Ésto estaba mal, pero no podía simplemente ignorar el hecho de que quizá haya encontrado a su pareja, debía protegerlo.
De todas formas disfrutaría de está especie de cita. Y después ya vería que hacer, pero no dejaría ir a su pareja y menos ahora.
Estaba a punto de dirigirse a la mesa donde esperaría a Fluke pero su celular volvió a sonar anunciando otra llamada entrante.
Al ver el identificador contestó de inmediato.
—¿Qué sucede?
—Ohm, debes irte de ahí —la otra persona habló apresuradamente.
—¿De que hablas? ¿Cómo que irme? —cuestionó bajando la voz.
—Solo te diré que Mitchai va para allá, y no porque se le apetecía un café —explicó.
Suspiró.
—Bien, te veo luego —sin más acabó la llamada y volvió a guardar el celular.Mierda.
—Debemos irnos —dijo Ohm en cuanto el castaño se acercó de nuevo.
—¿Perdón? —preguntó al mismo tiempo que se ponía su sudadera.
—Lo que oíste —sujetando de la mano a Fluke empezó a dirigirlo a la salida.
—¿Qué? No, sueltame o gritaré —ordenó poniendo resistencia y liberó su mano.
Rodando los ojos Ohm volvió a hablar.
—¡Pero cariño, te dije que no quiero tener sexo en el baño! —gritó atrayendo la atención de varias personas— ¡Prefiero en el departamento!Fluke se sonrojó avergonzado.
—¿Que haces?—Te dije que debemos irnos —dijo en voz baja.
—Ni siquiera te conozco —habló entre dientes.
—Escucha sé que piensas que es raro, pero si sales un minuto afuera te explicaré —manifestó en tono serio.
—¿Cómo sé que no quieres secuestrarme? —preguntó cruzándose de brazos.
—¿Hueles eso? —dijo Ohm olfateando el aire.
—¿Oler qué? No entiendo —mirando alrededor.
—Eres tú —aseguró.
—¿Yo? ¿Huelo mal o algo así? —preguntó arrugando el entrecejo.
—¿Cuándo fue tu último celo?
—Uh... Aún no lo tengo.
—Eso lo explica —dijo para sí mismo— Escucha ¿Estás sintiéndote caliente?
—No... Bueno sí, pero es por la calor —se excusó
—No lo creo —suspiró— Estamos perdiendo tiempo, tenemos que irnos —agarrando de nuevo a Fluke y sacándolo de ahí.
Ésta vez el castaño obedeció sin protestas, no sabía explicarlo pero sentía que podía confiar en Ohm. Sentía que ésto estaba bien.
Ohm se apresuró en ir en dirección a su coche. Subió a Fluke en el lado del copiloto y él se dirigió al de piloto y empezó a conducir.
—Uh... Mírame, estoy en el auto de un desconocido. Bien Fluke. Por favor no me mates de forma dolorosa —el menor habló con sarcasmo mirando por la ventana hacía el exterior.
—Ohm.
—¿Disculpa? —Preguntó viendo al azabache.
—Mi nombre. Me llamo Ohm —habló dándole una breve mirada al otro.