Capítulo 15

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¿Adivináis lo que hice a continuación? No lo creo. Porque salté encima de Harry y me agarré a él como un koala. Al menos así era más probable conseguir su atención y apartarle de las provocaciones de Lucas.

—¿Qué coño estás haciendo? —preguntó en mi oído pues mi cabeza estaba apoyada en su hombro y no lo estaba mirando a la cara.

Primer objetivo conseguido.

—Si peleas tendrás que hacerlo conmigo por en medio y no creo que quieras eso porque entonces será mi palabra la que valga más que la tuya frente a mi padre. —susurré en su oído un poco gruñona, tampoco me hacía gracia estar así— Da igual cuanto hagas por apartarme me meteré por en medio y llegaré a casa con un ojo morado. —esta vez aparté mi pecho de él para mirarlo a la cara y su expresión se contrajo.

—Es mi problema Isabella, no el tuyo. No te metas.

No estaba nada contento conmigo pero bueno, ¿cuando lo estaba?

—Solo te está provocando, ni siquiera ha respondido a tu puñetazo, lo único que conseguirás pegándole son más problemas. Sé inteligente por una vez.

Al menos de momento no me estaba quitando de encima, porque poder podía solo que yo también podía ser una verdadera lapa. Tendría que pelear más conmigo que con Lucas.

—Vamos, termina lo que has empezado, que vea tu novia de lo que eres capaz. —continuó Lucas.

Ese tal Lucas sabía darle dónde más le dolía y yo estaba muy pérdida, me estaba dando cuenta que no conocía nada sobre Harry en realidad, aunque nunca quise.

—¿Ves? Provocaciones. No soy tu novia Harry, ni siquiera nos llevamos bien. Que no te influya lo que él diga porque no tiene ni idea. —susurré esta vez en su oído, más suave.

Estaba claro que si le provocaba yo también, no iba a disminuir su rabia y por lo tanto sus ganas de reventarlo aumentaban. Desconocía lo que decía Lucas pero aún así apoyé a Harry, porque me tenía que llevar a casa y porque compartíamos padre así que este tema podría traernos problemas a los dos. Mi padre se enteraría que ese chico era el dueño de la casa, un universitario que yo en realidad no conocía y que en esa fiesta había puro adulto y puro alcohol. No podía permitirme eso y menos en mi primera salida.

La gente estaba empezando a desilusionarse porque la pelea no comenzaba, algunos se iban desinteresados y otros se quedaban por si acaso. Lucas sujetaba su nariz, estaba todo ensangrentado pero seguía a la espera. ¿Qué le pasaba en la cabeza? Harry sin embargo suspiró y lo sentí relajarse entre mis brazos.

—Está bien, no haré nada. Anda baja.

Segundo objetivo conseguido.

—No pienso bajar hasta que nos alejemos. Ese pavo sabe dónde darte. —argumenté tan cabezona como yo sola puedo ser pero no me fiaba. Demasiado fácil.

Bufó no contento con eso y sin despedirse ni nada de su víctima se dio la vuelta y caminó hacia dónde había dejado a Thalía y Mona, conmigo encima.

—¡Y no soy su novia, imbécil! ¡Ni loca saldría con él! —grité por encima del hombro de Harry ya que ahora veía a Lucas y a toda la gente.

Tenía que decirlo. Aunque dada la situación en la que me había puesto, sonaba gracioso. Tan gracioso que hice reír a Harry.

—¡Tú cállate! —intenté decirle de mala manera pero no pude evitar reírme también.

Qué momento tan intenso acababa de vivir. Todo un éxito mi primera noche de parranda.

A pesar de lo dicho Harry me bajó cuando llegamos dónde ellas y no estábamos tan alejados. Aún así confié en qué no haría nada porque aún podía volver a tirarme sobre él. Además Lucas no volvió a hablar, sino que sus amigos se habían acercado a él y ahora estaban pendientes de su nariz. Pero él seguía mirando en nuestra dirección, con muy mal genio.

Para tanto y más ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora