Para tanto y más ©

Capítulo 17

No podía creer lo que me estaba contando Lucas. En realidad podía, pero no me entraba en la cabeza que mi padre o Ruby no lo hubiesen sabido. ¿Y en qué pensaba su propio padre? ¿Qué clase de desgraciado era? En fin, ahora comprendía porqué renegaba de él.

—¿Su padre sigue vivo? —quise saber, todavía necesitaba recoger mucha información para poder entenderlo.

Lucas asintió mientras sacaba un paquete de tabaco y se disponía a coger un cigarrillo junto al mechero el cuál también guardaba dentro.

—Está en la cárcel. —contestó para después llevarse el cigarrillo a la boca y encenderlo.

Tenía que reconocer que se veía sexy fumando pero no soportaba el tabaco ni ese olor que se impregnaba con facilidad en tu cabello y ropa.

—¿Por qué? —insistí viendo que no iba a seguir con ese tema.

Él soltó el humo con bastante elegancia.

—Tú calla y deja que termine. —dijo en tono divertido pero a mí que me dieran ordenes no me hacía gracia ninguna, la verdad.

Lo dediqué una mirada asesina pero como mi curiosidad podía más que mi necesidad de humillarle verbalmente, le hice caso y no hablé más, dejándole continuar.

—Como te estaba diciendo, mi hermana estaba obsesionada con él y a él también le gustaba pero yo no los quería juntos ya sabes porqué.
»Pero por lo visto a Rubio no le importaba en lo más mínimo mi amistad y se veía a escondidas con ella. Me enteré porque ellos mismos me lo contaron meses después asegurándome que eran súper felices juntos, que estaban enamorados, pero yo me enfadé muchísimo con los dos. No quería verlos, me decepcionaron y mi hermana se enfadó aún más conmigo. Nunca me perdonó.
»Una mañana fue a pasar el día con Harry. Lo supe porque se lo dijo a mis padres y aunque no nos habláramos, vivíamos en la misma casa. Nunca les dije a mis padres a lo que se dedicaba ese chico algunas tardes porque me delataría yo también pero cada día me arrepiento de no haberlo hecho. Nunca volvió, la encontraron muerta al día siguiente en una cuneta.

Su mandíbula se apretó y miró hacia otro lado intentando aguantar las lágrimas que se le habían acumulado en los ojos, lo logró porque no se derramó ni una. Mi boca estaba abierta y no sabía qué palabras emitir, nunca había pasado por una situación así y decir lo siento o dar el pésame a alguien a quién apenas conocía me parecía estúpido pero aún así lo hice. Agarré la mano que él tenía apoyada en la mesa mientras lo dije. Él simplemente encogió sus hombros, tomó una calada y soltó el humo.

—Fue hace cuatro años pero aún duele recordarlo. —confesó sin mirarme, tragando saliva.

Me sentía perturbada pero no podía comprender qué tenía eso que ver con Harry. Él no haría una cosa así y si lo hubiera hecho estaría pagando por ello y mi padre no lo tendría como un orgullo ni lo dejaría acercarse a mí.

—Tenía cardenales por todo el cuerpo y en la autopsia salió que había sido violada antes de que la mataran asfixiándola, además de que algunos moretones ya se los habían hecho con días de anterioridad.

Jadeé horrorizada ante ese hecho porque no pude evitar imaginarlo y se me hizo un nudo en el estómago que casi me provoca el vomito. Mientras que él seguía fumando y mirando su rodilla, la cuál se movía compulsivamente arriba y abajo. Se quedó en silencio hasta segundos después que se vio preparado para continuar.

—Nos hicieron preguntas a todos, incluido a Harry y a su familia. A Donjoe también. En fin, a todo el que hubiese tenido contacto con ella en los últimos días, aunque el principal sospechoso era Harry ya que se suponía que había pasado el día con él.
»Mis padres nunca le pusieron la mano encima a Eva, yo muchísimo menos y antes de que Harry llegase a nuestras vidas, Eva no venía a casa con moretones ni creo que la hubiesen matado.