solo puso una mano en su mentón, pensando en que ella había tenido síntomas similares.

—¿Entonces moriré? — Su rostro se puso pálido, aún había muchas cosas que quería hacer, él quería ir al mundo humano, vivir con su familia, conocer ese nuevo mundo y quizás más adelante...

Movió su cabeza varias veces, la dueña de sus fantasías ya no era la misma persona que antes, si no el rostro de cierto chico hiperactivo ocupando su lugar, eso lo espanto bastante, no sabía que él tenía esos gustos.

—No creo que mueras, si tú mueres, entonces el resto de nosotros también — Anna enarcó las cejas, molesta —Pero lo que tu describes, lo he sentido yo también —Se sincero ella con él, lo cual lo dejo sorprendido.

—Entonces, ¿qué puede ser? — Anna rodó los ojos tratando de pensar.

—¿Estás enamorado? — Aquello le cayó como un balde de agua fría.

—¿Qué! —él se levantó de la camilla alterado —¡Claro que no!, ¡a mí me gusta otra persona! —

—¿Quién? — Ella preguntó interesada, ya que Don no lo había dicho antes.

Pero el chico no respondió, solo giró sus ojos algo avergonzado.

—¿No tienes alguna cura? — Anna movió su cabeza varias veces en respuesta negativa.

"Toc toc", la puerta de la enfermería volvió a sonar, Anna se levantó y fue a mirar quien había llegado.

—Anna-san, lo siento, ¿está Don-san aquí? — Anna vio a Hayato con su sonrisa resplandeciente, sus ojos relucientes y toda la actitud positiva.

—Si claro, él esta... — y cuando Anna se volteó a buscarlo, ya no lo encontró por ningún lado, y apostaba que la ventana estaba cerrada hace tan solo 1 segundo —Se acaba de ir — Corrigió rápidamente la chica.

—Eh... — Hayato se deprimió de inmediato — Ha estado huyendo de mí todo el día— Anna solo detallo su expresión triste.

—¿Y para qué lo necesitas? — Preguntó la rubia por curiosidad.

—Para nada en especial, solo tengo ganas de pasar tiempo con él — Y las mejillas del joven se tiñeron levemente de un carmín, además su sonrisa volvió —Creo que es una persona grandiosa y me gustaría estar a su lado siempre — Luego de eso se dio media vuelta y se despidió con la mano.

—Oh... ya entiendo — Susurró ella dándose la vuelta y cerrando la puerta.

En definitiva, tenía que hablar con Norman.

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